Ramiro Llona o la voluntad de resistir de espaldas al mercado peruano del arte
El artista prepara dos muestras de obras de gran formato sobre lienzo y papel. Afirma que el dinero solo sirve para no pensar en el dinero.
Por: Luis André Agurto
A pocos días de iniciar dos muestras personales que empezarán casi en simultáneo, el pintor Ramiro Llona luce calmado. Todo el material (pinturas y dibujos) que se expondrá en ‘El gesto informado’ (desde el 12 de octubre en el Centro Cultural Británico) y en ‘El lugar de la pintura’ (a partir del 13 de octubre en el Museo de Arte Contemporáneo), los ha hecho en la casa-taller donde vive con su familia. “Nunca dejo de estar en contacto con mi obra”, apunta.
Y es cierto. El espacio, con un techo de siete metros de alto, está diseñado para que los cuadros en los que trabaja se aprecien desde cualquier lugar. “Es como estar en el cine. Desde cualquier lugar puedes ver el ecran”, explica.
La crisis y el arte
Los últimos tres años se han caracterizado, entre muchas cosas, por una economía que dejó de crecer. Llona, además, renunció a trabajar con algunos galeristas debido al cobro excesivo de comisiones. Pero eso, lejos de desanimarlo, sirvió de aliciente.
“En esta época es cuando cuadros más grandes he pintado”, detalla el artista. Sin embargo, esas son las obras más difíciles de comprar, a decir del creador.
“Un psicoanalista diría que hay una intencionalidad mía de estar de espaldas al mercado y, de alguna extraña manera, le daría la razón. Me gusta esa sensación”, confiesa.
El mercado
El autor sostiene que el mundo de los agentes comerciales en el arte es más complejo de lo que se cree. “Se relaciona a tu obra de diferentes maneras: galerías, museos, decoradores o coleccionistas”, explica. En ese sentido, el artista precisa que, personalmente, “ese asunto lo tiene bien diversificado”.
Llona también produce esculturas, grabados, cerámica, fotografía y pinturas de menor tamaño. “El problema es que la gente cree que mis trabajos más importantes son los de gran formato”, dice entre risas.
“Hay tanta preocupación por cómo va el mercado, pero ese no es el motor de lo que uno hace”, aclara. “Para un artista, el dinero solo sirve para no pensar en el dinero”.
¿Cómo se preparó la exposición?
Preparar “Grandes formatos” ha tomado tres años. Al principio iba a ser una retrospectiva convencional, pero “nos dimos cuenta que en el taller había una cantidad de obras de gran formato que eran suficientes para hacer la muestra de ese tema”, detalla Llona.
Después de fijar la temática, el creador tuvo que empezar a catalogar el material artístico. Para eso, contó con la ayuda de Juan Peralta, director de exposiciones del Museo de Arte Contemporáneo (MAC).
“Es un trabajo largo. Había mucho trabajo en papel, cerca de 2,000 dibujos”, relata el artista, que tuvo que fotografiar cada una de las piezas para, finalmente, seleccionar 22 obras.
Luego del fichaje, comenzaron las reuniones con las demás personas que estarán involucradas en la exposición. “Escritores, diseñadores, auspiciadores. Con todos ellos hay que estar en coordinación constante”, explica el autor.
Ambas muestras cuentan con dos catálogos o libros. El encargado de los libros fue el escritor Jeremías Gamboa, que realizó una entrevista de 17 páginas sobre el proceso creativo de Llona.
“Además, se ha hecho una bibliografía comentada, que es una recopilación de todo lo que se ha escrito sobre mí en estos 40 o 50 años de trabajo”, manifiesta.
En el caso de los auspiciadores, Llona sostiene que “pedir dinero para el arte en el Perú siempre es tedioso”. Sin embargo, el creador tiene desde hace algunos años a Repsol como un constante patrocinador de sus muestras.
Además de ser muy cara, el pintor cuenta que hay mucha gente involucrada detrás de una exposición. “Desde los chicos que van a colgar los cuadros hasta al gente detrás de las instituciones, todos ayudamos de distintas maneras”, asegura.
Fotografía, Instragram y otras tecnologías
“La fotografía es algo que he hecho toda mi vida”, manifiesta Llona. El pintor, que presentó hace tres años la muestra “Barranco a Pie”, ahora también prepara una exposición en la Galería Forum con imágenes de Nueva York hechas con su iPhone.
La particularidad de la presentación es que las 22 fotografías, trabajadas previamente en Instagram, han sido ampliadas a 1.10 × 1.10 mts.
Y es que el artista se considera un fanático del aplicativo móvil. “Por las mañanas me levanto, entro a mi cuenta de Instagram (@ramirollona) y veo con urgencia 200 o 300 imágenes. No puedo dejar de hacerlo”, confiesa.
Llona también es un lector voraz, pero ahora lo hace con un iPad al lado. “Si me encuentro con una paisaje o la puerta de una fachada de una casa en Francia, me meto al iPad, a Google Earth y lo busco”, detalla.
“Los escritores dirán que me estoy perdiendo la capacidad de imaginarme eso, pero para mí es como tomar un bus y ir hasta ese paisaje o esa puerta, pararme delante y simplemente detenerme a observar”, agrega, fascinado.