Chinos pagan por contenido que muchos en Estados Unidos quieren gratis

La firma de capital riesgo ZhenFund ha apostado a cientos de empresas emergentes, algunas de las cuales están valoradas actualmente en más de mil millones de dólares, o son empresas que cotizan en bolsa.

Por: Redacción Gestion.pe

(Bloomberg) A principios de 2016, Li Xiang era sólo otro editor de revista sobrecargado de trabajo en Pekín. Entonces se presentó la oportunidad de producir un boletín de negocios en una flamante aplicación llamada De Dao.

En tan sólo unos meses esa aplicación --que significa “Entiendo” en inglés-- había atraído a millones de usuarios que buscaban consejos diarios y aprendían de todo, desde música hasta economía. ¿Y Li? En cuestión de meses, tenía cerca de 100,000 suscriptores que pagaban unos US$ 30 mensuales, lo que equivale a casi US$ 3 millones en ingresos anuales.

Es el tipo de historia que no podría suceder en los Estados Unidos, donde mucha gente cree que el contenido debe ser gratis. En China, empero, empresas y personas han logrado monetizar aplicaciones de teléfonos inteligentes, ganar dinero con las noticias, el entretenimiento y los medios sociales -- haciendo pagar directamente a la gente, en lugar de depender de los anunciantes.

De Dao, presentada en el último episodio del podcast Decrypted, es sólo una en toda una economía de aplicaciones móviles donde personas como Li Xiang pueden ganar dinero de verdad.

“En China, no hablamos en realidad de modelos financiados por la publicidad, ya sea en PC o móviles”, dice Jenny Lee, capitalista riesgo de GGV. “Hay muy pocas empresas emergentes que realmente crecen gracias a la publicidad.

Está Baidu con la búsqueda, pero más allá de la publicidad basada en búsquedas, la mayoría de las grandes empresas de Internet en China crecieron o se monetizaron cobrándole directamente al consumidor”.

De Dao, creada hace apenas un año, ya tiene siete millones de usuarios. Es posible suscribirse fácilmente a canales con contenido sobre temas como consejos para invertir o “cómo escuchar música clásica” -- o incluso libros y revistas. Cada canal cuesta el equivalente de unos US$ 30 por año. También puede personalizar el contenido. Hay, incluso, un portal para una sección de comercio electrónico que vende productos como libros y joyas de alta gama.

“Recientemente inauguró una columna de un profesor de economía de la Universidad de Pekín”, dice Bob Xu Xiaoping, uno de los primeros inversionistas en De Dao y un inversor ángel que se cuenta entre los más exitosos de China. “¿Sabe una cosa? ¡Se convirtió en el profesor de economía más rico del mundo!”

La firma de capital riesgo de Xu, ZhenFund, ha apostado a cientos de empresas emergentes, algunas de las cuales están valoradas actualmente en más de mil millones de dólares, o son empresas que cotizan en bolsa.

Decidió financiar al fundador de De Dao, Luo Zhenyu, ex productor de televisión, porque vio a triunfador que ha creado, dice Xu, una empresa emergente transformadora.

“Esta empresa creó una revolución en China”, dice. “Nosotros decimos zhi shi fu fei. Cuya traducción es pago por conocimiento. Usted paga una cuota para [obtener] el conocimiento”, dice Xu.

Pagar por contenido online va mucho más allá de la educación. La descarga directa de video también es enorme. En toda China, millones de personas ven de todo: gente cantando, contando chistes, o simplemente desarrollando su vida cotidiana.

Imagínese esos videos aleatorios que se pueden encontrar en YouTube, pero sucediendo en vivo. La gente puede mirar gratis, pero demostrar su adoración a los animadores enviándoles regalos virtuales, como un coche o una rosa digital. Las “streamers” pueden intercambiar esos regalos por dinero en efectivo.