Emprendimiento: 24 tendencias claves para iniciar un negocio

FOTOGALERÍA. Analizamos los cambios tecnológicos y sociales y las necesidades de las empresas y del consumidor actual para detectar las oportunidades de negocio con más futuro para emprender en el momento actual.

Aplicaciones de terceros. Piensa en qué tipo de aplicaciones pueden resolver limitaciones de las marcas en social life streaming. “igual que hay un Hotsuit para publicar de forma simultánea en varias redes sociales, saldrán otras que permitan emitir desde Facebook life, periscope y youtube conect (el proyecto de youtube para competir en esta nueva modalidad). también softwareque permita seguir la conversación con los usuarios, incluso responder después de la emisión, porque ahora mismo los comentarios desaparecen tras la emisión”, apunta Óscar Cumí.
Instantaneidad. En un mundo conectado las 24 horas del día y en el que el público aspira siempre a participar en todo, se impone una nueva modalidad de hacer marketing en redes: el Social Life Streaming. “Es una categoría nueva. Su ventaja es que puedes emitir en directo y a la vez interactuar con la audiencia. Y sólo necesitas para hacerlo un smartphone y una conexión wifi”, explica Óscar Cumí, director de proyecto digital de Bimbamroi. ¿Que cómo funciona este Social Life Streaming? Utilizando herramientas como Facebook Life o Periscope, las únicas que permiten por el momento que el público escriba a través de las redes las preguntas que le surjan al ver las emisiones y que tú respondas de forma oral en tiempo real. La participación y el compromiso se impulsan a través de hashtags. Lo que nos indica que es una tendencia que llega para quedarse es que “Periscope hasta ahora no dejaba conservar los contenidos más de 24 horas y ahora ya se pueden grabar de forma permanente. También se ha creado un buscador para que los usuarios puedan encontrar contenido por temáticas, aunque a muchos usuarios lo que les gusta de estas acciones es que sean righ now (inmediatas)”, explica Cumí.
Bots o el futuro de la atención al cliente. La inteligencia artificial aplicada a la atención al cliente se está desarrollando a través de bots o asistentes virtuales capaces de aprender de las conversaciones y dar respuesta a los clientes de forma autónoma. El problema es que todavía tienen mucho que mejorar. Microsoft tuvo que retirar el suyo por las expresiones racistas que empezó a utilizar (aprendía del lenguaje de los internautas). Pero la oportunidad está. Nos ha gustado, por ejemplo, Reply.ai, que permite crear bots personalizados para integrarlos en aplicaciones de mensajería como Whatsapp, ya están emprendiendo con éxito en este tipo de desarrollos.
Ciberseguridad. La preocupación por la seguridad de los datos corporativos se materializa en crecientes inversiones para protegerlos: en 2015 las empresas de todo el mundo destinaron 60,000 millones de euros a mejorar sus sistemas de seguridad digital y en 2020 alcanzarán los 150,000 millones, según Gartner. Una tendencia que se refuerza por el nuevo reglamento europeo que entrará en vigor en 2018, que obliga a todas las empresas a poner la ciberseguridad como prioridad. Por ejemplo, obligando a las empresas a comunicar cualquier incidencia o fuga de datos que se produzca en sus sistemas. ¿Cómo aprovechar el tirón como emprendedor? Los campos son infinitos. Por un lado, aumenta la necesidad de desarrollar sistemas de protección para los ciberataques. Proyectos de auditorías de seguridad y hacking ético (especialistas en detectar posibles fallos de sistema que pueden aprovechar los hackers). Desarrollos de software de ciberseguridad o ciberinteligencia. Un mercado en el que está, por ejemplo, Buguroo, que ha creado un software para ayudar a los auditores de seguridad a realizar su trabajo en menos tiempo y en el que, según sus fundadores, queda mucho margen de innovación, ya que los productos se tienen que reinventar y adaptar continuamente para afrontar los nuevos métodos que utilizan los ciberdelincuentes.
