Cómo repatriar a un Policía colombiano
Óscar Naranjo fue el responsable de la reforma de la policía colocha. Juan Manuel Santos debió hablar con Enrique Peña Nieto para lograr su retorno. Ahora, este laureado estratega llega a Lima, como invitado internacional al CADE 2014.
Por: Redacción Gestion.pe
Durante la complicada campaña presidencial en Colombia, Juan Manuel Santos necesitaba de todo para ganar. No dudó incluso en repatriar a todas las figuras posibles que apuntalen su estrategia. Allí pensó en una en particular: Óscar Naranjo, un exjefe de la Policía de su país, convertido en héroe. Es más, lo llamaban Mickey Mouse porque todos querían tomarse una foto con él.
Naranjo se había ido a México. Allí se desempañaba como asesor de seguridad del presidente Enrique Peña Nieto. A Naranjo lo llaman el mejor policía del mundo. Fue considerado así en un encuentro de seguridad en Canadá hace cuatro años. El general retirado de 58 años tiene más de 150 reconocimiento para justificar ese título: es responsable de la reforma de la Policía en Colombia, estratega en la desarticulación de los cárteles de Cali y Medellín, autor de numerosos ataques contra las FARC y director de la operación que terminó con la vida de narcotraficante Pablo Escobar.
Con ese nutrido cartel llegó a México, y con esas mismas medallas Santos lo quería de retorno y hasta se habló que lo incluiría en su plancha. Hacerlo regresar no fue fácil. Santos debió hablar con su par azteca, quien no quería desprenderse de esta suerte de súper policía. La confirmación del regreso fue un motivo de felicidad para Santos, al punto de que aprovechó su Twitter para anunciarlo.
No es Pelé, sí Naranjo
Cuando se supo de la salida de Naranjo de Colombia, se creyó que su alejamiento se debía a la simpatía política con Álvaro Uribe, que en ese entonces salía de la presidencia. Sin embargo, el mismo Naranjo aseguró ya había creado una institucionalidad en las fuerzas policiales y no quería personalizar la entidad.
“La Policía, con más de 170,000 agentes comprometidos, es como la selección de Brasil, donde estaba Pelé. Ya no va a estar Pelé pero sigue siendo de competencia mundial”, afirmó en ese entonces.
Su retiro fue uno de los procesos que más estudio. Pero fue su hija menor, María Claudia, quien diseñó no solo una razón, sino también estrategia. Y es que la prensa colombiana coincidió que ella fue determinante en la decisión del retiro de su papá.
Según contó el propio Naranjo, la joven – que se caracteriza por ser muy rumbera – le dijo: “Hay que irse de la fiesta cuando todavía está buena, antes de que lleguen los borrachos y la dañen”.
Así, dejó el uniforme, que había vestido en 36 años de servicio, y ocupó un cargo como civil en el Gobierno mexicano. Su paso por el país azteca le trajo más cuestionamientos que réditos.
El general ( r ) fue víctima de ataques de la prensa – algunos decían que partían de los mismos cárteles mexicanos, que se sentían amenazados con su presencia – y más de un cuestionamiento hizo tambalear su permanencia en México. Se revivió vinculaciones con figuras del narco colombiano, la orden de arresto por asesinato en un tribunal de Sucumbíos (Ecuador) y demás violaciones a los derechos humanos.
“El general colombiano Óscar Naranjo es un fiasco; un ídolo con pies de barro que se ha fabricado una historia con base en mentiras y falsedades”, decía La Jornada en su artículo titulado “Las fábulas del general”.
Fiel a su estilo, Naranjo respondió en una sola ocasión a las acusaciones y afirmó que todas eran dictadas por narcotraficantes.
“Bastó que esos narcotraficantes supieran que llegaba Naranjo a trabajar por la ciudadanía y en seguridad para que se desatara una campaña que no coincide con la realidad”, sostuvo durante su presentación como director general del Instituto Latinoamericano de Ciudadanía del Instituto Tecnológico de Monterrey.
Ahora, Naranjo prefiere la calma de su familia. Vive con tres mujeres (su esposa y sus dos hijas) en una casa grande a la que siempre regresó aun cuando estaba en México.