Estados Unidos tiene una crisis de septicemia de US$ 27,000 millones

La sepsis es una afección que avanza con rapidez y se desencadena cuando el intento del propio organismo de combatir una infección externa daña tejidos y órganos.

Por: Redacción Gestion.pe

Bloomberg.- La septicemia o sepsis –una afección con frecuencia letal en la cual el sistema inmunitario del organismo ataca sus propios órganos conforme trata de combatir una infección- es la principal causa de muerte en los hospitales de Estados Unidos, y hace muy poco que el país ha empezado a entender la magnitud del problema.

Un nuevo informe gubernamental sugiere que los casos de septicemia se triplicaron entre 2005 y 2014 y generaron 1.5 millones de hospitalizaciones para el final de ese período.

Es alarmante, pero también podría resultar engañoso. Los especialistas que estudian la sepsis dicen que el aparente incremento es en realidad un reflejo de la forma en que los médicos mejoran en lo relativo a detectar casos que antes pasaban desapercibidos.

El mundo médico “reconoce que es una afección mucho más común de lo que nos dábamos cuenta antes”, dice Greg Martin, médico de terapia intensiva y profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad Emory, que se dedica al estudio de la septicemia.

La sepsis es una afección que avanza con rapidez y se desencadena cuando el intento del propio organismo de combatir una infección externa daña tejidos y órganos. No hay un único análisis que la diagnostique, y los médicos deben evaluar una serie de síntomas y signos biológicos.

Puede acelerar el ritmo cardíaco, causar problemas respiratorios, hacer que los pacientes sientan escalofríos o que se eleve su temperatura, además de provocar fuertes dolores.

Es más probable que afecte a personas mayores y a quienes padecen otras enfermedades. Podría desempeñar un papel en hasta la mitad del total de las muertes hospitalarias.

Salvarles la vida a personas que padecen septicemia, también llamada shock séptico además de sepsis, depende de una rápida administración de antibióticos y fluidos, así como de otras medidas destinadas a estabilizar a los pacientes.

El estado de Nueva York emitió hace poco normas que exigen que los hospitales sigan pautas de tratamiento luego de la publicitada muerte de un niño de 12 años como consecuencia de una septicemia que en un primer momento los médicos no diagnosticaron. Otros estados podrían adoptar las mismas medidas.

La reciente atención es comprensible. Un recuento federal de datos de facturación hospitalaria muestra que los casos de sepsis han experimentado un fuerte aumento.

Un nuevo informe de la Agencia para la Calidad y la Investigación en Salud (AHRQ por la sigla en inglés), un organismo federal que estudia las prácticas clínicas, determinó que la sepsis era la causa más común de las hospitalizaciones, a excepción de embarazos y partos. Su tratamiento costó US$27.000 millones en 2014, alrededor de US$ 18,000 por caso.

“Hay una gran atención para generar una mayor conciencia sobre la septicemia”, dice Chris Seymor, profesor asistente de terapia intensiva y medicina de emergencia de la Facultad de Medicina de la Universidad de Pittsburgh.

“Lo que se espera es que, al alertar a la gente en general, a los médicos clínicos y a quienes tratan infecciones simples, podamos educarlos respecto de los signos y los síntomas”, dice.

Los pagos por septicemia pueden ser tres veces más que los originados por neumonía, una infección que suele preceder a la sepsis.