Tendencias en alta relojería: ¿cómo será el reloj del futuro?

InnoVision 2, el segundo "concept watch" de Ulysse Nardin (en la imagen grande sobre estas líneas) suma 10 novedades técnicas que apuntan el camino que la manufactura seguirá en el futuro. Destacan soluciones como las ruedas de engranaje de oro, metal que reduce la fricción mejorando la transmisión de la energía, o el "grinder", un nuevo sistema de carga que aprovecha la flexibilidad de los componentes y la energía cinética.

Conexión. La mejora de la tecnología "bluetooth" permitirá incorporarla a los relojes clásicos sin perjudicar su funcionamiento o estética. Swatch ha anunciado el módulo de "bluetooth" más pequeño del mercado. Hasta entonces, una alternativa son las correas inteligentes, como la de Frederique Constant.

Caja. Aparecen nuevos materiales procedentes de otros campos como la ingeniería espacial. Entre las alternativas vistas este año encontramos la aleación de cromo-cobalto, estrenada en relojería de la mano de Roger Dubuis. Es más resistente y brillante que la habitual terminación de acero.

Reserva de marcha: Lograr la mayor posible es un reto que afrontan varias firmas. Greubel Forsey desarrolla actualmente la tecnología nano que, por medio de una reducción del espacio necesario en el calibre, espera lograr un movimiento con una reserva de marcha en torno a los 180 días.

Antimagnetismo. Es una aplicación antigua, pero cada vez más marcas la incorporan gracias al desarrollo del silicio y, lo que es más importante, a un precio competitivo. Los movimientos Powermatic de Tissot son un buen ejemplo al estar disponibles en modelos con un precio que ronda los 920 euros.

Carbono: Es el material, con permiso del silicio, que con más fuerza está entrando. Hasta ahora se ceñía a las cajas, pero cada vez se usa más en movimientos. Panerai ha presentado el primero con sus principales componentes fabricados en carbono, lo que evita la necesidad de lubricantes.

Certificación. La calidad en términos de precisión, fiabilidad o resistencia al agua debe ir más allá de las promesas. Las certificaciones de organismos independientes se usan cada vez más. Ya no sólo existe el COSC. Omega ha colaborado en la creación del certificado Metas que pasan todas sus piezas.