Mercedes-Benz estrena SUV “coupé” y estos son los detalles a tomar en cuenta

FOTOGALERÍA. El GLC300 4Matic Coupé 2017 de Mercedes-Benz viene lleno de sorpresas: incorpora elementos que aunque se trate de un coupé, hacen que no sea el típico auto de dos puertas. Mercedes recurrió a sus (nuevos) viejos trucos otra vez. La experta en autos Hannah Elliott de Bloomberg condujo este nuevo SUV y aquí están los detalles que le encantó del vehículo (incluído el precio).

El GLC300 4Matic se denomina “coupé” para denotar su línea de techo fina, su aspecto deportivo y su cercanía con la pista misma en comparación con los deportivos utilitarios más grandes. Esta familia GLC es la línea modelo que la compañía introdujo en el 2016 como una manera de ayudar a cubrir los vacíos dejados en torno a la salida del GLK, un deportivo utilitario compacto tipo caja. Ahora mismo, la familia consiste en el nuevo GLC SUV mismo, el GLC300 coupé y el AMG GLC43 coupé de mayor rendimiento. (Foto: Bloomberg)
El segmento de deportivos utilitarios “coupé” es el más reciente intento de capitalizar el enorme éxito de los híbridos de lujo. Cuando fabricantes de autos como Porsche, Mercedes y BMW (quienes llaman a los suyos “el coupé para actividades deportivas”) empiezan a fabricar coupés estilo utilitarios deportivos –e híbridos- de cuatro puertas, significa que tienen bastante espacio en el mercado para operar. Y, hasta ahora, lo están haciendo bien. A continuación las seis cosas que me sorprendieron y encantaron cuando probé conducirlo. (Foto: Bloomberg)
Sí, se conduce como un coupé. El GLC300 4Matic (4Matic es la placa que designa a todos los vehículos de tracción en las cuatro ruedas en Mercedes) es estándar con un motor turbo de cuatro cilindros en línea que llega a 241 caballos de fuerza y 273 libras-pie de torque, lo que es más que suficiente para proyectar al GLC hacia delante estremecedoramente del momento en que se inyecta la gasolina. Después de todo, el peso del auto es relativamente ligero: 1.8 toneladas (4,133 libras). Los ingenieros de Mercedes han perfeccionado la relación potencia-peso más que cualquiera. Sí, el GLC300 se llama coupé y no lo es, en el sentido tradicional de la palabra. Pero se siente como si lo fuera –por la forma en que se mueve, acelera, se abalanza- cuando uno lo conduce. (Foto: Bloomberg)
Llega hasta nueve. El GLC300 tiene nueve –cuéntelas, son nueve- velocidades. Esa sí que es una característica, considerando que su competencia, el excelente BMW X6, tiene ocho y muchos autos de lujo tienen seis o siete. Esos nueve cambios, más el volante con precisión láser y suspensión neumática “Air Body Control” opcional, por US$ 1,800, retribuye al conductor más exigente. Conducir el GLC300 es como pasar su mano a través de una mesa de mármol frío: tan suave. (Foto: Bloomberg)
La eficiencia se vuelve estándar. El GLC300 tiene como estándar la función Parar/Encender que permite al auto apagarse en el momento en que usted se detiene y pisa el freno. Aunque personalmente yo encuentro que esto es molesto –hay algo inquietante en que tu auto se apague en la mitad del tráfico-, se puede oprimir un botón para desactivarla, y ahorra gasolina: el GLC300 da 22 millas por galón en ciudad y 7 millas por galón en carretera. Es una tremenda mejora respecto incluso de hace unos años, cuando incluso vehículos de lujo ofrecían Parar/Encender solo como opción y la mayoría de los vehículos ni la tenía. (Foto: Bloomberg)
Uno de los principales argumentos para comprar una cosa tan rara como un coupé utilitario deportivo es el ahorro de combustible que ofrece frente a un utilitario deportivo regular; en esto, el GLC Coupé se destaca. (Foto: Bloomberg)
Todo lo que indica un deportivo. Los Paquetes Deportivos de estilo AMG opcionales se quedan cortos en hacer de este un vehículo tuneado AMG, es cierto, pero no se puede culpar a Mercedes por intentarlo. Los beneficios –un estilo de carrocería más estilizado en el frente y en los paneles de puerta superior; un sistema de escape deportivo más en bruto, sonoro; fuentes AMG en el interior; pedales deportivos de aluminio, discos de freno frontales perforados; y un volante de fondo plano- son evidentemente estéticos. Y hay un 50 por ciento de probabilidades de que el observador casual confunda su GLC con la (más cara y más masculina) versión AMG. (Foto: Bloomberg)
El precio es adecuado. El GLC300 Matic cuesta US$ 45,950. Las opciones en el vehículo que yo conduje subían su precio a US$ 63,505. Ambas cifras, en mi mente, son razonables. Es más, el AMG GLC43 Coupé cuesta US$ 59,650. Y la competencia directa para el GLC coupé cuesta más (X6, US$ 61,400; Porsche Macan, US$ 47,500; Macan GTS, US$ 67,200). Los sedán grandes, una alternativa posible, también son más costosos. De hecho, este es el verdadero atractivo de este extraño segmento coupé-utilitario deportivo: no tiene una distinción real lógica o motivo de ser, lo que en cierto modo lo libera para ser él mismo de manera única, encantadora e integral (al igual que a los otros que mencioné en este segmento). El precio pasa a ser un punto discutible al momento de tomar su decisión. (Foto: Bloomberg)
Más de lo que usted ve. El GLC300 Coupé tiene el mismo tren de 113.1 pulgadas que el utilitario deportivo GLC estándar y es tres pulgadas más largo en general. Y sin embargo la curva de su techo no lo hace sentir tan estrecho como lo sugiere el perfil exterior del auto.Es cierto que el espacio en la maletera no es el ideal para salir a hacer camping en fin de semana, y el campo visual por la ventana posterior es mínimo, pero hay espacio suficiente al frente para que se sienta como un deportivo utilitario de ley, y la parte posterior ciertamente es compatible con un lote de adultos que sale a pasear en carretera. Para gente que quiera un vehículo de cuatro puertas deportivo que alcance gran velocidad, el GLC300 Coupé es una opción fiable. Y aquí es donde Mercedes ha puesto la mejor característica de todas: desde detrás del volante, y habiendo considerado todos los aspectos, el GLC Coupé es más grande que la suma de sus partes. (Foto: Bloomberg)

Por: Redacción Gestion.pe