¿Vale la pena dejar de trabajar un tiempo para viajar por el mundo?
La mayoría de millenials se consideran parte de una comunidad más amplia donde las fronteras nacionales no importan tanto como lo hicieron en el pasado.
Por: Redacción Gestion.pe
Al igual que muchos futuros egresados, recuerdo haberme enfrentado a múltiples opciones sobre qué hacer luego de graduarme de la universidad, comenta Christina Lavingia en su artículo publicado por Forbes. Dos parecían las más responsables: cursar un posgrado o entrar en mi carrera de forma inmediata. Pero había otra opción que al parecer generaba una mayor satisfacción personal: ver el mundo.
A medida que se acercaba el día de la graduación, aún no tenía una respuesta sobre mi futuro. Incluso sin nada seguro para asistir a una universidad de la Ivy League ni nada concreto en el campo laboral, viajar no era una opción viable para mí.
Al estar enfocada en mi carrera y no ser la más valiente de mi grupo, además de no contar con el apoyo financiero de mis padres, tenía una serie de razones por las cuales la idea de viajar luego de graduarme no sonaba como una buena decisión.
Al final, nunca tuve siquiera que considerar seriamente esta opción pues recibí una oferta de trabajo justo antes de la graduación y tomé la ruta más convencional. Pero mi compañera de la universidad tomó otro rumbo.
Pocas semanas después de terminar los últimos cursos, Kristin Wallash y su hermana gemela, Briana, compraron un boleto solo de ida hacia Bangkok para iniciar un viaje de mochileras de un año.
De repente, su muro en Facebook estaba inundado de lugares exóticos, impresionantes puestas de sol y extraños platos locales –la típica comida de la generación del milenio en sus viajes de posgrado. Para financiar su viaje, Kristin y Briana trabajaron en diversas granjas orgánicas en el sudeste de Asia.
Nuestros dos estilos de vida divergentes me hicieron preguntarme: ¿Es mejor posponer nuestra carrera profesional para viajar?
Los beneficios de viajar antes de iniciar una carrera.
Si bien el comportamiento de Kristin y Briana me parecía desconocido, su impulso de romper el tradicional paso post graduación es algo común. De acuerdo con American Express Business Insights, la generación del milenio es el grupo de edad de más rápido crecimiento cuando se trata de gastar en viajes.
Este grupo presenta el doble de probabilidades que los ‘no mileniales’ de viajar como un hobby. Un 50% de los ‘millenials’ dice realizar al menos cuatro viajes de ocio al año. Lo que es más, los jóvenes representan alrededor del 20% de todos los viajeros internacionales, de acuerdo con estimaciones de la ONU, lo que genera la friolera de US$ 185,000 millones en ingresos por turismo internacional.
Viajar es caro, pero ya no parece ser un lujo reservado para los adultos consolidados. Ese cambio puede explicarse por muchas razones, que van desde un difícil mercado laboral hasta un cambiante sistema de valores.
“La generación del milenio prioriza las experiencias –y por extensión, los viajes– por encima de todo”, opina Susana Hawkins, investigadora de diseño en Lextant. “Teniendo en cuenta lo fácil que ha sido siempre acceder a las cosas de forma digital, los ‘millennials’ ven las experiencias analógicas como la mejor manera de desarrollar una comprensión más profunda del mundo que les rodea”.
Dan Nainan, un viajero frecuente y comediante que vive en Nueva York, dijo que el modelo tradicional de jubilación no necesariamente atrae a la generación del milenio.
“No estamos de acuerdo con el viejo modelo creado por la generación de nuestros padres –ir a la escuela, luego trabajar desde los 22 años hasta los 65, permaneciendo 43 miserables años en algún trabajo que odiamos, para después recién poder viajar”, dijo Nainan.
“¿Quién quiere vivir de esa manera? Lo mejor es tener mini-jubilaciones en el camino. Trabajar unos meses, luego viajar un mes. Trabajar unos años, luego viajar durante un año”, agrega.
Ser parte del trabajo monótono podría ni siquiera ser una opción que tienen los ‘millenials’. La Generación Y se enfrenta a tasas de desempleo más altas que la media, especialmente los recién salidos de la escuela; según datos de marzo del 2015 de la Oficina de Estadísticas Laborales, el 10% de los estadounidenses entre 20 y 24 años están desempleados.
Ese número se reduce hasta el 5.6% para el grupo de 25 a 34 años de edad –20 puntos básicos por encima de la media nacional en EE.UU. y la tasa de desempleo más alta de cualquier grupo de edad superior a 25.
Al mismo tiempo, el Internet está haciendo que viajar sea más fácil y más accesible para los mileniales desempleados, dando fácil acceso a blogs sobre viajes, listas infinitas sobre lo que deben ver en cualquier destino de viaje, y páginas como Yelp que reseñan diversos lugares, desde cabañas tiki hasta la Basílica de San Pedro.
“Nosotros (o por lo menos mis amigos y yo) nos vemos como parte de una comunidad más amplia donde las fronteras nacionales no importan tanto como lo hicieron en las generaciones anteriores”, dijo Stephen Richey, un ‘millenial’ que ha viajado a más de 25 países. “A diferencia del arraigado nacionalismo de nuestros padres y abuelos, no me veo como un estadounidense sino como un ciudadano del mundo”.
Un factor que sin duda juega a favor de los ‘millenials’ es que, dependiendo de donde vayan, se puede hacer un viaje a bajo costo.
“Soy lo suficientemente joven como para viajar gastando poco, tomando autobuses, durmiendo en habitaciones compartidas con otras 20 personas que no dejan de roncar, y todas las otras cosas divertidas que conlleva viajar con bajo presupuesto”, comenta Kristin.