¿Por qué Copenhague es la ciudad más habitable del planeta?

FOTOGALERÍA. Copenhague, la capital de Dinamarca, está de moda por albergar el restaurante Noma, elegido varias veces el mejor del mundo; ser el origen de marcas globales de ropa; porque es la ciudad del influyente arquitecto Bjarke Ingels, o por sus polémicas series de TV tipo Borgen. Sin embargo, su gran negocio se ha convertido en la exportación de un modelo de crecimiento ecológico. El diario El País de España muestra porque.

Copenhague ha sido elegida tres veces seguidas por la revista británica de tendencias globales Monocle como la ciudad más habitable del planeta, capital verde europea en 2014 y designada por una investigación de The Economist Inteligence Unit como la capital más sostenible de Europa. (Foto: Getty)
La meta de Copenhague es convertirse en 2025 en la primera capital del mundo neutral en cuanto a emisiones de carbono. (Foto: Bloomberg)
Este objetivo tiene un fin económico se dice en un informe London School of Economics: desde 1990, la capital de Dinamarca ha reducido las emisiones un 40%, y desde 1980 el PBI del país ha subido un 80%, pero el consumo energético se ha mantenido al mismo nivel. (Foto: Bloomberg)
El informe de la London School of Economics certifica que la apuesta por la eficacia ecológica ha sido buena para la economía de la ciudad. Copenhague nunca ha llegado a estar en recesión y ese informe lo atribuye a la apuesta verde. (Foto: Bloomberg)
El ministro danés de Clima, Rasmus Helveg Petersen, también es el ministro de Energía y Construcción. Los tres sectores los han juntado en una sola cartera. "Lo que estamos haciendo aquí es nuevo, ocurre por primera vez", explica Helveg Petersen. (Foto: Twitter)
Dinamarca tiene que contribuir decididamente a la conservación ambiental, porque de fundirse el hielo de Groelandia, un territorio danés en el mar ártico, el agua inundaría toda la ciudad de Copenhague. (Foto: Getty)
Tanto en el Parlamento como en el municipio de Copenhague, el consenso sobre política medioambiental supera casi el 90%. Gane quien gane las elecciones del 18 de junio, la apuesta medioambiental no se cambiará porque fue consensuada en 2012 hasta 2025. (Foto: Getty)
Los daneses están construyendo el primer barrio en el mundo preparado para el cambio climático. Se trata de St. Kjeld, en el que existirán jardines con depósitos subterráneos para agua y aceras más permeables. El objetivo es que ese tipo de reformas alcancen todo el espacio urbano del país. (Foto: seresponsable)
El interés que despierta el sector ambiental se ha traducido en que, solo en 2014, 2,600 delegaciones de todo el mundo hayan visitado State of Green, el organismo mitad público mitad privado encargado de promover las soluciones verdes que ofrece Copenhague. (Foto: Linkedin)
Dinamarca fue el primer país en tener un ministro de Medio Ambiente, en los años 70. Uno de sus fundadores, Jan Gehl, es el gran gurú de la planificación urbana, de la lucha para convertir a las ciudades en lugares más habitables y del estudio de la relación de los tejidos urbanos con la gente. (Foto: smh)
Para Copenhague, el cambio empezó en los años 70, cuando, durante la crisis del petróleo de 1973, sus ciudadanos exigieron a sus representantes que apoyasen una nueva forma de transporte urbano: la bicicleta. Hoy sigue siendo el signo más evidente de la transformación de la ciudad. (Foto: Ciclyng)
En Copenhague, el 90% de los padres llevan a sus hijos al colegio en bicicleta o caminando. En el centro, en el que habitan unas 700,000 personas, el 63% de los desplazamientos es en bicicleta. (Foto: cargocycling)
El objetivo es generalizar el gran Copenhague, donde viven dos millones de personas –la población total de Dinamarca es de 5.6 millones–. Para eso han construido ciclovías que unen los barrios periféricos con el centro. (Foto: Bloomberg)
Pero se han tomado más medidas: un sistema de Ola Verde, que sincroniza los semáforos en las horas punta para que los ciclistas circulen a 20 kilómetros por hora. En varios puntos de la ciudad, paneles automáticos cuentan el número de bicicletas que pasan. (Foto: mobilidaddehumana)
Pero las decenas de proyectos que están transformando Copenhague no se centran solo en las bicicletas. Están los jardines en las azoteas y la construcción de una nueva incineradora para calentar la ciudad con biomasa y basura orgánica que tendrá una pista de esquí encima. (Foto: miparque)
La energía eólica que producen los molinos de viento, convertidos en uno de los símbolos del país, representa el 20% del total de las exportaciones de Dinamarca. La ley obliga a que el 50% de la propiedad de los parques eólicos sea una cooperativa, para implicar a los vecinos en los proyectos. (Foto: renovablesverdes)
Estos proyectos se pueden desarrollar en Copenhague porque es una ciudad ideal para las bicis porque es muy plana; tiene mucha agua; la calefacción central de la ciudad es un instrumento muy útil para reducir las emisiones; tiene mucho viento; está en el mar, y, sobre todo, es la capital de un país rico. (Foto: Bloomberg)
Los analistas señalan que si Dinamarca no logra exportar su modelo, su esfuerzo será ampliamente insuficiente, ya que es responsable solo del 0,1% de las emisiones en todo el mundo. (Foto: Bloomberg)

Por: Redacción Gestion.pe