La nueva economía colaborativa. La economía colaborativa sigue ganando adeptos entre los consumidores, a pesar de los muchos conflictos legales que algunas de estas plataformas están teniendo en todo el mundo. Polémicas al margen, el sector crecerá de forma imparable en los próximos años. Según PWC, pasará de los 15.000 millones de euros actuales a facturar 335.000 millones en 2025. Un crecimiento en el que tendrá mucho que ver la creación de nuevas propuestas de valor como la que propone abajo BeMyEye: colaboración de particulares con empresas. Pero también los proyectos de colaboración entre empresas y profesionales. Por ejemplo, plataformas que faciliten la colaboración en la cadena de suministro y distribución para reducir el impacto ambiental, compartir datos para conseguir una visión más completa sobre el futuro comportamiento del consumidor o compartir tecnología, por la necesidad de estar al día en un mercado en constante evolución… Un ejemplo de esta tendencia lo vemos en el coliving, una forma de vida y trabajo colaborativo que llega de Estados Unidos y que se basa en compartir alojamiento entre profesionales (generalmente procedentes del entorno de la tecnología) para compartir conocimiento y quizás desarrollar juntos algún proyecto.
Transformación digital. Si la tecnología es tendencia, la adaptación de las empresas a ese entorno digital también. Porque la mayoría de las empresas no la han hecho. Y no nos referimos a adoptar una tecnología, sino a crear una estrategia digital de verdad que muchas veces puede implicar un cambio de modelo de negocio.
Experiencia de cliente. Mejorar la experiencia del cliente como forma de fidelizar se ha convertido en la gran preocupación de todas las empresas. Pero la mayoría todavía no han desarrollado estrategias de negocio reales para hacerlo. ¿Qué oportunidades vemos aquí? Propuestas de consultoría especializada para ayudarles en el camino. Y todo tipo de soluciones informáticas para adaptar la experiencia del cliente al e-commerce y a los canales digitales de empresas de todos los sectores. Aquí entrarían conceptos de los que hemos hablado antes, como Gaspay, para aligerar los pagos en las gasolineras, soluciones de realidad virtual para hacer más emocional la compra en e-commerces o aplicaciones como Bloombees, que desarrollan el concepto de instant commerce, o la venta directa desde redes como Instagram, Whatsapp o Facebook sin hacer ninguna integración del medio de pago; acepta más de 20 métodos de pago internacionales y más de 180 divisas de todo el mundo sin ninguna configuración adicional.
Nuevo contenido de marca. La especialización en marketing de contenidos sigue siendo una oportunidad, porque hay menos competencia que en las tradicionales agencias de marketing online. Y es una tendencia que llegó para quedarse. Los contenidos propios creados por las marcas ayudan a conectar mejor con el consumidor que los tradicionales mensajes publicitarios. Y la necesidad de atraer su atención les lleva a buscar nuevos formatos para acercarse a ellos, como los podcast y los documentales de marca.
Impresión 3D. La posibilidad de imprimir cualquier cosa que se nos ocurra con una impresora 3D, con un menor coste (sobre todo, cuando se trata de piezas únicas o series pequeñas), unido al cada vez mayor gusto de los consumidores por hacerse ellos mismos muchos de los objetos que consumen, garantiza que el mercado de la impresión 3D seguirá en aumento a medida que se reduzca su precio (las hay desde 300 hasta dos millones de euros) y mejoren sus funcionalidades.
 La impresión 3D se está utilizando para todo tipo de productos, desde prótesis médicas, hasta joyas, zapatos, piezas de repuestos, muebles, juguetes o comida. Sí, la impresora Foodini, de Natural Machines permite ya cocinar en restaurantes, hospitales y pastelerías y en 2017 estará disponible una versión para uso doméstico. Este modelo de impresora podría convertirse en el nuevo gadget de los hogares, ya que permite ajustar muy bien las dosis y el valor nutricional de los alimentos, aunque su elevado precio (3.500 euros), no la pone al alcance de todos los públicos. Por el momento.
Conectividad. En 2020 el tráfico de datos por los teléfonos inteligentes se multiplicará por 10 en el mundo. Habrá 26.000 millones de dispositivos conectados a Internet. “Las redes que tenemos ahora no lo soportan. Vamos hacia un cambio tecnológico que nos permitirá conectar muchos más dispositivos de los que tenemos ahora”, explica Xavi Vilajosana, profesor de la UOC. Hay que cambiar el modelo “y, en lugar de tener una antena en cada 10 edificios, vamos a tenerlas mucho más pequeñitas, que den un alcance menor, pero con más capacidad de absorber usuarios de forma local. Esto es lo que trae el 5G, vendrán operadores y no operadores y pondrán antenas de frecuencia más alta y menos potencia”, apunta Vilajosana.
