Edición de colección Black Badge de Rolls-Royce es una buena inversión
FOTOGALERÍA. El Wraith Black Badge de Rolls-Royce, de US$ 362,700, cuesta US$ 47,000 más que el Rolls-Royce Wraith estándar. Es un adicional alto para un modelo prácticamente igual. Descubra qué características hacen único al Wraith Black Badge.
Esto es lo que se obtiene por el aumento de precio de 13%: cromo de alto brillo (mucho) y mejor desempeño. También se recibe algo bien conocido entre los fans de la marca pero que, a razón de 150 autos por año, es muy difícil de lograr.
Al igual que con el increíble Lamborghini Huracán Spyder RWD, este llamativo modelo tiene el factor X especial que lo convierte en una mejor inversión en el largo plazo.
"Black Badge" identifica a una línea especial de Rolls-Royce Plc que viene con un desempeño más alto y está equipada con más preciosismo, con una estética general más oscura. (Hay también un Ghost Black Badge).
A primera vista, esta cupé no parece radicalmente diferente del Wraith convencional. Ambos cuentan con un capó oscuro que parece extenderse un kilómetro delante de uno en la ruta y una línea de techo que se despliega como círculos de humo.
Pero el Wraith Black Badge es único en cuanto a su sombrío ornamento de cromo Spirit of Ecstasy y entradas de aire ennegrecidas, además de nuevas llantas de un compuesto de fibra de carbono. Llevó cuatro años desarrollar estas últimas y para fabricarlas se tarda una semana. Pero es cuando uno se pone al volante cuando empieza a notar las verdaderas diferencias.
El Wraith Black Badge de 624 caballos de fuerza es tan poderoso como el Wraith, pero tiene una novísima caja de cambios de ocho velocidades que le da un andar más suave. Este es con mucho el auto más potente de Rolls-Royce hasta la fecha. Pasa de 0 a 96 kilómetros por hora en 4,1 segundos (frente a 4,4 segundos del Wraith regular); la velocidad máxima de ambos es de 248 kilómetros por hora.
Los pasajeros también notarán los detalles, como lo hicieron los míos la semana pasada cuando probé este auto. (Wraith tiene generosos asientos para cuatro).
Una vez que uno está adentro, no puede pasar por alto el audaz tapizado carmín y negro de los asientos; el singular reloj Black Badge colocado en el tablero, con manecillas de puntas anaranjadas, y el logo infinito bajo el reloj y entretejido en el asiento de atrás.
En las subastas Scottsdale de este año, un Rolls-Royce Phantom II Roadster de 1932 se vendió por US$ 341,000; un Rolls-Royce Silver Ghost London-Edinburgh Sports Tourer de 1913 obtuvo US$ 698,500. Cuando llegaron al mercado, cada uno de ellos estaba entre los coches más caros jamás producidos y eran los Rolls-Royce más costosos de su tipo.
Para construir a mano cada Black Badge Wraith se necesitan más de 70 horas; la lista de espera para uno es de tres meses o más. Aproximadamente 1,000 Wraiths se harán este año; 15% de ellos, o 150 en todo el mundo, serán ediciones Black Badge. Este limitado número anual trabaja a su favor, si usted tiene la paciencia de esperar.
Por: Redacción Gestion.pe