Lo que debe considerar al cambiar de empleo
Si piensa cambiar de trabajo debe considerar, además del horario o salario, las prestaciones de seguridad social que le ofrecen.
Por: Redacción Gestion.pe
Especial Tu Dinero. La encuesta Ahorro y Futuro: Trabajadores Formales e Informales, realizada por la Asociación Mexicana de Afores (Amafore) en el 2016, evidencia la movilidad de los trabajadores en el mercado laboral: 45% de quienes hoy trabajan en la formalidad, es decir, que cotizan en algún instituto de seguridad social, ha trabajado alguna vez en la informalidad. Asimismo, 52% de quienes trabajan en la informalidad ha laborado alguna vez en la formalidad.
Estos cambios entre los sectores formal e informal repercuten principalmente en las prestaciones de seguridad social que reciben los trabajadores. Es por eso importante tomar en cuenta, además de los horarios y salario, que la empresa para la que va a trabajar cuente con prestaciones de seguridad social.
¿Cómo repercute la movilidad laboral en las prestaciones de seguridad social?
El cambio frecuente entre empleos formales e informales repercute en gran medida en las pensiones que los trabajadores obtendrán cuando llegue la edad de jubilación. Tanto en el sistema de reparto que operaba antes de la reforma en 1997 como en el sistema de capitalización individual, los trabajadores deben cumplir con un determinado número de semanas de cotización para poder acceder a una pensión: al menos 500 en el sistema de reparto y 1,250 en el sistema de capitalización individual.
Si un persona comienza a cotizar en algún instituto de seguridad social y después deja de hacerlo, o viceversa, a pesar de no dejar de trabajar, no estará sumando semanas de cotización durante el tiempo que trabaje por cuenta propia o de manera informal. Por lo anterior, si un trabajador no alcanza al menos las semanas de cotización mínimas requeridas por cualquiera de los dos regímenes, no podrá tener derecho a una pensión.
Por otro lado, la encuesta muestra que tanto los trabajadores formales como los informales coinciden en que una de las principales ventajas de tener un trabajo en la formalidad, o bien, con seguridad social, es que cuentan con seguro médico.
Es cierto que los programas de desarrollo social impulsados por el gobierno federal permiten a todos los mexicanos de escasos recursos tener acceso al sistema de salud denominado Seguro Popular, sin embargo, en caso de no tenerlo, se debe pagar por el servicio a un particular. Asimismo, contar con seguridad social permite tener acceso a créditos de vivienda, que de otra forma habría que solicitar un préstamo bancario o aportar el dinero de otra fuente. Estos rubros (pensión, salud y vivienda) forman parte de la seguridad social que cubren los empleos formales, con una cotización repartida entre el trabajador, el empleador y el gobierno.
El tema de la informalidad es preocupante, y más aún al encontrar que existe una mayor proporción de informalidad entre las mujeres que entre los hombres: 59% de los hombres trabaja en la informalidad, comparado con 74% de las mujeres. Esto significa que ellas se encuentran más propensas a no recibir una pensión y a depender económicamente en la vejez de su pareja o de algún programa de asistencia social.
Las razones por las que los trabajadores suelen cambiarse entre los sectores formal e informal son diversas. En algunos casos se debe a un tema de elección y en otros porque no tienen otra opción. En cualquier caso, es importante recalcar que trabajar en el sector formal tiene beneficios importantes en cuestiones de seguridad social, comparados con los trabajos informales. Sin embargo, si prefieres trabajar por cuenta propia, o de forma independiente, recuerda que puedes abrir una cuenta individual en alguna afore, o bien, continuar realizando aportaciones a tu cuenta, si dispones de una.
Diario El Economista
Red Iberoamericana de Prensa Económica (RIPE)