Gerente de Citroën: “Me gusta trabajar en equipo e involucrar a todos en los logros”
Jaime Rodríguez-Frías, gerente general de Citroën, considera importante transmitir confianza y compromiso a sus colaboradores.
Por: Luis León Romaní
Detrás de la gerencia general de Citroën en Perú está Jaime Rodríguez-Frías, un deportista y viajero confeso, que cuando sale a correr en las mañanas, nuevas ideas surgen en su cabeza.
El ejecutivo destaca que, para desarrollar una buena gestión, es necesario darles ciertas libertades a los trabajadores, por ejemplo, permitirles tomar la iniciativa.
¿Qué valores no le pueden faltar a un gerente?
El compromiso, el esfuerzo, la dedicación y la honestidad. Además, un gerente debe ser una persona íntegra.
¿Cómo se definiría como jefe?
Soy de los que gustan trabajar en equipo e involucrar a todos en los logros. En la medida que tenga a las personas adecuadas y, sobre todo, comprometidas, el éxito estará 99% asegurado.
¿Qué busca transmitir a sus trabajadores?
La confianza y el compromiso. Me gusta enseñar, escuchar y que mi equipo tome la iniciativa, hago seguimiento pero no me gusta estar encima, prefiero darles libertad, que es parte de lo que les transmito con la confianza.
¿Siempre le atrajo el mundo de los autos?
En realidad, nunca he sido un gran fanático, pero ya me convertí en uno. Trabajar en la industria automotriz es muy intenso y demandante, pero divertido.
¿Cómo encuentra el equilibrio en su vida?
Me encanta hacer deporte, siempre juego fútbol con mis amigos. Normalmente salgo a correr cuatro veces a la semana, pero cuando lo hago, nuevas ideas del trabajo llegan a mi cabeza y las apunto.
Y, además del deporte, ¿cómo suele relajarse?
Tengo una especie de norma con mi esposa, escaparnos al menos una vez al año hacia algún destino exótico. Este año fuimos a África y fue de lo más espectacular en mi vida, conocimos países y vimos la migración de los animales.
¿Qué es lo que más recuerda de ese viaje?
Convivir con los animales, las costumbres, la manera como se vive allá e incluso hice deporte de aventura.
¿De qué deporte estamos hablando?
Hice ‘bungee jumping’, lo peor de todo fue que me tuvieron que empujar porque cuando llegué al borde, justo donde la gente se lanza, yo ya no reaccionaba.