FOTOGALERÍA. Desde pequeñas pinceladas, como el color de las flores, hasta grandes detalles, como el número de invitados y el tipo de licor que se sirve en la fiesta, son los elementos que eleva el precio de una boda, pero son pocas las que alcanzan las astronómicas cifras de estas seis.
Kim Kardashian y Kanye West: un concierto de Andrea Bocelli en plena ceremonia, un anillo valorado en 5 millones de euros creación de Lorraine Swartz o habitaciones de hotel para 200 invitados que cuestan 1.200 euros la noche. Fue la boda del año y la revista "People" tasa este enlace en 120 millones de dólares. Pero la exclusiva de boda (25 millones de dólares) y la publicidad que se llevó a cabo la haría más que rentable. (Foto: Forbes)
Mohammed bin Zayed Al Nahyan, príncipe de Abu Dhabi, y la princesa Salama: tuvo lugar en 1981 y para ella se construyó un estadio con más de 20.000 asientos para los invitados. El costo final se aproxima a 76.250.000 euros. Una cantidad nada desdeñable.
Carlos de Inglaterra y Diana de Gales: tuvo lugar también en 1981 y es posiblemente la boda más icónica de la Historia contemporánea, ya por el vestido de Lady Di como por todo lo que vendría más tarde. Es la boda real más cara de Europa y aglutinó a 3.500 personas y 750 millones de espectadores alrededor del globo. Con una seguridad nunca antes vista, el enlace se tasa en 53 millones de euros. (Foto: Forbes)
Vanisha Mittal y Amit Bhatia: aparentes desconocidos, el padre de ella (en la fotografía junto a su hija) es un magnate indio que no dejó pasar la oportunidad de darle este regalo a su pequeña: un enlace de 46 millones de euros. Mil invitados y una ceremonia en el mismo palacio de Versalles fueron algunos de los datos revelados (Foto: Forbes)
Duques de Cambridge: Kate y William daban el sí quiero en 2011, y Londres era un plató desde donde se retransmitiría a todo el mundo. Limpieza y seguridad, junto a alardes reales, costaron 23 millones de euros, siendo unos de los enlaces más recordados de Inglaterra. (Foto: Forbes)
Wayne Rooney y Coleen McLoughlin: el deportista solo invitó a 64 afortunados, pero disfrutaron de una residencia palaciega italiana del siglo XVII y de 3 días de banquete que ascendieron a 6 millones de euros. (Foto: Forbes)