Fenómenos fotografiables una vez al año
FOTOGALERÍA. Existen personas que solo viajan para encontrar la instantánea perfecta. Son algo así como aventureros con alma de fotógrafo de documental. De ellos, el portal traveler.es ha preparado esta selección que muestra fenómenos que solo se producen una vez al año en un lugar determinado.
Nubes nacaradas (Antártida y Ártico), En el caso de las nubes nacaradas o madreperla nos volvemos a encontrar con un nombre y un fenómeno precioso, pero terriblemente pernicioso. Sus vistosos tonos pastel son visibles porque las nubes están compuestas por diminutos cristales de hielo, que se forman entre los 15 y 30 kilómetros de altura a temperaturas de aproximadamente -50 °C. Esto, de entrada, no tiene nada de malo, pero los procesos químicos que tienen lugar dentro de estas nubes convierten los gases de efecto invernadero (los de los aerosoles) en destructores de ozono. De cualquier forma, el espectáculo se puede apreciar en la Antártida durante el invierno austral, en el Ártico en el invierno boreal y a veces, con suerte, cerca de los polos.(Foto: Alamy Stock )
Cuevas heladas del lago Baikal (Siberia,El Lago Baikal, el más profundo del mundo, permanece cubierto con una capa de hielo de un metro de espesor durante cinco meses al año. Lo mismo le sucede a sus islas, llenas de cuevas que en verano superan los cero grados y en invierno se congelan a temperaturas inhumanas, dando lugar a estas imponentes formaciones.(foto: Corbis)
Migración de los estorninos pintos (Gran Bretaña y España), lo de los estorninos es algo verdaderamente mágico: vuelan en completa coordinación durante su época migratoria, dejando formas de ciencia ficción en el cielo. En realidad, el vuelo acompasado de estos pájaros responde a una forma disuasoria, de despiste, frente a aves rapaces o cualquier amenaza. Ante ello, practican el dicho de "la unión hace la fuerza", volando en completa coordinación. Puedes verlos en acción cuando entra en invierno, llegando a Gran Bretaña desde Europa del Este, o incluso aribando a España desde la propia Gran Bretaña. (foto: Alamy Stock)
Marea Roja (Canadá), la marea roja (aunque no siempre es roja, pero sí de colores cálidos) se produce por una excesiva proliferación de dinoflagelados (un tipo de microalgas) en los estuarios o el mar, y suele suceder durante el verano. No obstante, a pesar de que es visualmente atractivo ver el agua cambiar de color, en Canadá es todo un problema, pues la coloración suele ser indicador de que los moluscos de la zona han sido infectados con Paralytic Shellfish Poisoning (PSP), y su ingesta puede llevar a la muerte. (foto: Alamy Stock)
Supercélulas (Estados Unidos), el cielo se va oscureciendo y las nubes comienzan a girar como si fuesen un remolino. Se trata de una supercélula, una tormenta espectacular que se da cuando esta acoge en su interior un mesociclón, es decir, una estructura que gira sobre sí misma. Es muy raro que se den las condiciones para que suceda, pero cuando lo hacen, pueden provocar granizo de gran tamaño, mucho aparato eléctrico e incluso tornados. En España se dan todos los años, aunque no más de dos o tres, y no es fácil predecir cuándo y dónde tendrá lugar una. En EEUU, sin embargo, son más habituales. (foto: Alamy Stock)
Cataratas congeladas del Niágara (CanadáEEUU), suele suceder prácticamente cada año, durante febrero: la bellísima frontera acuática entre Canadá y Estados Unidos se congela debido a las bajas temperaturas, dando lugar a un paisaje fantasmal. No obstante, el agua no deja de fluir -la única vez en que se tiene constancia de que el agua se detuviese por completo fue en 1948, pues el caudal es tan extraordinario que continúa moviéndose incluso pese a las heladas. (foto: Alamy Stock)
Migración de los cangrejos rojos (Isla de Navidad), la migración del cangrejo rojo empieza en la época navideña, cuando se trasladan del bosque tropical de la Isla de Navidad (¡bingo!) hasta la costa del océano Índico para reproducirse. Es tal la cantidad de cangrejos en movimiento que la isla ya está acostumbrada al cierre de carreteras y de vías de tren para evitar el aplastamiento de los animales durante al menos una semana, lo que te da unos días para hacer fotos así de impresionantes. (foto: Alamy Stock)
