La palabra de Ribeyro se muda a la imagen íntima
La Casa de la Literatura lleva adelante una exposición que muestra 50 fotografías del cuentista peruano. El evento va desde hoy hasta el 22 de agosto.
Por: Karen Rojas Andia
Julio Ramón Ribeyro, el cuentista extraordinario que a través de “La palabra del mudo” logró que “los marginados, los olvidados, los condenados a una existencia sin sintonía y sin voz” recobraran ese “hálito negado”, era un autor evasivo, de carácter introspectivo y de personalidad tímida.
Si bien huía de las entrevistas, hubieron unos pocos fotógrafos que lograron retratarlo con profundidad acercándose “a su esquivo lado humano, a su vida social y rol de intelectual”.
Herman Schwarz, curador de la muestra “El eterno forastero: homenaje a Julio Ramón Ribeyro”, resume así el desafío que tuvo ante sí, cuando, en el marco de la II Bienal de Fotografía, La Casa de la Literatura Peruana le encomendó reunir imágenes del escritor peruano.
Ha sido precisamente esta institución pública la que se ha encargado de financiar la logística de la muestra.
Las fotos
Durante el proceso de selección Herman Schwarz buscó aquellos retratos que pudieran comunicar la profundidad del personaje y, al término de la faena, consiguió reunir 50 fotografías en homenaje al autor de “Crónica de San Gabriel”.
Tras el proceso, la muestra ha logrado mezclar imágenes clásicas de Ribeyro y otras inéditas que Schwarz obtuvo luego de bucear en los archivos de los fotógrafos involucrados, con los que siempre mantuvo contacto.
Las imágenes más antiguas, cuenta el curador, pertenecen a Baldomero Pestana, uno de los fotógrafos que aprendió a cultivar el retrato como género personal.
Pestana, quien residió en el Perú durante los años 60, fotografió a Ribeyro en Lima y envió los archivos desde España para participar en la muestra. Alicia Benavides, por su parte, puso a disposición los negativos originales de la década del 70.
Destaca además el trabajo de Carlos “Chino” Domínguez, Jorge Deustua, Ana Cecilia Gonzales Vigil, Víctor Ch. Vargas y del propio Herman Schwarz a lo largo de cuatro décadas: desde 1960 hasta 1994, año en que falleció el autor.
Aportes
Gonzalo y Claudio de La Puente Ribeyro son algunos de los familiares que entregaron a Schwarz una litografía donde intervino el autor.
Además, el coleccionista Luis Fuentes colaboró entregando la primera edición de “Los gallinazos sin plumas” (1955). También se mostrará la máquina de escribir que el novelista usó entre 1960 y 1980.
OTROSÍ DIGO
Los textos que acompañan la muestra
Más que imágenes. “Prosas apátridas”, “La tentación del fracaso” y “Cartas a Juan Antonio” son otros títulos del amplio catálogo del cuentista. Por ello, la exposición, que va desde hoy hasta el 22 de agosto, también estará acompañada por párrafos y frases de estos escritos. “Son textos que envuelven una profundidad tremenda y revelan la filosofía de vida del escritor”, dice Schwarz.
EN CORTO
Material audiovisual. Durante la exposición, se transmitirá un video con 200 imágenes del autor (en orden cronológico). Se incluirá además algunos de sus escritos. El fondo musical pertenece a Johann Sebastian Bach, un compositor que a Ribeyro le gustaba escuchar cuando escribía.