Estas son las ciudades que van a triunfar en el 2017

FOTOGALERÍA. Muchas de las urbes seleccionadas como las triunfadoras para el 2017 estrenan monumentos. Otras, años temáticos con las que impulsar una cara desconocida y, algunas de ellas, simplemente vuelven al mapa tras años de ostracismo. Pero todas recibirán de otra forma al visitante durante el próximo año. (Texto y fotos: traveler.com)

La Habana. No sabemos lo que pasará en esta ciudad en el 2017. Lo que sí que está claro es que será histórico, así que ¿por qué no vivirlo en primera persona?
Sevilla. En el 2017 se cumplen los 400 años del nacimiento de Bartolomé Esteban Murillo, uno de los más grandes pintores que vio nacer Sevilla, y en su ciudad se lo han tomado muy en serio. Después de flirtear varios años con la modernidad, la capital andaluza vuelve a su pasado para reivindicar la obra de este gran retratista barroco a través de rutas, monográficos y exposiciones. A ello se suman otras grandes noticias culturales como la apertura del Caixa Forum en la ciudad que la consolidan como un destino artístico exquisito.
Helsinki. La capital finlandesa va a ser el epicentro de las celebraciones de los 100 años del país. Una conmemoración que arrancará con un fiestón de fuegos artificiales y eventos durante la noche de Año Nuevo y que seguirá durante todo el año. Exposiciones sobre el diseño y la cultura del país, un carnaval de samba, conciertos y otros alardes culturales llenarán la ciudad de nacionalismo del bueno. A todo ello hay que sumar otros hitos como la mayor feria de ciencia ficción del mundo, el WorldCon, el campeonato mundial de patinaje artístico o la apertura al público del santuario natural de Vallisaari.
Osaka. La labor que esta ciudad, el epicentro de la segunda conurbación japonesa con mayor actividad económica, por convertirse en un destino atractivo está teniendo sus recompensas. Según datos aportados por el Global Destination Cities Index de MasterCard, se trata de la segunda gran ciudad del mundo con mayor crecimiento del turismo de ocio, solo superada por Barcelona. Además, este informe también la sitúa como la urbe que más ha crecido en los últimos ocho años. ¿Sus argumentos? Un skyline a la altura de cualquier otro gigante asiático, la modernidad de su museo de arte contemporáneo y la combinación de tradición y neones a la altura (o más) de su vecina Tokio.
Tallin. Más allá de un coqueto centro histórico (probablemente el más bello de todas las repúblicas bálticas), en Tallin hay un despertar cultural muy interesante. Decidida a ser una de las ciudades más curiosas del viejo continente, la capital de Estonia celebra en el 2017 la cuarta edición de su bienal de arquitectura, una cita que poco a poco gana en importancia por lo relevante de sus temáticas y por cómo revoluciona la ciudad. Exposiciones, intervenciones y reinvenciones de espacios dotarán a su bello trazado medieval de un aliciente nuevo.
La Paz. En ese meritorio esfuerzo que cada urbe hace para encontrar su hueco en el panorama turístico cultural, la capital de Bolivia lo ha apostado todo por el diseño. En concreto, por la creación de carteles, que tiene su particular homenaje durante la BICeBé, un fin de semana largo en el que esta forma de expresión se convierte en arte. Además, a principios de año recibirá al Dakar por primera vez en su historia, lo que supondrá una fiesta para un deporte que cada vez cuenta con más adeptos en la ciudad.
Edmonton. Sirva esta urbe canadiense como ejemplo de control de gasto y participación ciudadana. Hace justo diez años, la ciudad se volcó para celebrar la Expo 2017. No obstante, sus habitantes reaccionaron ante un presupuesto desorbitado y sin sentido y paralizaron este gran evento. Su no-celebración, sin embargo, no la borra del mapa del año que viene ya que será una de las grandes sedes de la conmemoración de los 150 años de Canadá como país. Una excusa perfecta para perderse por su rara arquitectura, sus lagos y su verde urbanismo.
