Barrios Altos y el escribidor: por qué el título de la nueva novela de Mario Vargas LLosa
El Nobel revela por qué llamó “Cinco Esquinas” a su nuevo texto, que nos remite a una zona con una historia propia.
Por: André Agurto
Barrios Altos dejó las páginas policiales de los diarios para volver a situarse entre las culturales, al menos temporalmente. De ello se encargó el premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa con la noticia de su nueva novela, “Cinco esquinas”, que verá la luz este 3 de marzo.
Su título nos remonta al otrora punto de encuentro de los artistas y bohemios del siglo pasado. Cinco esquinas es una zona hoy ‘picante’ de Barrios Altos, que se ubica a pocas cuadras del Congreso y la Plaza Italia.
La creación de Barrios Altos fue en 1568 por el virrey Toledo y el gobernador Lope García de Castro. Esta área constaba en ese entonces de 35 manzanas y alojaba a unas 500 familias, quienes se resaltaban del resto por su fervor religioso. Y es que eran los padres jesuitas quienes estaban a cargo de este barrio, que en aquella época contaba con un cerco para permitir la entrada y salida de personas entre seis de la mañana y de la tarde.
Ya en la época colonial, en Barrios Altos confluyeron lo mejor de la música criolla, la clase política y los intelectuales más reconocidos. Entre los ilustres visitantes del barrio están César Vallejo, Ricardo Palma, Manuel Ascencio Segura y, por supuesto, el músico criollo Felipe Pinglo, que además nació allí.
Fue Pinglo, naturalmente, el primero que inmortalizó a su querido Barrios Altos en una composición: “Hoy de nuevo al llegar cansado del alid/ a los nuevos bohemios les entrego mi pendón/ para que lo conserven y siempre hagan flamear/ celoso de su barrio y de su tradición”.
Hoy, muchos años después, Barrios Altos y en especial la zona de Cinco Esquinas vuelve a estar en el centro de la noticia gracias a Mario Vargas Llosa. El título de la obra, revela el Nobel, “tiene una cierta connotación simbólica que de alguna manera ha seguido esos vaivenes, esos contrastes tan profundos de los que está hecha la historia del Perú. Períodos de apogeo, de decadencia, de sosiego, de encono y de violencia”.
De esta manera, Vargas Llosa vuelve simbólicamente al país que lo vio nacer, es decir, como dijo en su discurso en la entrega del Nobel, al Perú de sus entrañas.