Haga un viaje por los teleféricos más alucinantes del mundo

FOTOGALERÍA. Hagamos turismo de altura, a vista de pájaro, atravesando paisajes imponentes; dejemos el miedo al lado y mezámonos en el agradable bamboleo de una cabina acristalada mientras el mundo se despliega como un cuadro a nuestro alrededor; ¡conozcamos los teleféricos más espectaculares del mundo! ¿Qué tal si empezamos por el de la imagen? Se trata del Teleférico de Chamonix, que, desde lo alto de sus 3.777 metros, ofrece una vista de 360° de los Alpes franceses, suizos e italianos. (texto y fotos : traveler.es)

Teleférico del Teide (Tenerife, España). "Vive la experiencia de volar sobre un tesoro geológico donde volcanes, cráteres y ríos de lava forman un impresionante conjunto de colores y formas únicos en el mundo", exhortan desde la página del Teleférico del Teide. Deberás hacerlo no sólo para disfrutar de las alucinantes vistas, sino también para enrolarte en las espectaculares rutas a pie que parten desde su estación superior.
Teleférico de Masada (Tamar, Israel). La fortaleza de Masada, sede del Palacio del rey Herodes y Patrimonio de la Humanidad, se eleva 450 metros sobre el nivel del mar. Por ello, es accesible a través de un teleférico cuyas vistas, planas y ocres, no se parecen a ningunas otras, pues se extienden a lo largo y ancho de una imponente meseta de paredes escarpadas cerca del Mar Muerto, sobre el desierto de Judea.
Teleférico de Mérida (Mérida, Venezuela). El de Mérida es el teleférico más alto del mundo (4765 metros sobre el nivel del mar), el más largo de América (12,5 kilómetros) y el segundo más largo del planeta, después del de Östräsk, en Suecia. Estas imponentes cifras cubren un paisaje que va desde la ciudad de Mérida hasta la cima del pico Espejo, dentro del Parque nacional Sierra Nevada, en los Andes venezolanos.
Table Mountain Aerial Cableway (Ciudad del Cabo, Sudáfrica). Desde ¡1929! lleva operando esta ruta de teleférico, que alcanza la Montaña del Cabo, a 1.067 metros de altura. Sin embargo, las cabinas en las que podemos subir ahora no son las que había en la época, habiéndose añadido mejoras como los suelos giratorios. Así, la cabina gira suavemente sobre su propio eje, permitiéndote disfrutar de todos los ángulos de visión.
Teleférico del Monte Hua (Shanxi, China). El Monte Hua es una de las cinco montañas sagradas del taoísmo, y a su vez posee cinco picos que, dicen, se asemejan a los pétalos de la flor de loto. El teleférico te transportará hasta su cumbre norte, de 1.614 metros, ofreciéndote imágenes extraordinarias y vertiginosas de la zona.
Peak 2 Peak (Colombia Británica, Canadá). Otro Guinness: el Peak 2 Peak es el tramo sin soportes más largo del mundo, así que nada perturbará tu viaje de 4,5 kilómetros, que discurrirá cómodo entre las montañas Whistler y Blackcomb. Vistas de 360º de picos volcánicos, bosques y glaciares milenarios te harán compañía hasta que llegues a la cima, donde podrás emprender alguna de las muchas rutas de senderismo que ofrece la zona. ¡Algunas discurren entre altísimos muros de nieve!
Genting Skyway (Pahang, Malasia). ¿Te imaginas recorrer la selva tropical como si volaras a bordo de un… dron? Es lo que puedes hacer en el Genting Skyway, el teleférico más largo y rápido del sudeste de Asia, a pesar de no ser muy extraordinario comparado con los que hemos visto: ¡no llega a los cuatro kilómetros de largo! Eso sí, sus vistas son únicas.
CabriO-Bahn (Stans, Suiza). El primer teleférico "descapotable" del mundo asciende los 1.900 metros del monte Stanserhorn y fue todo un reto creativo para ingenieros, arquitectos y constructores, que con él pretendían sustituir el antiguo transporte, levantado en 1893. Para seguir con la innovación y las panorámicas tras los seis minutos que dura el viaje, almuerza en el restaurante giratorio que hay en la cima de la montaña.
Whirlpool Aero Car (Niágara, Canadá). El Whirlpool Aero Car es un teleférico que te permitirá contemplar la belleza del río Niágara, sobrevolando sus famosos remolinos y rápidos. Dato curioso: fue diseñado por el español Leonardo Torres y Quevedo en 1916, y opera desde entonces, de ahí su aire retro y un poco circense. Además ¡es al aire libre! (es decir, está cerrado sólo por el techo).
Teleférico de Tianmén (Zhangjiajie, China). Una de las formas más alucinantes de recorrer la espectacular montaña de Tianmén, conocida como "la puerta del cielo" es sobrevolando sus picos y valles en teleférico. Sus más de siete kilómetros, que harán las delicias de los amantes del vértigo, se inclina hasta 37 grados sobre los picos montañosos, alcanzando una altura total de 1.279 metros sobre el suelo.
Teleférico de Barrancas del Cobre (Chihuahua, México). El extraordinario paisaje del parque de Barrancas del Cobre, en México, está jalonado por varias atracciones vertiginosas: la vía ferrata, la tirolina, los zipriders (una suerte de telesillas individuales) y un llamativo teleférico que te transporta hasta los miradores más impresionantes del lugar.
Teleférico de Linbana (Östräsk, Suecia). El teleférico más largo del mundo cubre una longitud de más de 15 kilómetros en unas dos horas, suficientes para que el viajero contemple la belleza y diversidad del paisaje sueco en sus bosques, arroyos y lagos… e incluso para que se sirva el tradicional almuerzo de jamón de reno con ensalada de patatas. Sin embargo, cuando fue inaugurado, en los años 40, el transporte poseía ¡96 kilómetros de largo! ¿La razón? Recorrerlos así era más rápido que construir carreteras para transportar los metales que se extraían de las minas en aquella época.

Por: Redacción Gestion.pe