Las historias de los diez refugiados que estarán en Río 2016

FOTOGALERÍA. Los diez representantes del equipo de refugiados en los Juegos Olímpicos tienen tras de sí historias sobrecogedoras repletas de obstáculos. Pese a ello, nada les ha impedido convertirse en atletas de élite gracias a su tesón y a la ayuda de organizaciones como la ONU o Amnistía Internacional. Competirán en atletismo, natación y judo bajo una bandera naranja y negra que une bajo ella a los millones de refugiados de todo el mundo, que han huido de sus casas en busca de poder ganarse la vida de forma tranquila y sin sobresaltos

James Nyang Chiengjiek (sudan del sur, Atletismo) Con 11 años perdio a su padre, que luchó en la segunda Guerra Civil del país. Abandono su pais y fue a Kenia para evitar ser niño soldado.
Yolande Bukasa Mabika (Congo,judo) pidio el asilo en brasil, ya que su entrenador no le alimentaba y le encerraba durante dias en una caja. Se separó de su familia a los 6 años.
Anjelina Nadal Lohalith (Sudan del Sur, atletismo) Su sueño es ayudar economicamente a sus padres, a los que lleva sin verles desde la infancia.
Yiech Pur Biel ( Sudan del Sur, atletismo) Durante años se entreno bajo un calor abrasador, sin zapatillas y sin un gimnasio donde ejercitarse.
Paulo Amotun Lokoto (Sudan del sur, atletismo) paso de ser pastor refugiado cuando la Guerra le obligó a huir. Entrena en Kenia.
Yonas Kinde (Etiopia, atletismo) Este atleta entrena en sus ratos libres, ya que se gana la vida como taxista en luxemburgo.
Popole Misenga (Congo, judo) Pidio asilo en Brasil para evitar que su entrenador le siguiera maltratando. Durante dias se alimentaba de café y pan.
Rose Nathika ( Sudan del sur, atletismo) En tanto solo un año, ha pasado de no competir a participar en unos juegos Olimpicos.
Yusra Mardini (Siria, natación) Tuvo que huir en una balsa a occidente. Remolcó nadando a otros 20 refugiados y evitó un naufragio.
Ramis Anis (Siria, natacion) De Siria a Turquia y de ahi en balsa a Grecia para poder vivir de su pasion : la natacion

Por: Redacción Gestion.pe