Viajes: Descubre diez experiencias increíbles que sólo lo harías si vives en una isla

VER AMANECER SOBRE EL MONTE BROMO, EN JAVA. El Monte Bromo, con 2.329 metros de altura, es uno de los volcanes más activos de Indonesia, pues ha erupcionado más de 50 veces en los últimos 250 años. Ver el amanecer sobre él, contemplar cómo los colores van tornándose cada vez más cálidos y ser consciente de su poder (¡está vivo!), es un ítem necesario en cualquier bucket list viajera que se precie.

CENAR BAJO EL MAR EN LAS MALDIVAS. ¿Te imaginas cenar bajo el mar? Puedes hacerlo en el hotel Conrad Rangali Maldivas, que cuenta con un restaurante, el Ithaa, situado cinco metros por debajo de la superficie del Índico. A través de su cubierta curva de vidrio, rodeado de otros 13 comensales, podrás disfrutar de un espectáculo marino inigualable: rayas que flotan majestuosas a un centímetro del cristal; pequeños tiburones blancos que no te causarán miedo, sino ternura; bancos de peces de todos los colores imaginables bailando en alegres remolinos…

ACARICIAR A LAS MEDUSAS EN PALAOS. Palaos, en Micronesia, es uno de los lugares más apasionantes del planeta en los que puedes ponerte las gafas de mirar bajo el mar. No en vano, está considerada como el mejor enclave del planeta para practicar buceo coralino. Aquí, las posibilidades de mezclarte con la fauna marina, son, como imaginarás, infinitas, pero nosotros nos decantamos por dejarnos mecer en su laguna de medusas inofensivas, declarado Patrimonio de la Humanidad. Es una experiencia casi onírica de esas que hay que vivir, al menos, una vez en la vida.

LLEVAR A CABO UNO DE LOS ATERRIZAJES MÁS EXTREMOS Y BELLOS DEL MUNDO EN ST. BARTHS. Para llegar a St. Barths, uno de los destinos más remotos y exclusivos del Caribe, hace falta realizar uno de los aterrizajes más extremos del mundo. Imaginate la estampa: aguas turquesas al fondo, el verde casi fosforecente de la vegetación a los lados, y, delante de ti, una pista de tan sólo 650 metros que se abre justo después de atravesar una montaña. Como verás, no es una experiencia apta para los débiles de corazón de hecho, para poder aterrizar aquí, los pilotos han de llevar a cabo un entrenamiento especial. Pero sin duda, ¡sí es para quienes adoran la aventura… y la pura belleza!

BUCEAR ENTRE ESTATUAS SUBACUÁTICAS EN EL MUSEO ATLÁNTICO. La vida de las Islas Canarias está tan ligada al océano que ¿por qué no contarla desde el fondo de éste? Ese ha sido el punto de partida del artista inglés Jason deCaires Taylor, autor de las 300 esculturas que integran el Museo Atlántico. Para realizarlas, el autor retrató a los vecinos de la zona en poses cotidianas: portando maletas, abrazando a sus parejas y mirando sus móviles, por ejemplo, en un intento de hacer perdurar bajo el mar la vida que tiene lugar en la tierra. ¿No te encantaría bucear entre ellas?

VIVIR UNA EXPERIENCIA PROPIA DE ROBINSON CRUSOE EN TAHITÍ. Un entorno paradisíaco, una cabaña en la misma playa y ninguna obligación más allá de dejar huellas en la arena infinita y solazarte protegida por la mousse solar refrescante Protect & Cool de Piz Buin, que proporciona una inmediata y agradable sensación de frescor helado. Eso es lo que proponen en Le Sauvage Private Island, una isla remota y privada en la que tan sólo hay cinco bungalows construidos con materiales locales, como bambú y maderas exóticas. Y en la que no hay electricidad sólo en el restaurante, para que desconectes, pero de verdad. ¿Te imaginas divisar la noche polinesia desde tu habitación, únicamente iluminada por las estrellas…?

COMPARTIR TOALLA CON SIMPÁTICOS CERDITOS EN LAS BAHAMAS. ¿Cerditos bañándose contigo en la playa? Sí, es posible en Las Bahamas, donde unos 20 ejemplares llevan décadas campando a sus anchas por las cristalinas aguas saladas de los cayos del distrito de Exumas. En la Pig Beach, situada en una pequeña isla deshabitada, sólo viven estos simpáticos animalitos, ¡y se dice que también cabras y gatos! Una población de lo más variopinta, y sin duda, inesperada en una isla, que se hizo famosa cuando la modelo Irina Shayk se fotografió allí hace algunos años.

VISITAR LA MEJOR PLAYA DE ESPAÑA SEGÚN LOS LECTORES DE TRAVELER, EN FORMENTERA. Ses Illetes tiene la arena tan fina como un rayo de sol, aguas del color del cielo y ecos caribeños. Por todo ello, esta cala de Formentera (ese paraíso hippie) ha sido elegida como mejor playa española de 2017 por los lectores de Traveler. Nosotros proponemos disfrutarla llegando a ella por el mar, con tu propia embarcación (muchas no requieren titulación) o con una tabla de paddle surf, de esas que tienen el suelo transparente para poder disfrutar de la animada vida subacuática mientras surcas las olas. Una vez en tierra, lo único que te queda por hacer es desperezarte lentamente bajo ese Edén incandescente. Hazlo con Piz Buin Instant Glow, la loción solar que contiene diminutas partículas que reflejan la luz e iluminan tu piel con un precioso y sutil destello dorado. ¡Brillarás con luz propia!

NAVEGAR POR LAS AGUAS CON LA SATURACIÓN MÁS ALTA DEL MUNDO EN LA GRUTA AZUL (CAPRI). El mar, poderosamente azulado, se recorta contra el misterio oscuro de una de las cuevas marinas más famosas del mundo. Estamos en la Gruta Azul, en la isla de Capri (Italia), donde un sencillo fenómeno (una pequeña abertura bajo la entrada de la cueva), hace que las aguas parezcan casi bioluminiscentes. El resultado, de auténtica magia, ya conquistaba a los emperadores romanos antes que a nosotros, que utilizaban la zona como área de baño privado. Hoy puedes entrar con una pequeña barquita desde el agua, protegida por Piz Buin Moisturising, una fórmula no grasa que proporciona una intensa hidratación durante el proceso de bronceado.

ALQUILAR UNA ISLA. ¿QUÉ TAL NECKER ISLAND?. Una colonia de flamencos rosas, ocho villas de lujo de estilo balinés con capacidad para 34 inquilinos, un staff compuesto por 100 personas, equipamiento para hacer cualquier deporte acuático y hasta un mini-submarino, el Necker Nymph, a tu disposición. Eso es lo que ha ideado para ti Sir Richard Branson, dueño de Virgin, que te alquila Necker Island, su isla, COMPLETA. Toda, entera, con sus muchos kilómetros de arena blanca, palmeras y aguas tropicales y el solazo propio de las Vírgenes Británicas.