San Valentín: Estas son las citas perfectas en ciudades desde Sídney hasta Sao Paulo

FOTOGALERÍA. Falta menos de una semana para el Día de San Valentín y muchas parejas aún no saben dónde celebrar esta fecha tan especial. Como soñar no cuesta nada, Bloomberg comparte aquí algunas sugerencias para pasar una inolvidable velada romántica en diversas ciudades alrededor del mundo. Desde exclusivos restaurantes y funciones teatrales hasta paseos en bote y aviones fletados, esta “guía global para el romance” tiene todo lo que necesita para el 14 de febrero.

101 Dining Lounge and Bar en One and Only Resort de la icónica isla de Dubai con forma de palmera. Ubicado en el puerto privado del complejo, este restaurante sobre el agua ofrece vistas panorámicas de la ciudad desde el embarcadero. Disfrute de las tapas y cocteles mediterráneos mientras observa el paso de los yates y un DJ ambienta el lugar con música electrónica.
Sidewalk Café en la calle Derry de Vredehoek. Es un lugar íntimo e informal, tiene vistas panorámicas de montañas y el puerto, y la comida estilo bistró es ecléctica sin ser demasiado cargada. Nuestras recomendaciones: pasta de langostino, un perfecto filete a la plancha con mantequilla Café de Paris, y una rebanada de cheesecake de suflé de limón tan ligero como el aire.
Borkonyha, un restaurante con estrellas Michelin especializado en la cocina y vino de Hungría. El establecimiento, con su estilo bistró, se encuentra a dos minutos a pie desde la famosa Basílica de San Esteban y, al igual que buena parte de su menú, combina la estética tradicional con una elegante y moderna calidad. A la hora elegir qué comer, no se deje amedrentar: los sesos de ternera como primer plato no le arruinarán la velada. Antes de cenar, cruce el Río Danubio por el Puente de las Cadenas, el más bello de la ciudad y tome el funicular que lo lleva directamente hacia el otrora Palacio Real.
Restaurante Limosneros, un rincón romántico en el Centro Histórico de la ciudad, donde cuelgan candelabros del cielorraso y cuyas anchas paredes de piedra datan de hace 400 años. El menú es mucho más que moderno: platos mexicanos como la sopa de frijoles con panceta y pato con capulín, pasas y manzanas. Antes de cenar, visite el Antiguo Colégio de San Idelfonso, que ha sido transformado en museo, y luego disfrute de una caipirinha tan dulce como las vistas panorámicas desde el bar del último piso del hotel boutique Downton Mexico Hotel en una de las construcciones más antiguas de la Ciudad de México. Y si es fin de semana, deléitese con un concierto en el cercano Palacio de Bellas Artes.
Chou, en el barrio de Pinheiros. Ubicado en un viejo edificio residencial, el ambiente es relajado y hogareño, con un interior luminoso, impecable y moderno y un jardín trasero con luces de hadas. La comida, cocinada sobre fuegos de carbón y leña, refuerza la frescura de la carne y el pescado, adornados con distintas hierbas frescas. Si está alojado en el sector de más movimiento, dé un paseo romántico por la autopista elevada minhocão para despertar el apetito antes de cenar: esta autovía se cierra al tránsito todas las noches de los fines de semana.
Bombay Canteen, un popular rincón de Mumbai por una razón. Allí, el chef Floyd Cardoz (que también dirige uno de los restaurantes indios más exitosos de la ciudad de Nueva York, Paowalla) improvisa con las especialidades regionales menos conocidas, como la pierna de cordero de Cachemira, perfectas para compartir. Asegúrese de pedir una mesa con vista a la cocina abierta. Después de la cena… diríjase a Aer, el bar en la azotea del piso 34 en el hotel Four Seasons, donde las vistas de la ciudad y el mar Arábigo parecen interminables.
L'Oiseau Blanc, en el último piso del Peninsula Hotel y sede de la suite más cara de la ciudad. Otros lugares tienen vistas fantásticas de la Ciudad del Amor, pero ésta, con vistas despejadas de la Torre Eiffel desde su posición elevada del distrito 16, es una de las mejores. El menú francés, supervisado por el chef Sidney Redel, incluye gallina de Guinea de las Landas, queso de Ossau Iraty, carne de rape de Bretaña y cangrejo de Douarnenez. Después de la cena, si es un día de la semana… dé un paseo de 20 minutos y pase por las muestras de flores en el Four Seasons George V, donde Jeff Leatham, director artístico del hotel, decora el lugar con 12,000 flores cada semana.
