"Las tres viudas" invaden las tablas con un retrato vetusto de los limeños de hoy
La comedia de enredos pinta con ingenio las costumbres pueblerinas de Lima con un tono tan punzante como pintoresco. La adaptación a cargo de Carlos Galiano llega al teatro La Plaza hasta el 1 de septiembre.
Por: Karen Rojas Andia
Una madre ansiosa por casar a su hija con un hombre adinerado para asegurarse la existencia. Un ‘galán’ sin oficio que mantiene en secreto otro compromiso. Son algunos de los personajes que Manuel Ascencio Segura usó para retratar con maestría las costumbres limeñas del siglo antepasado.
“Las tres viudas” llega así al teatro La Plaza bajo la adaptación de Carlos Galiano para poner en vitrina los defectos que aún nos persiguen. Con un guiño hacia lo criollo, pintoresco y mordaz, la comedia de enredos pinta con ingenio escenas que giran en torno al “chismorreo, la hipocresía y la doble moral”.
Una viuda de cuidado
Doña Martina, la viuda mayor, es el eje de la pieza. “El personaje es difícil, habla todo el tiempo, está atribulado porque considera que su hija es una malagradecida”, dice una risueña Sofía Rocha, responsable de encarnar el papel, quien al igual que sus pares se enfrenta al reto de interpretar en verso un texto que no prescinde del castellano antiguo.
“Tu novio se encuentra a tres dobles y un repique, qué hará sin nada suyo, sin oficio, sin un real, seguro que jaranear gastando todo lo tuyo”, reprocha Doña Martina a ‘Miquita’ en una de las escenas.
Con un sello personal, Sofía representa a una matrona divertida y, al mismo tiempo, manipuladora, en una obra con dosis de jarana criolla. Cuenta que “Las tres viudas” es una de esas piezas que demanda más que una entrega absoluta. Para representar a Martina, debe ponerse una nariz de látex y un vestido poco cómodo. “A mí me encanta el personaje, pero no voy a mentir: termino agotada”.
La actriz no se precipita al concluir que los capitalinos “no hemos cambiado mucho”. Según coincide el director sobre el trasfondo, “las conductas retratadas están aún impresas en la fotografía de hoy”, por eso la obra lo sedujo de inmediato.
El elemento demandante
La versión de Galiano está ambientada en el centenario de la Independencia y le otorga cierto protagonismo a una criada indígena y un mensajero afroperuano, en donde pone foco en los prejuicios raciales.
“Decidí desarrollar más la anécdota y llevar más a fondo las características de los personajes pero el texto sigue siendo el mismo”, narra el director.
La puesta en escena requirió el respaldo de dos auspiciadores. Según producción, fue la escenografía la que demandó un mayor gasto. La misma, dice Galiano, se ciñe al estilo republicano, al tiempo que el vestuario trata remitir al espectador a dicha época.
A son de guitarra y cajón. Los diálogos en verso se intercalan con jarana criolla. (Foto: Difusión)
Detrás de la matrona
Después de cada función, Sofía revela que necesita ‘oxigenarse’. Aunque no es de las actrices que tiene el guion en mente todo el tiempo, se considera autoexigente con cada rol que interpreta. “Para encarnar a Martina llevo un vestido totalmente cerrado, además de un corseé, una falta de yute y enaguas, así que bajo un kilo de peso”, cuenta entre risas. “Son detalles que el público desconoce pero que tienen un peso importante en el actor, no es una cosa sencilla”.
Ella cuenta que, si bien está ejercitada en el drama, también le fascina la comedia. “No tengo personajes soñados”, confiesa. “Soy como un zapatero, me das un zapato y lo arreglo; de igual modo, me das un papel y lo hago”, enfatiza con entusiasmo.
“Sí, es difícil buscarle la verdad al verso pero el director nos ha ayudado un montón en ese proceso”. (Foto: Lucero Del Castillo)
HOJA DE VIDA
Nombre: Sofía Rocha.
Ocupación: Actriz de teatro, TV y cine.
Obras: “Otras ciudades del desierto”, “Ricardo III”
Edad: 47 años.
Un observador al milímetro
A sus 29 años, Carlos Galiano ya ha dirigido tres obras de teatro. Reconoce que suele fijarse “casi obsesivamente” en los detalles: desde que un objeto esté en un lugar determinado, hasta que la música entre en un momento específico.
Para el caso de “Las tres viudas” solicitó prolongar los ensayos durante tres meses, no dos, como generalmente ocurre. También consideró oportuno convocar a una especialista en manejo de verso y a un docente de canto para que guíen a los actores en el proceso creativo.
“La musicalidad, el octosílabo y la rima se cuentan entre los elementos que necesitan mantener los actores a lo largo de la pieza”. (Foto: Lucero Del Castillo)
HOJA DE VIDA
Nombre: Carlos Galiano.
Ocupación: Director.
Obras: “Newmarket”, “Falsarios”.
Edad: 29 años.