Sao Paulo.- Manifestantes se congregaban en diversas ciudades de Brasil hoy cuando la presidenta Dilma Rousseff se aprestaba a tomar juramento a su predecesor y mentor como jefe de gabinete, un hecho insólito que los partidarios del gobierno esperan alivie la crisis política que alborota a la nación más grande de Latinoamérica, pero los detractores consideran un intento descarado de evitar que se lo procese por corrupción. Desde horas antes e incluso después de la juramentación, manifestantes en Sao Paulo y Brasilia alzaban pancartas con la leyenda "Renuncia ahora" y coreaban consignas por el juicio político a Rousseff. Algunos llevaban enormes muñecos inflables de Lula vestido de presidiario. (Foto: AP)