Comunicar máquinas con máquinas. Las redes 5G se empezarán a probar en 2018 y buena parte de las conexiones serán entre dispositivos, como sensores, coches o electrodomésticos. Hay oportunidades en dispositivos que ayuden a conectar todo tipo de cosas. a veces, creando, incluso, nuevos modelos de negocio. “Por ejemplo, la empresa de Barcelona, Mapit.me, ha creado un aparato para colocar en las motos y que, gracias a los sensores que lleva incorporados, permite detectar si la moto se mueve o no se mueve, si está aparcada o dónde está y te está diciendo en tu móvil todo el rato dónde se encuentra. es un servicio que te ofrece tener tu vehículo seguro. ¿el modelo de negocio? Cobran unos 20 euros por el equipo, el aparato, y una suscripción anual de 12 euros por el servicio. a cambio de esa seguridad o de, al menos si te la roban, saber dónde ha ido. son modelos de negocio que no utilizan redes de Telefónica. Han montado su propia red, que pueden poner en el balcón de su casa y cubren la ciudad”, explica Xavi Vilajosana.
Ecoinnovación. Una tendencia que entronca con la alimentación sostenible, pero que en este caso abarca a todos los sectores. Y se centra fundamentalmente en los procesos de producción. Según el informe Tendencias en Ecoinnovación, presentado por el Laboratorio de Ecoinnovación de La Caixa, para 2100 en el planeta habrá 12.300 millones de personas, la demanda de energía aumentará un 37% para 2040 y el precio de las materias primas se encarecerá un 150% entre 2020 y 2100. Para sostener todo esto, harían falta 1,5 planetas para generar todos los recursos necesarios
y asumir el CO2
 emitido durante
un año. Vamos,
 que la realidad
 obliga a innovar
en los procesos, pro
ductos y servicios, que
es lo que al fin y al cabo es la ecoinnovación. “Es una estrategia de desarrollo empresarial que afecta a cualquier tipo de empresas, grandes y pequeñas, y de cualquier sector económico. Básicamente, lo que busca es aprovechar la oportunidad de repensar los procesos, los productos y los servicios para incorporar la variable ambiental y ofrecer al mismo tiempo servicio al cliente y valor social y económico”, explica Ramón Farreny, de la Secretaría Técnica del Laboratorio de Ecoinnovación.
Salud y seguridad alimentaria. Dentro de la alimentación sostenible se incluye cualquier innovación que ayude a mejorar el rendimiento de las plantaciones agrícolas. Hemos hablado ya en otras ocasiones de Bynse, que aplica sensores y big data para mejorar el rendimiento de las parcelas, detectar posibles plagas, etc. Otra interesante alternativa es Nanny, una aplicación que ayuda a conseguir mejores cosechas en cultivos hidropónicos (cultivos sobre soluciones minerales en lugar de suelo agrícola). Tecnología de este tipo permite cultivos en el desierto o en jardines verticales, que precisan un cuidado muy específico. Y Cropti, un cuaderno de explotación de los cultivos que ayudará a avanzar en la futura trazabilidad de los cultivos. Una tendencia que responde a la creciente necesidad de los usuarios de tener mayor conocimiento de lo que comen y a las exigencias de sostenibilidad, ya que el uso de productos fitosanitarios puede provocar la contaminación del suelo y el agua.
Salud y bienestar. Es una tendencia que sigue imparable y que se refleja en el cada vez mayor número de personas que realizan deporte y dietas más por salud que por el físico, exclusivamente. Y aquí vemos oportunidades muy dispares. Por ejemplo, nos ha sorprendido Blinkers, un proyecto creado por estudiantes para mejorar la seguridad en las bicis. Es un sistema de iluminación para ser más visible en carretera.
