Baselworld: Estos son los relojes más sensacionales de la mayor expo del 2017

Algunos de los aparatos para medir el tiempo que allí se dan a conocer son secretos celosamente guardados, aun cuando se trate en algunos casos de modificaciones menores o de un reloj que ya es muy conocido.

No nos malinterprete: nos gustan las actualizaciones sutiles y las modernizaciones fantasiosas; no siempre es necesario reinventar la rueda. Pero nada alimenta tanto nuestro apetito de Basilea como examinar visiones excéntricas e innovaciones virtuosas.

Dicho esto: los anticipos que siguen abundan en sofisticaciones y virtuosismos decorativos aplicados a relojes de tourbillón. Respecto de lo que se lleva en las muñecas, estas compañías relojeras entienden la importancia de una primera impresión.

Esta pieza de 46 milímetros conmemora un diseño de reloj de bolsillo que hizo historia, obra del fundador de la marca, John Arnold, el fabricante de relojes del siglo XVIII con el que solo Abraham-Louis Breguet puede disputar por el título de inventor del reloj mecánico moderno. El tourbillón de un minuto, sostenido por un puente superior espejado, es visible también desde la parte posterior. Nuestras preferencias se inclinan hacia la versión de oro rosa de 18 quilates, pero su hermano menor de acero inoxidable tampoco está nada mal.

La compañía joyera hace notar que la inspiración para esta pieza de relojería es el “Huevo Constelación”, la última pieza de ese tipo de objetos suntuosos de forma ovoidal que Peter Carl Fabergé alcanzó a diseñar y que no llegó a terminar a causa de la Revolución Rusa (Hay una marca láser casi imperceptible de aquel ovoide en el fondo de zafiro de la caja.) Cien años más tarde, el movimiento revolucionario que nos ocupa es el que alimenta este reloj, desarrollado por el taller relojero Agenhor de Ginebra, con su simplificada función de reinicio del cronógrafo.

Una nueva vuelta de tuerca de un modelo que hizo su debut como un clásico instantáneo en 1991, esta versión del Cape Cod es mucho más adecuada para una noche en la ciudad que para un día en las playas de la península que le da nombre. La caja de acero pulido, el cuadrante negro mate, la piel de becerro negro con bordes rojizos, todos se combinan para dar la hora en un estilo atemporal.

Con 68 diamantes de corte facetado en su bisel, este reloj de mujer transita la línea intermedia entre la alta joyería y la alta relojería. La esfera está confeccionada con madreperla natural; las manecillas con un diseño de pequeño globo en la punta, un distintivo de los Breguet, están confeccionadas de oro rosa.

Grandiosamente celestial en sus gestos, se trata de una pieza estupenda de 48 milímetros de una marca independiente con una larga historia, un divertido sentido de la astronomía y una base de clientes minúscula. Graham produjo una versión previa de este reloj en una edición limitada de 20 ejemplares. Esta nueva variante, con su bello cuadrante de esmalte azul, incluye una escala para indicar el año y una segunda para mostrar el signo del zodíaco reinante. Con gemas rotativas y metales raros, representa los recorridos orbitales de la tierra, la luna y marte.

Seiko llega a Basilea con cuatro modelos no limitados. Todos lucen cuadrantes de esmalte con diseños basados en el primer reloj pulsera de la compañía (el Laurel, del año 1913) y realizados por el maestro artesano Mitsuru Yokozawa. Nuestro favorito es este cronógrafo de acero inoxidable de 42 milímetros, con pulsera de cocodrilo, que es al mismo tiempo elegante y lleno de energía.

Este modelo, —como el U21, otra nueva concreción del tourbillon de la casa- está realizado con una platina de fibra de carbón que da la impresión de ser parte de la caja y le proporciona a uno el placer de contemplar una maravilla estructural. La estructura del movimiento, creada para una tridimensionalidad máxima, es completamente impresionante, considerando que los relojes pesan 54 gramos, lo cual es aproximadamente la masa de 11 monedas de cinco centavos.