El bitcoin no es una burbuja, según inversor con US$ 213 millones

Como fundador de Draper Fisher Jurvetson, una empresa de capital riesgo de Silicon Valley, Draper financió nombres como Hotmail, Skype y Tesla, y dijo que se enamoró del bitcoin poco después de su presentación en 2009.

Por: Redacción Gestion.pe

Bloomberg.- El martes, Tim Draper atravesaba un pabellón en una conferencia de tecnología en Lisboa cuando lo acorraló un emprendedor para venderle una nueva moneda digital.

Apenas el inversor en capital riesgo terminó de oír el discurso, se le acercó otro sujeto para promocionar su propia oferta inicial de monedas (ICO, por sus siglas en inglés). Después vino otro, y luego otro más.

El motivo por el cual los vendedores de criptomonedas acudían en masa a Draper no es ningún misterio. Como fundador de Draper Fisher Jurvetson, una empresa de capital riesgo de Silicon Valley, Draper financió nombres como Hotmail, Skype y Tesla, y dijo que se enamoró del bitcoin poco después de su presentación en el 2009.

En febrero del 2014, le robaron 40,000 bitcoins cuando hackearon e hicieron colapsar a Mt. Gox, una importante bolsa de criptomonedas en Japón. En aquel entonces, Draper estaba seguro de que el escándalo significaba el fin de la era del bitcoin.

“El precio cayó entre 10% y 20% por la noticia, pero yo pensé: ‘Eso no es nada, debería haber quedado en cero’”, dijo Draper en entrevista desde la WebSummit 2017 en Lisboa.

Pocos meses después del robo de 2014, el emprendedor compró 30,000 bitcoins en una subasta organizada por el Servicio de Jefes de Policía de Estados Unidos.

Los fiscales habían confiscado las monedas como parte de su caso contra Silk Road, un bazar de narcóticos y otros artículos contrabandeados del internet oscuro.

En aquel entonces, el bitcoin cotizaba a unos US$ 600, o sea, Draper pagó unos US$ 18 millones por el bloque. Hoy, el valor de esos bitcoins es de US$213 millones, un salto de 1,083%. Desde entonces, Draper es un férreo promotor de la criptomoneda.

“Es la mejor tecnología desde el internet”, dijo Draper, un hombre desgarbado que lleva un moño rojo adornado con símbolos del bitcoin. “Es una transformación sociológica, un movimiento”.

Despreocupado
Pero ¿qué hay del fraude? A los entes reguladores les preocupa cada vez más que en el apuro por ganar dinero rápidamente, muchos inversores, especialmente millennials sin experiencia en los mercados de capitales, inviertan su dinero en estafas, no empresas.

China y Corea del Sur prohibieron las ICO y Suiza impuso normas para su comercialización. La Comisión de Valores y Bolsa de EE.UU. ahora exige registrar las ICO como OPI.

Draper se encoge de hombros. Los inversores deberían hacer los deberes e investigar quién administra las ICO y si sus planes de negocios parecen legítimos, dijo.

“Habrá algunos que lo acepten, den un salto adelante y digan: ‘Esto es importante’ y después estarán los que salten para atrás y digan: ‘Voy a aferrarme al pasado y a todo lo que tengo’. Y uno sabe quién gana”, dijo Draper. “Siempre es el progreso, siempre es la tecnología”.

Con 30,000 bitcoins en su billetera digital, también gana Draper, al menos por ahora.