Caen. La gracia de esta localidad normanda de Francia solía estar en su pasado, desde los memoriales a los caídos en la II Guerra Mundial a las sublimes bellezas arquitectónicas de su época medieval. Hasta ahora. La nueva biblioteca, que abrirá el próximo mes de enero, busca ejercer de acicate, de revolución para un nuevo barrio que se refleja en el canal. Su responsable es el estudio de arquitectura OMA liderado por Rem Koolhas, un seguro de vida cuando se trata de cambiar el color y la dirección de una ciudad.
Aarhus. La segunda ciudad más grande de Dinamarca es de las que se han tomado en serio eso de ser capital cultural europea. Su 2017 va a estar centrado en explotar su capitalidad y en mostrarle al mundo que es capaz de quitar el cetro de urbe molona a su vecina Copenhague. ¿Sus argumentos? Cultura y arquitectura, ya que en los últimos años se ha propuesto reforzar sus programas culturales y museísticos en torno a estos dos aspectos con la apertura de espacios alucinantes como el ARoS Museum, el conjunto de casa ‘Iceberg’ (probablemente el conjunto residencial más bello de los últimos años en el viejo continente), su reinterpretación de los muelles de Dokk1 o el lavado de cara de su bellísimo centro histórico. Una excusa perfecta para perderse por su rara arquitectura, sus lagos y su verde urbanismo.
Pafos. Es el momento de Chipre. Su condición de destino calmo, seguro y aún por descubrir lo convierte en el mayor objeto de deseo del Mediterráneo Oriental. A todo ello hay que sumarle la condición de Pafos de capital cultural europea. Esta celebración no supondrá un despliegue máximo de eventos imprescindibles, más bien la reivindicación de una ciudad histórica, Patrimonio Mundial desde 1980 gracias a sus restos arqueológicos, que afronta su reinvención como meca turística. Una oportunidad única para disfrutar de lugares imprescindibles como su castillo, la roca de Afrodita (donde dicen que nació esta diosa) o las alucinantes Tumbas de los Reyes.
Bogotá. Quizás sea la urbe latinoamericana que más y mejor se ha propuesto honrar al famoso tango de Gardel. Toca volver por la paz, por el embrujo cultural al que nos ha sometido Narcos y porque, estadísticas en la mano, es la ciudad de este continente que más está creciendo en términos turísticos. 2017 lo adereza con un sinfín de eventos y festivales de todo tipo como el Sónar Bogotá, algún que otro hito como la reapertura de su plaza de toros y un potencial museístico y artístico que la sitúa como una de las grandes capitales culturales al otro lado del Atlántico.
Conakry. Esta ciudad de República de Guinea es una de esas urbes tranquilas del continente negro que, poco a poco, van floreciendo y abriéndose al turista urbano. Su importancia cultural la ha elevado hasta ser capital mundial del libro este 2017, un homenaje a una ciudad que ha visto nacer y/o crecer a intelectuales como Djibril Tamsir Niane o Solomana Kante. Ferias, simposios y eventos varios permitirán conocer una ciudad con un entorno precioso con las islas de Los como paraíso natural, un pasado callejero colonial y algún que otro monumento como el palacio presidencial o el palacio del pueblo.
Hong Kong. Es el gigante asiático de moda, el que mayor crecimiento turístico ha experimentado en los últimos años y donde toda buena cadena hotelera de lujo tiene su pequeña sucursal. Además, en los últimos meses ha experimentado un crecimiento de los vuelos directos que la conectan con Madrid gracias a Cathay Pacific, lo que la hace especialmente suculenta. A sus encantos megalómanos urbanos, en el 2017 le añade una señora ampliación de su parque Disney, así como su espectacular récord de 61 restaurantes con estrella Michelin.
Tarragona. Aunque se haya pegado el batacazo de retrasar los Juegos del Mediterráneo del 2017 (tal y como estaba previsto) al 2018, conviene no olvidarse de su impresionante potencial cultural. Su principal atracción es el legado romano, que en los últimos lustros se está potenciando con festivales como Tarraco Viva; así como el encanto marinero del barrio de Serrallo y los estimulantes paseos por la Rambla Nova y el Mercado Central. Además, ejerce de campamento base para combinar su encanto urbano con otros dos grandes acontecimientos cercanos: la capitalidad de la cultura catalana de Reus en el 2017 y la apertura del futurista Ferrari World en Port Aventura.
