Acercamientos previstos para mañana y el jueves se suspendieron porque Seúl y Pyongyang no se pusieron de acuerdo en la composición de sus delegaciones.

En nuevo comunicado, el régimen de Pyongyang instó a Estados Unidos a “retirar los equipos de guerra nuclear” de Corea del Sur.

Así, el gobierno norcoreano rechazó la condición de Estados Unidos para sostener negociaciones, aunque dijo que estaba dispuesta a discutir el desarme. Aseguró que sus armas nucleares son una “espada preciada” a la que nunca renunciará.

Pyongyang exige que se levanten las sanciones impuestas por la ONU tras sus pruebas nucleares y que cesen las maniobras militares en su frontera.

Mayor festividad del país comunista se desarrolla en calma. John Kerry ofrece diálogo “creíble y confiable” a Pyongyang.

El secretario de Estado estadounidense reclama a China mayor firmeza frente a las amenazas nucleares. “La retórica que estamos escuchando desde Pyongyang es inaceptable”, remarcó.

Pyongyang advirtió que Tokio sería su primer objetivo si el gobierno nipón derriba alguno de sus misiles. Un portavoz del ministerio de Defensa japonés aseguró que están listos para responder.