¿Cuál de las 10 formas de felicitar a un empleado por un trabajo bien hecho aplicas?

FOTOGALERÍA. Decir palabras amables puede resultar muy sencillo, pero la felicitación eficaz, la que busca reforzar las conductas excelentes, no se puede quedar en las buenas palabras. Los expertos nos descubren diez claves para hacerlo sin que resulte artificial o falso.

La persona adecuada. Cuanto más rango tenga quien da la enhorabuena, más decisiva será la felicitación. Si es el presidente en persona quien se acerca a dar la mano, mejor que si es su superior inmediato. Si quieres impactar, haz que tu jefe felicite a tu equipo.
Cara a cara. Y, si la distancia no lo permite, antes por vía telefónica que por mail. Aunque se pueden combinar las dos: primero una llamada y más tarde un correo o un mensaje, para confirmar por escrito lo que se ha dicho.
Felicitar en público. Es cierto que tiene un peso mayor una palmadita en el hombro delante de otros compañeros o de otros superiores, pero nunca debe dar la sensación de que felicitamos sólo cuando hay otros jefes delante, como estrategia para hacer crear que somos un superior que trata muy bien al equipo.Esto se percibe y puede perjudicar más que favorecer. En cualquier caso, conviene tener en cuenta la personalidad del felicitado, a lo mejor prefiere la discreción de un despacho.
Sobre todo, sinceridad. Evita las frases hechas y las palabras que no son del lenguaje cotidiano, la propia expresión “te felicito” suena muy estereotipada.Es mejor recurrir a otro tipo de expresiones más cercanas y sobre todo, que sean honestas. Por ejemplo: “Estoy muy orgulloso del esfuerzo que estáis realizando, sois magníficos”.
Ha de ser inmediata y oportuna. El reconocimiento debe realizarse justo en el momento en que se produce el trabajo bien hecho. Si se espera demasiado, pierde fuerza. “Te agradezco las horas que te has quedado esta semana para sacar el programa adelante”.
Ha de ser específica. Huye de las felicitaciones en abstracto. En lugar de decir “Enhorabuena por la presentación, ha sido magnífica”, es mejor concretar y decir exactamente lo que nos ha gustado de la presentación y por qué: “Has hecho una presentación magnífica. Me ha gustado especialmente el análisis que has realizado sobre la evolución de las ventas en las sedes provinciales. Nos ha servido para hacernos una visión de conjunto muy clarificadora. Enhorabuena”.
Debe ser personalizada. Tiene más fuerza la felicitación de una persona que la de la organización. Utiliza expresiones personalizadas y que revelen emociones como “yo te veo”, “me parece”, “me he dado cuenta”… “He visto que te has quedado fuera del horario durante tres días, no sabes lo importante que es para mí este esfuerzo extra”.
Que sea nominativa. Para incrementar la fuerza del reconocimiento hay que utilizar el nombre de la persona a la queremos reconocer. “Enhorabuena Enrique por lo bien que has resuelto el encargo que te hice ayer”.
Ha de ser gratuita. Una felicitación nunca debe llevar una tarea añadida; puede ser percibida como una encerrona para asumir trabajo extra. Además, no se debe acompañar con expresiones negativas, como algún “pero”.La que sigue no suena a felicitación real, sino a la obligación de asumir más trabajo, sin más: “Como tú eres muy buena resolviendo las quejas de los clientes ¿por qué no te encargas de esta petición?”
Debe servir para reforzar una actitud. La felicitación debe reflejar las consecuencias que tiene el acto a reconocer para la organización o para el departamento para servir de refuerzo en ocasiones posteriores. Es importante que la gente perciba que se le está valorando y de qué manera contribuye al avance de la organización. “Te agradezco que hayas liderado este proyecto porque nos ha permitido reducir en un 15% las quejas y reclamaciones”.

Por: Redacción Gestion.pe