El paraíso es la desconexión: ¡adiós, cobertura; hola, mundo real!

FOTOGALERÍA. Primero quisimos estar lo más conectados posible: email, móvil, Facebook, Instagram, Twitter… Y, ahora, el lujo es poder hacer todo lo contrario: desaparecer del mundo digital, ¡y también del real! Aquí tienes 15 remotos paraísos del relax donde conseguirlo. (texto y fotos :msn.com)

Casas Na Areia, Comporta (Portugal) .El pedazo de costa de Comporta está intacto: es un territorio único, conocido por los viajeros más cool del mundo, que mantiene sus playas inmaculadas y donde la felicidad consiste en rendirse a la naturaleza en estado puro. Alójate en Casas na Areia, cabañas de diseño en un rinconcito de este paraíso: madera alrededor, arena bajo los pies (descalzos) y el Atlántico de fondo.
Fregate Island (Islas Seychelles) .La isla privada de Fregate ofrece una estancia selecta para un grupo limitado de privilegiados en busca de desconectar del mundanal ruido y zambullirse en los colores de la naturaleza. Sus 16 villas privadas y una presidencial construidas con madera de caoba nativa en armonía con su entorno natural cuentan con enormes terrazas con vistas al océano, jacuzzi, una gran cama, sala de estar e incluso mayordomo privado.
Golden Eye, Oracabessa Bay (Jamaica). Lo que era la antigua residencia de Ian Fleming (autor de James Bond), es hoy un refugio formado por once cabañas sólo aptas para quienes estén dispuestos a apagar el móvil y relajarse. Un lugar donde disfrutar de la más absoluta privacidad.
Piedrafita Lodge, Huesca. El lujo de lo sencillo, del relax, de los colores que pintan las estaciones sobre los árboles. El privilegio de un panorama que ofrece belleza en cada uno de sus 360 grados. La altitud que abre los pulmones. Expira, inspira: estamos en el Piedrafita Lodge, y te han preparado un sinfín de actividades para que seas uno con la naturaleza.
Hoanib Skeleton Coast Camp, Namibia. La Costa del Esqueleto, en Namibia, es uno de los lugares más remotos e inaccesibles de África. De hecho, este es uno de los únicos dos hoteles que hay en la zona, y es tan exclusivo que sus clientes son los únicos que pueden transitar (en coche) por el Skeleton Coast National Park.
Metohi Kindelis, Creta (Grecia). La familia Kindelis ha creado un retiro especial en su antigua villa, remodelando tres espacios en villas independientes, cada una con su jardín y piscina privados, bajo principios ecológicos. Cada día se aprovisiona a los invitados de fruta fresca y mermeladas de la granja de la casa, pan y productos locales biológicos para ofrecer un desayuno sano y natural en el que desconectar también a nuestro interior del día a día.
Lion Sands Reserve, Sudáfrica. La reserva más antigua de África, Lion Sands, nació como asociación en los años 40 y hoy en día es uno de los resorts-safari más bellos de Sudáfrica (¿acaso no parece un sueño hecho realidad?) Elige entre sus nueve suites privadas para hacer tu particular detox digital.
Chivasom, Tailandia. Una estancia en este santuario de salud, cuya filosofía se resume en “la búsqueda del equilibrio y el rejuvenecimiento de la mente, el cuerpo y el espíritu”, comienza con una consulta y diagnóstico por personal especializado. ¿El objetivo? Diseñar un programa a medida de cada cliente, poniendo el acento en una dieta sana y en terapias de bienestar orientales. Entre sus especialidades, curas de estrés.
Explora Rapa Nui, Isla de Pascua (Chile). No sólo no hay cobertura: además, las habitaciones están libres de radios, televisores, relojes y ordenadores. En el Explora Rapa Nui, situado en la solitaria Isla de Pascua (bautizada por los indígenes como ‘Donde termina la tierra’), el firmamento se ve aún más infinito y los primeros rayos de sol se cuelan en tu almohada al amanecer. En medio de un paraje idílico de campos verde esmeralda con vistas al mar, los caballos campan a su antojo y los grillos componen su particular sinfonía.
Gaïa Riverlodge, Belice. En el Gaïa Riverlodge, un paraíso muy romanticón encaramado entre los árboles de la selva de Belice, el tiempo parece detenerse. Aquí no hay piscina; no hace falta. Para darnos un chapuzón, lo mejor es ir a las pozas naturales que hay junto al río, a pocos pasos de los coquetos bungalows de madera. Y sumergirte por completo en la naturaleza.
Lake Inari Mobile Cabins, Noruega. Si hay un lugar adecuado para quitarse de en medio, ese es el Ártico. Allí, el joven Esko será el encargado de alojarte en una cabina móvil, que durante el invierno duerme en medio del lago Inari para que tengas una apreciación sin límites del horizonte y la aurora boreal. Por la mañana, volverá a transportarte, habitación incluida, al campo base.
Mirador De Moriyón, Villaviciosa (Asturias). A 250 metros de altura sobre la ría de Villaviciosa, con vistas inmejorables al mar y la montaña, se erige contundente este excepcional mirador. Por dentro, su decoración tradicional y acogedora te hará sentir por fin en casa, a pesar de que estés muy lejos de ella.
Wolwedans, Namibia. El Wolwedans te ofrece una habitación (ecológica y sostenible, claro) en medio de la sabana. Desayuna mirando a las cebras correr, disfruta de una atención de lujo y siente, simplemente, la vida pasar. Que no es poco.
Gili Lankanfushi, Maldivas. “No shoes, no news” (sin zapatos ni noticias) es el lema con el que te recoge en el aeropuerto el equipo de este hotel de la paradisiaca Maldivas. Para comer, un paseo por la huerta orgánica del hotel para elegir los ingredientes nos hará mirar nuestra ensalada con otros ojos. Entre sesiones de buceo, paseos en barco o simplemente la contemplación del impresionante gran azul desde la hamaca en medio del mar se hace muy fácil olvidar las prisas y entregarse a la paz del lugar.

Por: Redacción Gestion.pe