Los diez aeropuertos más elegantes y cuidados del mundo
Aeropuerto Internacional de Changi (Singapur). Un año más los votantes de esta lista eligen el aeropuerto de Changi como el mejor de todos. Y no es de extrañar, esto más que un aeropuerto parece un parque de recreo. La instalación cuenta con cinco jardines, sillas de masajes, televisiones y videojuegos…y ¡hasta un cine gratuito! Y qué decir de la limpieza y la organización de las terminales, parecen sacadas de un cuento de hadas: todo está recogido, bien cuidado y el trato de los trabajadores es exquisito. Vamos, uno de esos sitios donde merece la pena tener una escala de 24 horas. ¡Ojalá todos los aeropuertos fueran como este!
Aeropuerto Internacional de Incheon (Corea del Sur). El aeropuerto de Incheon está en segundo lugar de la clasificación, pero podría ocupar la primera. El complejo es otro ejemplo de cómo un sitio tan tedioso como un aeropuerto se puede convertir en la mejor experiencia de un viaje largo: cuenta con un gran centro comercial, jardines, cines y visitas guiadas que recorren las instalaciones. Aquellos que lleguen cansados del vuelo no tendrán problema en encontrar cómodos espacios de descanso, e incluso contarán con la posibilidad de darse una relajante ducha gratis. Por ponerle una pequeña pega, los usuarios consideran que los controles de seguridad son un poco lentos.
Aeropuerto Internacional de Haneda – Tokio (Japón). El pódium lo completa otro aeropuerto asiático: el de Tokio-Haneda. Un lugar cuidado con mimo, fiel al estilo japonés, en el que te será imposible encontrar un papel tirado por el suelo. No es un aeródromo que destaque por sus elementos de entretenimiento como los dos anteriores, sin embargo, los usuarios valoran de manera muy positiva su limpieza y seguridad, así como el trato amabilísimo de su personal. Un aeropuerto que responde a la cultura de un país: amable, limpio y ordenador. Así da gusto viajar.
Aeropuerto Internacional de Taoyuan, Taipei (Taiwán). ¿Quién dijo que los aeropuertos son espacios aburridos y sin alma? En Taoyuan cada puerta está ambientada con un tema diferente: desde el medioambiente hasta los productos de Sony, pasando por las tiendas de té y los productos de Hello Kitty. Para llenar los tiempos muertos entre conexiones hay clases de caligrafía, degustaciones de comida local, etc. El descanso está asegurado en cómodas salas, e incluso tienen habitaciones familiares.
Aeropuerto Internacional de Múnich-Franz Josef Strauss (Alemania). El primer aeropuerto europeo que se cuela en la lista es el de Munich. Un espacio cómodo y seguro del que los usuarios destacan la limpieza, la atención al cliente y la buena organización que en general cuenta el aeródromo. Pequeños detalles como el café gratuito por las mañanas y la buena calidad de la comida que se ofrece en los restaurantes le hace sumar puntos por encima de la media europea. Para los más pequeños cuenta con un parque de juego así como varios recorridos organizados donde enseñan a los peques varios aspectos del mundo de la aviación.
Aeropuerto Internacional de Kansai, Osaka (Japón). Vuelta a los ordenados e impolutos aeropuertos asiáticos, esta vez a través del aeródromo de Osaka, una instalación que este año ha pegado un subidón en la clasificación hasta colocarse en sexta posición. El ascenso se debe principalmente a la instalación de una nueva área pensada especialmente para todos aquellos que deben hacer noche en el aeropuerto. Esta zona cuenta con bancos largos –olvídense de esas horribles sillas partidas en cuatro por barras metálicas-, espacio reservado para consignar las maletas y hasta un servicio gratuito de préstamo de mantas. Con lugares así, esperar un vuelo de madrugada se hace, sin duda, mucho más llevadero.
Aeropuerto Internacional de Vancouver (Canadá). El continente americano se hace presente en el ranquin gracias a la amabilidad extrema del aeropuerto de Vancouver. Desde el minuto uno de tu llegada te sientes bienvenido gracias a las facilidades del aeropuerto, la limpieza y la cooperación del personal que trabaja en sus tiendas y restaurantes, así como el de aduanas. Por si esto no fuera suficiente, el complejo está cuidadosamente decorado con multitud de piezas de arte y las conexiones para dirigirse al centro de la ciudad funcionan como un reloj. El primer contacto con un país maravilloso que ya desde el aeropuerto recibe al viajero con toda su simpatía.
Aeropuerto de Helsinki-Vantaa (Finlandia). Los usuarios del aeropuerto de Helsinki valoran muy positivamente su limpieza y la facilidad con la que se desarrollan las actividades rutinarias de un aeropuerto, desde la facturación hasta el embarque. Como en el resto de los países nórdicos, los servicios parecen estar hechos pensando en el ciudadano, y no contra el ciudadano, como muchas veces ocurre en otros países. Uno de los tesoros más cotizados del complejo son sus cápsulas de sueño que además se complementan con la gran cantidad de enchufes que hay disponibles a lo largo de las terminales para poder recargar nuestros equipos electrónicos.
Aeropuerto de Tallin (Estonia). El aeropuerto de Tallin nos demuestra que no es necesario ser un mega complejo lleno de espacios de fantasía y ocio para convertirse en un aeropuerto bien gestionado y valorado. Su tamaño nada tiene que ver con alguno de los gigantescos aeródromos que ocupan los primeros puestos de la lista, sin embargo, su sencillez, comodidad y tranquilidad lo convierten en uno de los mejores calificados. Cierto que debido a que no hay gran tránsito intercontinental ni muchos vuelos nocturnos, no cuenta con instalaciones pensadas para largas esperas ni conexiones.
Aeropuerto Internacional de Zúrich (Suiza). El top ten de los mejores aeropuertos según The guide to sleeping in airport termina con uno de esos que están tan limpios y cuidados que parece que por allí no pasaran turistas. Las instalaciones permanecen impolutas y la señalización está tan bien diseñada que ni haciéndolo a propósito es posible perderse. Eso sí, los precios son tan altos como te puedas imaginar; las tiendas de moda y recuerdos tienen artículos fuera del alcance de la mayoría de los mortales y la comida cuesta tanto como el mejor menú de buen restaurante. Al fin y al cabo, por muy bien que estén diseñados los servicios para los pasajeros, esto sigue siendo Suiza. ¡Y hay que pagarlo!
Por: Redacción Gestion.pe