La “lista sucia” del Mundial Brasil 2014 y el mal ejemplo de Qatar

A raíz de los megaeventos, siempre surge la posibilidad de que empresas constructoras generen condiciones de trabajo tan inseguras como inhumanas.

Por: Redacción Gestion.pe

Hasta antes de la inauguración del Mundial de Fútbol, en Brasil se habían contabilizado ocho muertes relacionadas con la Copa del Mundo. Y es que, ante el aumento de la presión por la fecha límite, algunas empresas constructoras no solo recortan el presupuesto, también generan malas condiciones de trabajo.

“Siempre hay posibilidad de que las personas terminen en condiciones de trabajo forzado que pueden rayar en la esclavitud”, dice Beate Andrees, responsable del Programa Especial de Acción para Combatir el Trabajo Forzoso de la OIT.

“(Los programas de inspección que ha emprendido el Gobierno de Brasil al respecto) han identificado el problema y han evitado que se convirtiera en un desastre mayor”, señaló.

El Gobierno brasileño ha compilado, además, una “lista sucia” que identifica públicamente a las empresas que recurren a la explotación de mano de obra en condiciones de esclavitud. Los empleadores que aparecen en dicha lista serán vetados de los contratos del Gobierno.

Asimismo, un grupo de 400 empresas privadas se han comprometido a boicotear a esas “empresas sucias” como parte de un pacto contra el uso de mano de obra esclava, explica Andrees, quien visitó recientemente el país anfitrión del Mundial.

“Es un sistema muy eficaz que demuestra la seriedad del Gobierno de Brasil […] Podría servir como modelo para los países vecinos, como Perú y Paraguay”, dijo.

El estado de Qatar, sin embargo, representa un mal ejemplo. En el país anfitrión del Mundial 2022, casi 1,000 personas han muerto en accidentes asociados a la construcción desde enero de 2012.

El Gobierno de Qatar ya ha indicado que mejorará las condiciones de vida de sus trabajadores migrantes, pero el daño a la reputación y, sobre todo, las pérdidas humanas ya no tiene remedio.

En comparación con Qatar, el Gobierno de Brasil ha mostrado más sensibilidad para abordar el problema, puntualiza Beate Andrees a la revista Fortune.