Cardiff. Desde que se supiese, hace casi dos años, que la metrópoli de Gales iba a albergar la final de la Champions League del 2017, los ojos se han posado en su potencial deportivo. Su principal templo es el Millenium Stadium, un complejo abierto en 1999 en el que tendrá lugar el partido más importante del panorama futbolístico mundial, además de albergar los siempre atractivos partidos en casa de la selección escocesa de rugby en el Seis Naciones. Todo un alarde turístico-deportivo que se traduce, además, en una nueva línea directa de Iberia Express que la conecta con Madrid y un reverdecer cultural popular en barrios como Mermaid Quay y en los escenarios de sus mejores pubs.
Yakarta. Sí, se podría considerar a esta urbe desproporcionada como uno de esos males menores de Asia, esas grandes ciudades en las que se aterriza y punto. Sin embargo, una vez cada dos años la capital de Indonesia celebra su más que interesante bienal de arte contemporáneo, una cita en la que se explora la creación del sudeste asiático, y más desde que la gestiona y organiza una fundación que cuenta con el apoyo de la misma empresa que organiza las bienales más importantes del mundo.
Dusseldorf. Como viene sucediendo en los últimos años, el ser la ‘Grand Depart’ (o punto de salida) del Tour de Francia está unido a una explosión turística controlada. Este gran acontecimiento ciclista, además de suponer el regreso de este deporte a Alemania, va a permitir que todo el mundo conozca las bondades de una ciudad injustamente acusada de aburrida e industrial. Y es que se trata de una urbe cosmopolita que lo tiene todo para enamorar, desde un centro histórico cuidado hasta el modernísimo paseo por el Rin sin olvidar su icono contemporáneo, el K20/K21.
Astaná. La apertura que poco a poco va experimentando Kazajstán coloca a su capital en el centro de todo. Empezando por las nuevas conexiones aéreas que la acercan a Europa y que permiten que aumente el turismo. Entre sus principales atractivos, destacan los nuevos edificios que Norman Foster está construyendo, su faraónica torre Bayterek y esa herencia soviética de grandes avenidas algo desoladas. A todo ello este 2017 le añade la organización de la Expo Mundial, que en esta edición versará sobre la energía del futuro.
Punta del Este. Se acabó de asociar esta ciudad costera de Uruguay con el sol y playa más lujosos y frívolos. Aprovechándose de una infraestructura hotelera y turística ya consolidada, Punta del Este lleva años tratando de reconvertirse en un destino cultural. Su recientemente estrenado centro de convenciones no solo es el icono moderno de esta reformulación, sino que también es el hogar para sus diversos festivales de cine y entrega de premios. La punta del iceberg de una localidad en cuyas calles proliferan galerías de arte y espacios culturales como el Museo Ralli o el de Arte Americano.
Varna. Esta ciudad costera búlgara ha conseguido hacerse un hueco en las previsiones gracias a la capitalidad de la juventud europea. Sin ser un evento de especial relevancia turística, sí que consigue mover a las nuevas generaciones por sus programas de educación y entretenimiento. Y, como bien es sabido, la sangre nueva alegra las calles por lo que el 2017 será una oportunidad única para conocer este resort a orillas del Mar Negro así como su pasado romano, su impresionante catedral y su mezcla de culturas otomanas, judías y cristianas.
Túnez. El proceso ha sido lento y trabajoso, pero este país y su capital han vuelto a ver la luz. Durante el 2016 se han multiplicado los visitantes extranjeros y se ha potenciado la seguridad para recuperar los años buenos, para devolver al país a aquellos veranos interminables de exotismo y cultura. No obstante, esta segunda oportunidad se toma con más tranquilidad e inteligencia. Su gran urbe busca potenciar su pasado glorioso con el precioso y ya seguro Museo del Bardo y su medina, un meollo menos abarrotado, más tranquilo y con decenas de rincones con encanto que comulgan armoniosamente con las modernidades que trajeron los franceses hace un siglo, entre ellas el teatro municipal art decó y la catedral de San Vicente de Paúl.

Por: Redacción Gestion.pe