Así ha evolucionado la tecnología para escuchar música en los automóviles

FOTOGALERÍA. Los aparatos de sonido han sido de los accesorios que más han evolucionado en los automóviles. Han pasado de las simples radio que sintonizaban emisoras en amplitud modulada, a los modernos equipos que captan señales digitales grabadas o transmitidas desde cualquier punto del planeta. Aquí le mostramos un fotorreportaje elaborado con información del portal El Motor.

Sonido Analógico. En los años treinta del siglo pasado, las marcas empezaron a integrar sintonizadores en los salpicaderos, pero las radios no se extendieron en la mayoría de los vehículos hasta los años sesenta. (Foto: proporcionado por Prisa Noticias)
Tocadiscos Portátil. Durante la primera mitad del siglo XX, había que conformarse con noticias, retransmisiones de fútbol y la música que eligieran en la radio. A mediados de los cincuenta, los conductores pudieron escoger sus canciones. Chrysler, por ejemplo, instaló reproductores de vinilo que no tuvieron un gran éxito. (Foto: proporcionado por Prisa Noticias)
Ocho Pistas. Una década más tarde, se instalaron en algunos modelos unos reproductores de cartuchos de ocho pistas que tampoco triunfaron. En esta imagen, uno colocado en un Renault 5. (Foto: proporcionado por Prisa Noticias)
El Casete. El casete supuso la primera revolución: cara A y cara B, con música de gasolinera, con las canciones que nosotros mismos habíamos grabado en la radio (mientras rezábamos para que el locutor se mantuviera callado) o, incluso, cursillos de inglés o temarios de oposiciones. (Foto: proporcionado por Prisa Noticias)
El Casete. El poder para escuchar lo que quisiéramos estaba en nuestras manos gracias al casete, que aguantó durante años integrado en el salpicadero. Incluso convivió con el sistema que, a la postre, acabó con él: el CD. (Foto: proporcionado por Prisa Noticias)
Compact Disc. Y de repente, lo digital. El compact disc nace en el año 1979, aunque todavía tardaría en implementar su tecnología a los coches. Este medio de almacenamiento óptico empezó a permitirnos transportar canciones en nuestros coches de forma más ligera y con mayor calidad. (Foto: proporcionado por Prisa Noticias)
Compact Disc. Cogiéndolo por los bordes con una delicadeza inusitada para evitar que se rayase, el CD ganó el terreno poco a poco a las cintas de casete, menos prácticas y con muchas limitaciones. (Foto: proporcionado por Prisa Noticias)
Compact Disc. Y algunos recordarán también (o puede que aún lo tengan) ese archivo de CD instalado en el maletero que permitía no tener que sacar uno para meter otro. Bastaba con elegir cuál queríamos reproducir sobre la marcha. (Foto: proporcionado por Prisa Noticias)
Mp3. CD y MP3 parecían haber nacido el uno para el otro: el hecho de que las canciones ocupasen tan poco espacio permitía crear discos con cientos de ellas. Muchos reproductores (como se aprecia en la esquina superior derecha de esta imagen) leían (y leen) este tipo de archivos. (Foto: proporcionado por Prisa Noticias)
Usb. Sucedió algo parecido con la irrupción de las memorias USB. El CD comenzaba ya a perder adeptos en favor de estos pequeños “pinchos” con gran capacidad aunque, eso sí, obligaban a que nuestros coches contasen con un puerto al que conectarlo. No obstante, tanto en el primer caso como en el segundo, el problema era similar: ¿cómo gestionar tantos archivos de música con tan solo unos cuantos botones? Canción siguiente, canción anterior… y poco más. Un engorro si nos apetecía escuchar la pista 40, y eso contando con saber de memoria qué diablos había en la pista 40. (Foto: proporcionado por Prisa Noticias)
Dispositivos Externos. Hacía falta más información. No bastaba con el número de pista, también queríamos ver el título, el artista o el álbum, y ese fue el siguiente paso lógico de esta evolución, que se logró combinando los smartphones y los nuevos dispositivos de reproducción (como el i-Pod) con los ordenadores de a bordo. (Foto: proporcionado por Prisa Noticias)
Sync Applink. La tecnología continúa con su inexorable avance. Plataformas de música y contenidos en ‘streaming’, wifi y muchas otras posibilidades que encaminan todavía más nuestros pasos hacia la ansiada conectividad total. Tal vez el que más suena es el Sync AppLink, fruto de la alianza de Microsoft y Ford, con sistema de reconocimiento de voz, conexión con el móvil y que ofrece la posibilidad de controlar las aplicaciones instaladas en este. (Foto: proporcionado por Prisa Noticias)
Open Automotive Alliance. También comienza a tomar impulso la Open Automotive Alliance, la apuesta de Google y de varias compañías automovilísticas (Audi, General Motors, Honda, Hyundai, Mercedes…) para que Android no se quede atrás: móvil, tableta y otras herramientas interconectadas y trabajando en armonía dentro del coche. (Foto: proporcionado por Prisa Noticias)
Mirrorlink. Y una tercera opción, MirrorLink, que funde literalmente a nuestro vehículo y nuestro móvil convirtiéndolos en un solo dispositivo. (Foto: proporcionado por Prisa Noticias)
Renault R Link. Por otro lado, cada compañía desarrolla sus propias opciones: BMW Connected Drive, Opel Intelligent Link, Renault R-Link (en la imagen), Nissan Connect… Todas con el objetivo de ser las primeras en escribir la siguiente página de esta historia, la de la evolución de la música en el coche: del transistor sujeto con gomas a, casi, la nave Enterprise sobre ruedas. (Foto: proporcionado por Prisa Noticias)

Por: Redacción Gestion.pe