Nobel de Química 2013 fue otorgado a tres científicos por facilitar la creación de nuevos fármacos
Ganaron el premio las investigaciones de Martin Karplus, Michael Levitt y Arieh Warshel, que sentaron las bases para modelos de computación que descifran procesos químicos como la purificación de gases de combustión o la fotosíntesis en hojas verdes.
Por: Redacción Gestion.pe
Estocolmo (Reuters).- Los científicos Martin Karplus, Michael Levitt y Arieh Warshel ganaron el Premio Nobel de química del 2013 por haber desarrollado poderosos modelos de computación que cualquier investigador puede usar para comprender las complejas interacciones químicas y crear fármacos nuevos.
Las investigaciones en los años 70 de Karplus, Levitt y Warshel sentaron las bases para la creación de programas que descifran procesos químicos como la purificación de gases de combustión o la fotosíntesis en hojas verdes, dijo la Real Academia Sueca de Ciencias. Ese conocimiento permite perfeccionar los catalíticos de los automóviles o elaborar fármacos y producir células solares.
El valor de la obra premiada consiste en que puede usarse para estudiar toda clase de procesos químicos, dijo la Academia. Y Staffan Normark, el secretario, afirmó que “catapulta el experimento químico al ciberespacio”.
“El trabajo de Karplus, Levitt y Warshel es innovador porque ellos lograron hacer que la física clásica de Newton trabajase juntamente con la física cuántica, que es fundamentalmente diferente”, dijo la academia. “Previamente, los químicos tenían que escoger cuál de ellas usar”.
Los tres científicos obtuvieron la ciudadanía estadounidense. Karplus, ciudadano austríaco de 83 años, divide su tiempo entre la Universidad de Estrasburgo, en Francia, y la Universidad de Harvard. La academia dijo que Levitt, de 66 años, tiene ciudadanías británica, estadounidense e israelí y es profesor en la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford. Warshel, de 72 años, es ciudadano estadounidense e israelí y está asociado a la Universidad del Sur de California en Los Angeles.
Levitt dijo a The Associated Press que el premio reconocía trabajos que hizo cuando tenía 20 años, antes de obtener su doctorado.
“Ocurre que yo estaba en el lugar adecuado en el momento adecuado y quizás tenía algunas buenas ideas”, comentó telefónicamente desde su residencia en Stanford, California.
“Es agradable ver que se reconoce la ciencia informática, la biología informática”, agregó. “Se está convirtiendo en un campo muy amplio y siempre había sido la hermana pobretona de la biología experimental”.
Warshel, en una comunicación telefónica con una conferencia de prensa en Estocolmo, se manifestó “extremadamente feliz” de haber sido despertado en la mitad de la noche en Los Angeles para enterarse de que compartiría el premio de 1,2 millón de dólares.
“En síntesis, lo que hemos desarrollado es un proceso por el cual las computadoras observan la estructura de la proteína para comprender exactamente su funcionamiento”, dijo Warshel.
Cuando los científicos deseaban simular procesos químicos complejos en las computadoras, solían tener que escoger entre programas basados en la física cuántica, que se aplica en la escala subatómica, o la física clásica de Newton, que opera en mayor escala. La Academia afirmó que los tres laureados desarrollaron modelos de computadoras que “abrieron una puerta entre esos dos mundos”.
Aunque la mecánica cuántica es más precisa, es imposible aplicarla a moléculas grandes porque las ecuaciones son demasiado complicadas para resolver. Pero utilizando la mecánica cuántica solamente para elementos clave de las moléculas y física clásica para el resto, el resultado permite el mismo grado de precisión del enfoque cuántico, pero con computaciones manejables.
Trabajando juntos en Harvard a principios de los años 70, Karplus y Warshel desarrollaron un programa de computación que juntó esas dos dimensiones de la física. Warshel más adelante trabajó con Levitt en el Instituto Weizman en Rehovot, Israel, y en la Universidad de Cambridge, en Gran Bretaña, para desarrollar un programa que pudiera emplearse en el estudio de las enzimas.
Jeremy Berg, profesor de biología computacional y sistemas en la Universidad de Pittsburgh, afirmó que la obra ganadora brinda a los científicos un modo de comprender reacciones complicadas que involucran de miles a millones de átomos.
“Miles de laboratorios en el mundo usan estos métodos, tanto para bioquímica básica como para tareas como elaboración de fármacos”, indicó Berg, exdirector del Instituto Nacional de Ciencias Médicas Generales en Bethesda.
Muchos laboratorios farmacéuticos usan simulaciones informáticas en el examen exploratorio de sustancias con potencial terapéutico que les permiten enfocarse en los más promisorios, agregó.