Irma azotó la isla por tres días con vientos de hasta 250 kilómetros por hora, arrasando con la infraestructura de los principales centros turísticos, incluyendo el afamado balneario de Varadero.
La tormenta podría ser una “amenaza existencial” para algunas compañías, escribió Havens en una nota. Irma está “mostrando un fuerte potencial de ser ’el grande’”, escribió.