Aston Martin Rapide S, el sedán más bonito (y caro) que se pueda comprar

FOTOGALERÍA. Lo primero que Aston dice para referirse a su Rapide S, de US$ 207,000, es que es “el auto deportivo de cuatro puertas más bello del mundo”. Esto puede ser verdad. Pero ¿qué pasa si comparamos el valor de este vehículo con sus pares de Porsche, Bentley y BMW? Vea aquí las ventajas y desventajas del Aston Martin Rapide S. (Texto: Bloomberg)

Crea uno o no en la belleza objetiva, uno verá que el Rapide S es más grato a la vista (se ve más clásico, más elegante, de proporciones más perfectas) que el Porsche Panamera, el BMW Alpina B7, e incluso el Tesla Model S. Este es el auto que Aston fabricó para tentar aun más a los clientes que habían comprado el Vanquish, el Vantage, y/o el DB9 GT pero que se iban a algunas de las marcas mencionadas más arriba para sus necesidades de cuatro puertas.
Es todavía relativamente nuevo, también: introducido como concepto hace apenas 10 años, hizo su estreno oficial de producción en el Salón del Automóvil de Fráncfort en el 2009. La respuesta al primer Aston de cuatro puertas y tracción trasera sigue siendo fuerte: el año pasado el Aston Martin Rapide S concentró el 20% de las ventas totales de la marca para todos los modelos, en líneas generales lo que la marca había previsto cuando lanzó la línea.
En el modelo deL 2017 son estándar las ruedas de aleación de plata de 10 radios, luces LED y electroluminiscentes, entretenimiento manos libres y asientos calefaccionados delanteros y traseros, entre otras cosas (la “S” es un nombre de placa tradicionalmente asociado con modelos o variantes de alto rendimiento de Aston, como el V12 Vantage S). Pero si va a comprar un Aston Martin, y recomiendo firmemente que lo haga, cómprese el Vantage GTS o el DB9 GT. Son perfectos. El Rapide S se acerca, pero le falta.
He aquí por qué. El Aston Martin Rapide S el sedán más bonito que se pueda comprar. El que manejé por una semana en Los Ángeles el mes pasado costaba US$ 226,485, incluido un sistema de sonido de US$ 8,330 y llantas de aleación direccionales de US$ 4,545 con grafito pintado con acabado de diamante, entre otros extras especiales. Pero a pesar de su buen aspecto, carece de la agresividad al volante y la precisión del menos caro Porsche Panamera Turbo S.
En acabado, es inferior al menos caro Bentley Flying Spur V8 S, y menos espacioso en su interior que ambos modelos o que el excelente BMW Alpina B7, de US$ 137,000; el Mercedes-Maybach S600, de US$ 191,000, o el Tesla Model S P100D, de US$ 121,500, todos los cuales son igual de veloces o más aún. Estos números suponen descuentos significativos respecto del nivel de precio del Rapide S. Caramba, el Bentley Flying Spur W 12, más caro a US$ 244,600, pasa por encima a todos estos en todo sentido y en cierto modo ello justifica el costo extra, si bien no es tan sensual como el Aston.
Me duele decirlo. Y recordemos que este es un aire muy enrarecido: la mayoría de la gente estaría encantada con la oportunidad de manejar, y por supuesto tener, un auto tan adorable. Pero si uno gastará US$ 220,000 en un auto deportivo práctico, debería ser recompensado por el dinero que paga.

Por: Redacción Gestion.pe