Eduardo Lalo: “Dije no al agente literario que parece un vampiro”
El escritor puertorriqueño, ganador del premio Rómulo Gallegos, lleva un mes diciendo muchos “no”. Para él, una editorial grande no significa éxito. Aún no ha tenido tiempo, asegura, de notar el impacto de su reconocimiento.
Por: DIANA MUJICA
Entre tumbos, con Lima pasando por la ventana: entrevisto a Eduardo Lalo, escritor puertorriqueño ganador del Premio de novela Rómulo Gallegos, en un auto en movimiento oyendo sus disculpas por la agenda traicionera que su prensa le traza.
En medio del tráfico limeño, oyéndolo subir la voz para que la grabadora registre su timbre por encima de los motores, la primera pregunta se hace casi sola: ¿le ha cambiado la vida ganar el Premio Rómulo Gallegos?
“Todavía no he tenido tiempo para notar si me la cambia o no, yo he llegado a este premio caminando, lo he hecho con una ética que considero importante”, esboza Lalo.
“Lo que creo que cambia es que es más difícil que lo ignoren a uno, que te trazan más entrevistas, que hay mucha más gente queriendo verte, llevo casi un mes reaccionando a eso, apenas sí he tenido tiempo de sentir que significa”.
Digo no
Y en ese mes, el artista ha ido conviviendo con la mediatez. Y no siempre ha sido un encuentro feliz.
“He tenido que decir muchos ‘no’ desde que gané el premio, le dije no al agente literarios que parece un vampiro, es que hay agentes que lo parecen; he dicho no a canales de televisión, a medios de prensa de mi país que yo considero que no hacen su trabajo”.
Y es que el brillo que da ganar uno de los premios de novela en español más importantes del circuito, genera una ola de simpatía y novedad. “Está la intención de mostrarse con uno, sobre todo de senadores y políticos que quiere que el escritor haga suyo sus discursos o quieren mostrar que apoyan la cultura, que la apoyen con proyectos, con labor política”, explica Lalo.
Editoriales
Y el mundo literario mismo ha vuelto la mirada también. Lalo ha escuchado ofertas de las grandes editoriales, pero ha decidido quedarse con Corregidor, la editorial argentina con la que publicó la novela ganadora: “Simone”.
“Hay muchos casos en que los grandes consorcios editoriales le han hecho mucho daño a la literatura, mi ambición no es que mis libros estén en todas partes, mi ambición es hacer un libro que explore los limites de la forma, de la novela, muchos de mis libros son transgenéricos, se vuelven en sayos fotográficos; y eso quiero seguir haciendo”.
Pero es así tan desesperanzador el rol de los agentes y editoriales, ¿no son, al fin y al cabo, representantes legítimos de un negocio?
Lalo responde: “Sí, se trata de un negocio, eso lo sabemos todos, pero al estar la editorial tan determinada por la venta, ha dañado a escritores porque en la medida que no venden lo que se espera, se quedan con derechos de autor y luego esos libros no se publican”
El autor concluye que “hay una gran ingenuidad en muchos escritores que piensan que porque los llama una gran editorial ya llegaron”.
Blando
En varias entrevistas, Lalo habla de la “literatura fofa” de su país, Puerto Rico. Preguntado el autor sobre qué significa esto, Lalo no se corta en sus definiciones.
“La comercialización temática de la literatura acaba empobreciéndola, se hacen libros para el viaje en avión, para la playa”.
Para Lalo, eso es la blandura del texto literario: “Ahora que se conmemoran los 50 años de “Rayuela”, creo que muchos coincidimos en que si ahora esta novela fuera ofrecida a una gran editorial no la aceptarían:; le dirían es muy larga, es muy compleja, cámbiale esto.
Lalo no está interesado en ese tipo de literatura, la define también como “light”. Pero, qué es light. Para el escritor esto es “tener una falsa idea del entretenimiento, es el terror a estar con nosotros mismos y por tanto lo light le rehúye a esa búsqueda”.
El camino se acaba, el escritor llega a su siguiente entrevista.
EN CORTO
Mediatez. Para Lalo las luces de la fama no son las más felices para el artista. “E escritor pierde siendo tan mediático, porque el ejercicio creativo. Preguntado por autores que si viven bajo el foco de la televisión, como Jaime Bayly, Lalo dice ”Prefiero no opinar sobre Bayly, y creo que con eso doy mi opinión, no tengo conocimiento profundo de su obra, pero su acercamiento al hecho literario me parece tan burdo que pierde todo interés para mí. Me parece un mal periodista por lo mismo”.