Estos son los siete rasgos de un gran líder según la neurociencia, además de la inteligencia emocional
FOTOGALERÍA. Además de la siempre imprescindible inteligencia emocional. existen otros rasgos vinculados a la inteligencia social que son característicos de los mejores líderes, tal y como refleja un análisis de neurocientíficos publicado por Harvard.
Empatía. Los grandes líderes son conscientes y receptivos ante las necesidades y motivaciones de otras personas. Por ello, saben escuchar de forma objetiva y se aseguran de concederse ningún juicio preconcebido. Este tipo de gerentes se comunican con los empleados poniéndose en su lugar,
Sintonía con los empleados. Los administradores socialmente hábiles escuchan activamente a los demás y tienen en cuenta sus sentimientos. Por ello, son capaces de “sintonizar” las frecuencias de sus empleados y adaptarse a su enfoque para que coincida con su estilo de comunicación y liderazgo, buscando maximizar su eficacia.
Conciencia organizacional. Los líderes con un cociente social alto aprecian los valores corporativos sólidos, implantándolos de forma integral en todas las acciones y proyectos que afectan al equipo y a la organización.
Influencia. Esta sería la capacidad de un gerente para motivar y persuadir a otras personas. Al aprovechar la inteligencia social, estos líderes pueden descubrir y apelar a los intereses personales de su plantilla, aprendiendo qué es aquello que los motiva y encontrando la vía para incorporar sus pasiones en sus responsabilidades y tareas diarias.
Capacidad de mentorización. Aquellos líderes emocional y socialmente maduros son capaces de entrenar y brindar mentorización personalizada a los miembros de su equipo con amabilidad, contribuyendo a su progreso y evolución dentro de la compañía.
Inspiración. Este tipo de jefes con altos índices de inteligencia tanto social como emocional tienen el poder de articular una visión convincente que inspire al resto, genere cohesión y sensación de comunidad y pertenencia en la empresa. Estos líderes son capaces de explicar por qué el trabajo importa y conectar directamente las pasiones individuales y colectivas de la plantilla con las metas de la organización.
Cooperación en equipo. Un buen líder conoce a fondo la importancia de la cooperación en equipo como medio para formar vínculos sólidos y duraderos y subir la moral y la motivación intrínseca de los trabajadores. Por ello, brinda espacio para que todos puedan expresar sus opiniones y generan dinámicas de equipo útiles para obtener feedback valioso.