Robótica e Inteligencia artificial. Los robots de cocina, las aspiradoras autónomas y los cortacésped son una parte de la robótica con la que ya estamos familiarizados. Y ya se está trabajando intensamente para dar el gran salto hacia robots con inteligencia artificial, máquinas capaces de aprender por sí mismas y tomar decisiones propias. Se está utilizando, por ejemplo, en los coches autodirigidos o en drones capaces de adaptarse al terreno por el que se mueven para sortear árboles y otros obstáculos imprevisibles. En un futuro próximo servirá también para crear robots que puedan interactuar con las personas con la finalidad de ayudarlas en las tareas cotidianas, como limpiar la casa, el coche o en el cuidado de personas mayores y niños. Hay otras aplicaciones de la inteligencia artificial mucho más cercanas y que ya están ayudando a emprender dentro y fuera de España. Por ejemplo, empresas que desarrollan herramientas que utilizan la visión por computación y la inteligencia artificial combinadas con técnicas de deep learning aplicadas a tiendas online de moda, como Wide Eyes Technologies: “Esto nos permite que las máquinas aprendan ellas solas a interpretar las imágenes. Es como si estuviéramos enseñando a un bebé qué es una camisa, unos zapatos, etc., en diferentes situaciones y posiciones, para que luego sea capaz de reconocerlo por sí solo y sin ayuda. El sistema siempre está en constante evolución, debe ir aprendiendo al igual que lo hace el cerebro humano.
Smart cities. El 60% de la población mundial vivirá en ciudades en 2050, un reto que genera oportunidades para las empresas que trabajan en la sensorización de las ciudades y la creación de nuevas tecnologías para lo que se denomina smart cities o gestión inteligente de las ciudades. Por ejemplo, proyectos como Versalles, una app ofrecerá toda la información necesaria para cuidar y mantener un jardín de la manera más respetuosa con el medio ambiente. Introduciendo las características de su jardín y la empresa por el usuario, la aplicación le indica las plantas más adecuadas para el lugar, el diseño y disposición para el espacio o el cuidado más eficiente ahorrando agua. Hay oportunidades en soluciones que faciliten la gestión de residuos, del alumbrado público, del agua, de la movilidad, la reducción de ruidos, entre otros, proveyendo de datos que permitan tomar decisiones en tiempo real según las necesidades del momento.
Activismo de marca. En consonancia con esa mayor preocupación por el medio ambiente y un mundo más justo que define a los consumidores millennials, muchas marcas que se dirigen a ellos están basando su posicionamiento en el mercado en valores sociales. Hemos pasado de los productos de comercio justo a marcas de moda que destinan una parte de sus ingresos a mejorar las condiciones de algún colectivo desfavorecido o protección del medio ambiente. No hablamos de campañas de marketing temporales, sino de valores que están en el ADN de estas nuevas enseñas. Valores como el respeto a la naturaleza, el empoderamiento de la mujer o el diseño con mensaje y que pueden estar bien en la confección de los productos o por el apoyo de estas marcas a la protección del medio ambiente o colectivos desfavorecidos. Nos gusta, como ejemplo de este activismo de marca, Coticcio, una nueva firma de bañadores que destina el 5% de sus ventas a la Sociedad para el Estudio de los Cetáceos en el Archipiélago Canario (SECAC). O Frankies, gafas de madera que invierte parte de sus beneficios a realizar proyectos humanitarios como el de llevar a una localidad de Argelia gafas de sol polarizadas a los campamentos de refugiados.
Facilitar la movilidad. La movilidad en las ciudades es uno de los grandes retos pendientes y de los grandes focos de oportunidades. de hecho, la inversión global para la gestión inteligente del tráfico urbano se duplicará de aquí a 2019, hasta alcanzar la cifra de 91.500 millones de euros en todo el mundo. ¿a qué se destinará este dinero? A soluciones como Moovit o Citymapper, basada en información compartida de forma colaborativa por los usuarios para trazar la ruta más adecuada en función del tráfico o las incidencias en transporte público. También en la gestión eficiente de aparcamientos públicos o en compartir información sobre plazas libres en tiempo real.
Fintech. Los proyectos de tecnología aplicada al sector financiero se han convertido en las niñas mimadas de los inversores. En 2015 recibieron un 57% más de financiación que en el ejercicio anterior. Y no dejan de surgir nuevas tipologías de negocios. Hemos asistido al auge de proyectos de crowdlending como Arboribus o Circulantes, que ofrecen préstamos para la financiación de circulante de las empresas. De aplicaciones de pago por móvil como EasyPark, que siguen siendo una cantera de nuevas oportunidades. Las aplicaciones para administrar las finanzas personales, como Fintonic o para la gestión de divisas, como Kantox. Y las plataformas decrowdfunding, como Verkami o Lanzanos. “Ahora está irrumpiendo lo que se llaman robo-advisors,consejeros o asesores robotizados que te van indicando donde tienes que invertir el dinero. Plataformas como Finizens, Indexa Capital y Fincapital están aprovechando esta tendencia. Es la democratización de la inversión gracias a la inteligencia artificial”, apunta Pablo Blasco, de la Asociación Española de Tecnología Financiera.
