‘Prohibido entrar sin pantalones’, la novela que conquistó a Mario Vargas Llosa

Juan Bonilla es el autor español que con un relato sobre el poeta ruso Vladimir Maiakovski cerró la bienal literaria y se llevó el premio de US$ 100,000.

(Foto: Andina)

Por: Redacción Gestion.pe

Ya ha pasado un año desde que ‘Prohibido entrar sin pantalones’ vio la luz en las librerías de la mano del sello Seix Barral. El título se convirtió ayer en el primer ganador del Premio Bienal Mario Vargas Llosa, haciendo a su autor, Juan Bonilla, acreedor a un premio de US$ 100,000.

“Yo estoy feliz de acá a Lima”, dijo al subir al escenario del Gran Teatro Nacional de Lima. El narrador español recitó unos versos del vate peruano César Vallejo en agradecimiento al Perú y por el cariño que ha recibido durante su estadía.

La novela tiene como protagonista al poeta ruso Vladímir Maiakovski, una de las figuras más carismáticas de la vanguardia del país europeo. Nueva York, Londres, París, Moscú y México son algunos de los escenarios de esta novela, en la que Bonilla se adentra en la vida del personaje, que fue un activo promotor de la revolución rusa.

“Fue su mejor época. Confiaba en que la poesía no quedara encerrada en los libros, en que pudiera trasplantarse a la calle, inyectarse en las vidas de los otros. Esa pasión siempre me llamó la atención, siempre me intrigó”, declaró Bonilla a una revista cultural sobre su personaje.

Si bien Bonilla confesó no saber si se trata de una novela histórica. “No hay fechas, no hay delicadas descripciones de cómo eran los zapatos que llevaban los aristócratas rusos, no hay datos de esos que solemos encontrar en las novelas históricas”.

Bonilla, de 47 años, no muy conocido en el Perú, se impuso en el fallo del jurado presidido por el director de la Real Academia Española de la Lengua, José Manuel Blecua, al colombiano Juan Gabriel Vásquez, de 41 años, y al también hispano, Rafael Chirbes, de 64, que tampoco están entre los más populares en Lima, pero que llegaron hasta la final con “Las reputaciones” y “En la orilla”, respectivamente.

“Es el espejo de una época fascinante que, de hecho, es la madre de nuestra época”, señaló el propio Bonilla.