Olas congeladas (Japón, zonas polares),las bajas temperaturas congelan el agua, y por ende, las olas. Se puede apreciar en los lagos del Pirineo, pero sólo a veces, durante los primeros días del invierno.En el norte de Japón, por otro lado, ese fenómeno se desarrolla en el mar habitualmente, lo mismo que en las zonas polares del planeta. Lo que no es tan normal es captarlas en la playa de Nantucket, en Massachussetts, donde el fotógrafo Jonathan Nimerfroh fotografió en febrero del año pasado varias olas propia de surf completamente heladas. ¿Tendrás tú la misma suerte?. (foto: Alamy Stock)
Montañas Danxia (Provincia de Cantón, China), el relieve de Danxia (“nubes rosadas”) forma un tipo de paisaje único en el mundo, declarado, por ello, Patrimonio de la Humanidad. Gracias a su particular belleza, también alberga una de las cuatro montañas sagradas de China. No obstante, no siempre ofrecen el aspecto radiante que vemos en la foto: el secreto está en fotografiarlas justo después de que llueva. (foto: Corbis)
Migración de las mariposas monarca (Michoacán de Ocampo y México), cada año, entre octubre y marzo, los bosques mexicanos reciben la visita de millones de mariposas monarca que viajan desde Canadá y Estados Unidos hacia el sur. Sus bosques favoritos se encuentran en los estados de Michoacán de Ocampo y México, en una zona considerada como Patrimonio Natural de la Humanidad. Una curiosidad: las mariposas llegan a los bosques de Anganguao justamente el Día de los Muertos (31 de octubre). Se cree que, a través de ellas, los familiares fallecidos regresan a casa, donde se les honra con banquetes, celebraciones y elaboradas ofrendas. (foto: Alamy Stock)
Centinelas del Ártico (Laponia, Finlandia),es ver esto y pensar en los Caminantes Blancos de Juego de Tronos. Vale, quizá le estamos echando mucha imaginación, pero es que además se les conocen comoCentinelas del Ártico, un nombre tan poético que nos da por pensar en relatos de fantasía. No obstante, lo que hay en realidad debajo de estas improvisadas esculturas de nieve tiene poco que ver con los cuentos y mucho que ver con un fenómeno natural que se da durante el invierno. Entonces, la temperatura desciende desde 15 a 40 grados bajo cero, y los árboles aparecen de esta guisa, cubiertos de nieve; es tanta y está tan fría que se producen interesantes formas. (foto: Alamy Stock)
Cascada Horsetail (Parque Yosemite, Estados Unidos),son sus muchísimos metros de altura los que hacen que el salto de Yosemite, como es conocida la cascada de Horsetail ("Cola de caballo") sea uno de los grandes atractivos del Parque natural. Pero lo más impresionante ocure cuando esta catarata "de temporada" consigue, por el punto de incidencia del sol al atardecer, asemejarse a un río de fuego en caída libre durante algunos días del mes de febrero. (foto: Corbis)
"Playa roja" (reserva natural de Hekou Shuangtai, China),el otoño es la única estación del año en la que se puede presenciar este mágico espectáculo, único en el mundo. Hablamos del fenómeno de la "playa roja", que asombra a propios y extraños cubriendo de un tupido manto bermellón el humedal más grande del planeta, en la desembocadura del río Liaohe. (foto: Corbis)
Flores de hielo (Antártida y Ártico),también los gélidos desiertos de la Antártida o el Ártico florecen, solo que allí las flores son blancas y de hielo, un fenómeno natural habitual en los mares polares que sucede raras veces en otros lugares. Se produce cuando el agua que hay bajo una capa superficial de hielo se evapora y escapa por las fisuras de este; si la temperatura exterior es suficientemente baja, y gracias a la sal, que funciona como catalizador, el vapor de agua pasa directamente del estado gaseoso a sólido,cristalizando en forma de delicadas flores blancas. (foto: Alamy Stock)
Manhattanhenge, Nueva York, término popularizado en 2002 por Neil deGrasse, astrofísico del Museo Americano de Historia Natural, e inspirado en los fenómenos solares que se dan en Stonehenge, 'Manhattanhenge' bautiza los espectaculares atardeceres que se cuelan por las calles de la isla cuatro días al año coincidiendo con el solsticio de verano, entre el 28 y 30 de mayo y el 11 y 13 de julio dependiendo de la rotación de la tierra. Así, el sol se alinea perfectamente en el horizonte de las calles 14 a 57, desfasadas 29 grados del eje este-oeste de la ciudad al haber sido levantadas dentro del plan urbano de los comisarios de 1811. (foto: Corbis)
Por: Redacción Gestion.pe