Coches conectados. Una buena idea de lo que cambian los mercados con el uso del internet de las cosas y elbig data nos la da la industria del automóvil. En pocos años, los coches se van a convertir en un gadget más gracias al uso de sensores y nuevos softwares de navegación que nos permitirán saber de forma anticipada qué piezas se están desgastando o pueden fallar. Además, las empresas de seguros podrán trazar perfiles de los conductores y diseñar precios personalizados en función de la tipología del conductor: si es agresivo, cuántos kilómetros hace, qué recorridos realiza habitualmente…
están surgiendo, en definitiva, oportunidades para startups que sean capaces
de dar respuesta a estas exigencia del mercado. También para las que sean capaces de desarrollar aplicaciones que conecten los coches con servicios de emergencia para mejorar la seguridad en las carreteras. Y quien dice la industria del automóvil dice cualquier industria y/o proceso de producción que quiera realizar un mantenimiento preventivo.
Internet de las cosas y big data. El Internet de las cosas se va haciendo realidad y se popularizá con el desarrollado de la conectividad 5G. Todo estará conectado a Internet, desde nuestros propios cuerpos por medio de wearables, hasta los electrodomésticos del hogar o los coches controlados por el móvil. Hay oportunidades para quienes desarrollen aplicaciones y software que ayuden a hacer todo esto realidad. En los dispositivos wearables, además de los que ayudan a medir la salud y el deporte, vemos huecos para aplicaciones para aquellos orientados a las empresas, por ejemplo, para medir la productividad de los empleados.
Realidad virtual. Una tendencia que se popularizará a medida que las gafas que permiten disfrutar de la experiencia de una inmersión total en otros mundos, como Samsung Gear VR y Oculus, estén al alcance de todos. O que sus alternativas más baratas ofrezcan mejor calidad que la actual. En este mercado, las oportunidades pueden estar en el desarrollo de gadgetsque mejoren la experiencia: sistemas de audio que simulen el sonido envolvente o mandos de realidad virtual para interactuar con nuestras manos, como el proyecto español Glove One, unos guantes que nos hacen sentir la realidad virtual. Pero vemos muchas más oportunidades en el desarrollo de software y aplicaciones de realidad virtual adaptada a todos los sectores: el turismo, la moda, los videojuegos, el sector inmobiliario, la automoción, la educación… No hay más que pensar que todos los contenidos que consumimos actualmente se pueden enriquecer con realidad virtual.
Protección de la intimidad y tratamiento de datos. Otra necesidad insatisfecha es la inseguridad que provoca el incremento del procesamiento de información privada: la protección de los datos del consumidor y el uso que hacen de ellos las empresas. “el nuevo reglamento europeo sobre protección de datos establece un sistema uniforme para toda la UE, pero van a surgir conflictos según el uso que se haga de esos datos que hoy se recogen de forma masiva”, explica Albert Agustino, de Cuatrecasas, Gonçalves Pereira. Conflictos que obligan a crear nuevas figuras profesionales como el delegado de protección de datos, nuevos sistemas de certificación y sellos de calidad en materia de protección de datos y “profesionales especializados que conozcan muy bien a qué se dedica el cliente y cómo funciona su negocio”, dice Agustino.
Alimentación y agricultura sostenibles. Los recursos del planeta se agotan. Vamos a un cambio en las formas de consumo actual. Y en ese cambio tiene un papel clave la alimentación: toca reducir el consumo de carne y aumentar el de verduras, además de aplicar la tecnología para hacer más eficiente el sector. Por un lado, por medio de sensores en las explotaciones agrícolas y ganaderas. Por otro, fabricando comida en el laboratorio. Carne que sería más sana que la que consumimos actualmente porque se le podría eliminar sustancias perjudiciales como el hierro hemo o las grasas saturadas y sustituirlos por ácidos grasos omega 3. “Por una parte vemos toda la línea de interpretar la alimentación como medicina. Es un salto que tenemos que hacer. Luego tenemos toda la línea sobre alimentos relacionados con las proteínas del futuro que tanto se habla. Toda esta parte es lo que llamamos la bioeconomía, una etapa bio post animal. En los últimos 40 años se ha duplicado el consumo de carne y eso es insostenible”, apunta Marius Robles, CEO y cofundador de Reimagine Food.

Por: Redacción Gestion.pe