El desafío está en mantener una relación sin inconvenientes en la oficina: que no afecte el clima laboral ni la productividad. La recomendación es que los protagonistas mantengan el control emocional y mental.

“Nuestro objetivo es aplastar este capitalismo del amor”, explicó el jefe de Relaciones Públicas del grupo, Takayuki Akimoto.

Como cualquier droga, hay un componente adictivo que juega un rol importante a la hora de separarse.