Odette, un restaurante de dos estrellas Michelin, en la Galería Nacional. Con menos de 40 asientos en lo que antiguamente era una cámara lateral de la Corte Suprema, el servicio íntimo del local es tan excepcional como el ambiente. Reserve con anticipación y opte por el menú de degustación de ocho platos. El aclamado chef Julien Royer pone su magia en la cocina francesa moderna, almejas crudas con trufas de Perigord y avellanas; gallina de Guinea con foie gras y risotto con apio y remolacha. Antes de la cena, si es un día de semana… dé un paseo desde su oficina a través del Distrito Cívico de Singapur, donde el pasado colonial y moderno del país se fusionan en un ambiente romántico. Disfrute de un cóctel antes de la cena y un plato de ostras en el Aura Sky Lounge, mientras el sol se pone y el horizonte del Marina Bay brilla en la distancia. También puede disfrutar de la vista desde la piscina en la azotea del Marina Bay Sands.
Foreign Cinema. Primero, deléitese con la impresionante lista de ostras de esta institución del Mission District. Luego disfrute de las ostras junto con Champagne (tal vez el De Sousa Blanc de Blancs Brut Réserve). Después, disfrute el plato de fondo junto a su pareja durante la proyección de películas todas las noches. Por último, porque la película que se proyectará hasta el 19 de febrero es Dirty Dancing, viva "el mejor momento de su vida".
Cantaloupe Sky Dining, en el piso 24 del edificio Troika diseñado por Foster Partners. El menú de degustación consta de 24 platos del chef Christian Bauer, que van desde el carpaccio de geoduck, caracú asada y una combinación dulce y sabrosa de sandía yuzu y miso. Pero en realidad son los interiores, diseñados por Hecker Guthrie, los que acentúan las vistas románticas del restaurante sobre el KLCC Park y las torres gemelas de Petronas.
Hawksworth, en el famoso Rosewood Hotel Georgia, que aportó lujo a la entonces joven ciudad canadiense de la costa oeste en los años 20 y cuyos invitados han incluido a la realeza británica, Nat King Cole y Marlene Dietrich (y sus 40 maletas). Los elogios también van para la cocina canadiense contemporánea del chef David Hawksworth, con un enfoque en ingredientes frescos y acentos asiáticos, como un tataki de atún salado negro con dashi de hongos, arroz crujiente, raíz de loto y castañas de agua. Antes de salir, tómese una foto romántica debajo de la enorme araña de cristal montada a mano en el elegante restaurante de cuatro habitaciones. Si es un día de semana, antes de la cena… tome un hidroavión de Harbor Air para un vuelo charter de 30 minutos. Disfrute de las impresionantes vistas del horizonte de Vancouver, Stanley Park, las montañas North Shore y Coal Harbour.
Reserva una mesa en … Oriole, un destino con estrellas Michelin en un callejón industrial en el West Loop. No se deje llevar por la entrada con aspecto de elevador de carga. Una vez que la puerta se abra, usted será transportado hacia la perfecta cita nocturna en un comedor ligeramente iluminado con muchos rincones y recovecos. Antes o después de la cena, si es un fin de semana… consiga entradas para la función de día o noche de Hamilton, una de las más populares obras de Broadway de los últimos tiempos (ahora en gira). A diferencia de Nueva York, no tendrá ningún problema para conseguir boletos. Alternativamente, (o si le encanta el teatro reserve una función doble), la Lyric Opera de Chicago (en la imagen) está preentando Carmen, la historia clásica francesa de un amor vital y peligroso y una intensa independencia.
Fred’s, el restaurante del momento de la gente influyente. La chef Danielle Alvarez, ex de Chez Panisse, basa su cocina francesa de campo en producción estacional y técnicas del viejo mundo. El lugar para 60 comensales en Paddington tiene una atmósfera tan íntima y cálida que usted se olvidará de que no está en la cocina de un amigo (al menos hasta que llegue la cuenta). Antes de cenar, disfrute de las tardes de verano recorriendo los jardines de la centenaria Strickland House, en el suburbio oriental de Vaucluse y luego le recomendamos que dé un paseo por la apacible Milk Beach, una playa oculta y pequeña, muy cerca de allí, para disfrutar de la puesta de sol. La vista de la parte central de Sydney al otro lado del agua no es otra cosa que romántica.

Por: Redacción Gestion.pe