Los cinco lugares que se robaron mi corazón en el 2016

FOTOGALERÍA. Para muchos, el 2016 fue el año que justificó varias escapadas. Estos son cinco sitios que le robaron el corazón a Nikki Ekstein, editora de viajes de Bloomberg, estos últimos 12 meses; algunos clásicos, otros nuevos, pero todos debería tener en consideración.

Cabo San Lucas, México. “Estoy oficialmente evangelizada con este resort que realmente es uno de los grandes destinos de este planeta, sólo detrás de lugares como Phuket o el Pacífico Sur”, indicó Nikki Ekstein, editora de viajes de Bloomberg. Cabo tiene algunos de los proyectos “de la granja a la mesa” más atractivos de México, un talento omnipresente para los tacos de pescado frito y una de las concentraciones más altas de relucientes resorts de cinco estrellas bajo el sol.
Cabo San Lucas, México. Si sumamos el esplendor natural de Cabo (formaciones rocosas impresionantes, playas junto a precipicios, avistaje de ballenas, cascadas, lo que sea) y su propensión a contar con excelentes bares con piscina, se obtiene un lugar donde es difícil quejarse de algo. Planee un fin de semana largo en Cabo y tendrá más posibilidades de ver mamás ballenas y sus ballenatos en el Mar de Cortés. Quédese en el One & Only Palmilla, donde lo atienden con manos y pies de forma única, o en el Esperanza de Auberge, para una onda más romántica de luna de miel.
Marrakech, Marruecos. “Mi marido y yo visitamos Marruecos por primera vez poco después de graduarnos. Gastamos menos de US$70 por noche en un alojamiento que constantemente nos quitó el aliento”, agregó Nikki Ekstein. En el Eid, una fiesta de banquetes, incluyen la matanza pública de muchas, pero muchas ovejas. También probó el primer hammam e hizo la mejor compra del año: una alfombra multicolor tejida a mano por una colectividad en las Montañas Rif.
Marrakech, Marruecos. El viaje: los impresionantes resorts cerca de la ciudad vieja pueden resultar tentadores, pero asegúrese de pasar la mayor parte de su viaje en la medina. Visite la ciudad, La Mamounia, a la vuelta del Djemaa El Fna, el arquetipo de un resort urbano. Y si quiere tomar algo de sol y huir de la ciudad, levante campamento y vaya al palaciego Mandarín Oriental o suba la cordillera del Atlas para probar un poco de la vida de la kasbah.
Machu Picchu, Perú. Si usted vio cientos de fotos exactamente iguales de esta maravilla icónica del mundo, en vivo le cortará la respiración. Además, las fotos no muestran que decenas de llamas siguen viviendo en la Ciudad Perdida de los Incas, algo terriblemente entretenido.
Machu Picchu, Perú. El viaje: habiendo tantos caminos increíbles para transitar por el área del Valle Sagrado, no hace falta seguir a la multitud en el auténtico Camino del Inca. En vez de eso, tome el tren a Aguas Calientes y planee entrar al parque cerca del mediodía. Así, evitará las muchedumbres de la mañana pero tendrá tiempo para recorrer el lugar dos veces, para sacar fotos con la luz del mediodía y de la tarde.
París, Francia. Como al turismo en la Ciudad Luz todavía le cuesta recuperarse, déjeme convencerlo para que usted haga lo mismo: los croissants de Sébastien Gaudard le cambiarán la vida, neobistrós como Clown Bar lo harán sentirse como un nativo (muy bien alimentado) y los hoteles más ilustres de la ciudad están listos para impresionar. ¿Y qué puede ser más inspirador que la vista de la Torre Eiffel rodeada de floraciones púrpura?
Paris, Francia. El viaje: aunque usted no duerma en el 16° distrito, vale la pena desviarse para ir a Le Pâtisserie Cyril Lignac, donde comerá los mejores sándwiches; están hechos de embutidos de primera calidad y baguettes recién salidas del horno. Lléveselos a los Jardins du Trocadéro para admirar la vista descrita anteriormente y luego visite la gran dama de la fabricación de quesos, Marie Anne Cantin, para un picnic en el 7°.
Las Islas San Juan, Washington. A medida que el ferry se arrastraba desde la ciudad portuaria de Anacortes hasta la microscópica isla Lopez, las masas de tierra se verdeaban cada vez más y quedaban cubiertas en nubes que bajaban en picada.
Las Islas San Juan, Washington. El viaje: Usted puede pasar de largo Lopez e ir a la isla Lummi, donde espera el aclamado Willows Inn. Pero le recomendaría enfáticamente evitar el hotel tradicional. En vez de eso, trabe amistad con alguien que tenga familiares en las San Juan; lo ideal sería gente con acceso a kayaks, que se pueden usar para visitar a los lobos marinos, orcas e ir a pescar cangrejos Dungeness. Junte a un grupo de seres queridos y vayan en masa a una escapada de vuelta a lo básico que nunca olvidarán.

Por: Redacción Gestion.pe