Bares, pistas de patinaje... Las iglesias en los Países Bajos tienen nuevos usos
FOTOGALERÍA. Pese a que en Holanda existen zonas profundamente religiosas, como los pueblos pertenecientes al ‘cinturón de la Biblia’, desde 1970 se han demolido más de 200 iglesias, y más de 100 han evolucionado hasta albergar nuevos usos. Los templos cristianos se han reconvertido en espacios bastante diferentes: cervecerías, apartamentos, restaurantes, librerías, discotecas, centros de salud, e incluso una pista para skaters y patinadores. (Fotos: estilo.elconfidencial)
Librería Selexyz Dominicanen, en Maastricht, Considerada como una de las librerías más bonitas del mundo. Su inmensa tienda es visitada por unos 700,000 personas cada año.
Club y sala de conciertos Paradiso, en Ámsterdam, Desde el mítico 1968, cuando la antigua iglesia de la calle Weteringschans fue convertida en una sala de conciertos, la música profana ha encontrado su eco entre estas fantásticas paredes. Aquí han tocado desde Police y los Rolling Stones, hasta Amy Winehouse o Arctic Monkeys.
Restaurante Bazar, en Ámsterdam, un espacio de lo más colorido con inscripciones en hebreo, holandés, árabe en lo que había sido una iglesia protestante. El establecimiento rememora los mercados más exóticos tanto en su decoración como en su gastronomía, basada en platos típicos de Oriente Medio.
Café Olivier, en Utrecht, Un local siempre animado en el que puedes comer de forma informal o degustar una cerveza de su extensa carta. A destacar el altar, las bóvedas y el órgano, vestigios del anterior uso que tuvo este espacio ¡que ha sido elegido como el Mejor Bar de Holanda de la lista Misset Horeca.
Centro de salud Eindhoven, Hace poco que está en marcha el espacio multifuncional de salud en la iglesia De Pastoor Van Ars Kerk, originalmente construida en 1929. Lo llaman, popularmente, “La Cuña”.
Pista para skaters Arnhem, patinadores en línea y aficionados al BMX de Arnhem, una ciudad de 150,000 habitantes que está prácticamente en la frontera con Alemania. Vale la pena pagar los 5 euros que incluyen consumo y disfrutar del espacio. Este monumental edificio se reconvirtió hace cuatro años en el paraíso a cubierto –importante con el clima de Holanda– para estos deportistas.