Vea el superauto de élite de US$ 156,000 del que nadie habla
FOTOGALERÍA. El Acura NSX 2017 está en la calle desde hace un año pero ha sido ignorado debido a una débil imagen pública por su asociación con las hordas de olvidables Acura que hay por ahí. “Es una lástima”, opina Hannah Elliott, quien pone al auto en la misma encomiada categoría del Audi R8, el Mercedes AMG GT e incluso el McLaren 570S.
Esta es la versión breve de la problemática vida del auto en los últimos años: Honda anunció por primera vez los planes de fabricar un nuevo NSX, sucesor de un NSX de primera generación sumamente elogiado, en el 2007, pero canceló la producción después que la economía se desbarrancara en el 2008.
Luego, en el 2011, la compañía dijo haber iniciado una segunda generación, el concepto actualizado del NSX. En 2012 exhibió uno en el Salón del Automóvil de Detroit, pero llevó otros tres años que el modelo de producción llegara a la misma exposición automovilística en el 2015. El moderno NSX finalmente salió a la venta el año pasado, casi una década después de los primeros rumores.
Diseñado por Michelle Christensen y construido en Ohio, el NSX 2017 sigue el mismo estilo de ángulos calculados y agresividad moderada del NSX original, concebido en Japón en 1990. Cuando se lo compara con superautos de diseño característico como el impetuoso Chevrolet Corvette, el Ferrari California, dueño de un buen cuarto trasero, el robótico GT-R de Nissan y el discreto Porsche 911, el NSX se defiende con elegancia discreta.
Christensen, que diseñó el exterior, ha dicho que utilizó "animales y árboles" como puntos de referencia en la contenida apariencia final; no veo del todo los álamos o los sauces en el NSX, pero claramente hay presente una cuidadosa sobriedad. Me alegro de que una automotriz haya resistido el impulso de exagerar el estilo solo para causar impacto. Eso ya lo hemos visto y no es lindo.
El NSX, en cambio, trae delgadas luces delanteras LED con diamantes a ambos lados de una parrilla frontal abocinada. Las entradas de aire que flanquean su trompa perfecta hacen juego con las ubicadas a cada lado de sus ancas. Las ruedas de aleación de 20 pulgadas están colocadas bien separadas a ambos lados. Los (únicos) dos asientos se ubican de manera cómoda y práctica dentro de la cabina, y la visibilidad en todos los giros es realmente sorprendente cuando se piensa en las paredes negras que obstaculizan la visión en la mayoría de los demás superautos.
"Agresivo", "crudo", "gutural", "bestial", NO son palabras para describir cómo se ve y se conduce el NSX. Tampoco "elegante", "curvilíneo" o "pechugón". El NSX ocupa el centro de la Matriz de Aprobación de todos esos extremos. ¿Existe una cupé andrógina que tienda a la silueta de una sílfide, con el equilibrio de un bailarín y las costumbres de un samurái? Es esta.
¿Sabían que el NSX es un híbrido con tracción en las cuatro ruedas? Ustedes no se darían cuenta si no lo supieran antes de ponerse al volante. Y no lo sabrían al ver pasar a uno de ellos. Casi nada revela su potencia eléctrica oculta a excepción de un pequeño indicador en el tablero y el hecho de que el motor arranca cuando uno se detiene fuera del modo Track. Además es increíblemente silencioso e incluso hay un modo de conducción "Quiet" que permite andar sin hacer el menor ruido. Quienes aman al Corvette se quejarán de que el NSX necesita un gruñido más fuerte para su potencia, pero el NSX de todos modos no es para ellos.
El NSX tiene tres motores eléctricos: dos en el eje delantero y un tercero entre las bancadas del motor turbo V6. Esto lo ayuda a alcanzar 573 caballos de fuerza y 22 millas (35 kilómetros) por galón (3.8 litros) en autopista, una de las mejores eficiencias de combustible de este segmento. (La Estrella Polar del grupo de los superautos híbridos sería el 918 Spyder de US$ 850,000 de Porsche, que llega a casi 90mpg.)
Algunos critican por “no divertida" la abundante tecnología de conducción que usa el NSX para mejorar la aceleración y el manejo. Los amortiguadores "magnetoreológicos" controlan el balanceo en forma independiente en las cuatro puntas; en modo “Track”, por ejemplo, el auto se corrige al salir de las esquinas para que ustedes no se deslicen ni puedan hacerlo. La máquina alcanza las 60 millas por hora en 2.7 segundos; la velocidad máxima es de 191 mph. Esas personas están equivocadas. Es un placer conducir este auto.
Con una aceleración rápida, dirección ágil y frenos hiperveloces y atentos, el auto sale bien parado frente al Audi R8 y el McLaren 570S. Este tipo de precisión, queridos, no es aburrida. Es emocionante.
De hecho, vayan a manejar el NSX durante 30 minutos y vengan a decirme que no se divirtieron. Los desafío.
Por: Redacción Gestion.pe