Las aficiones del gerente general de Divemotor

José Sáenz, gerente general de Divemotor, es deportista confeso: le apasionan el golf y el esquí acuático.

José Sáenz señala que su mayor desafío es educar a sus hijos.

Por: Luis León Romaní

En la gerencia general de Divemotor se encuentra José Sáenz, quien se considera compañero de trabajo, una persona con objetivos claros y un apasionado por el esquí acuático y el golf, deporte en el que vive desafíos que solo puede superar compitiendo contra sí mismo.

¿Es un jefe exigente?
Tengo una posición de exigencia hacia los colaboradores, pero sé que la reconocen como parte del día a día. También procuro escuchar bastante, aunque a veces el tiempo no me lo permita.

¿Qué significa “escuchar” en su empresa?
Entenderlos y desarrollarlos profesionalmente. Porque si un trabajador crece, la empresa también lo hará. Trato de escuchar como un compañero de trabajo lo haría.

¿Es difícil encontrar a buenos compañeros?
Soy una persona de objetivos, entonces cuando entrevisto a quienes ocuparán los cargos en la empresa, me preocupo por saber para qué vienen. Aquí hay un propósito claro y tiene que haber uno en las personas. Me gusta la gente sin miedos, con objetivos concretos y con retos ambiciosos.

¿Cómo encuentra el balance entre la familia y la oficina?
Lo hallo en el deporte y la convivencia familiar. Siempre hago viajes al interior del país con ellos. Además, mis tres hijos y mi esposa hacen deporte conmigo. Nuestro plan de fin de semana es el esquí acuático y el golf.

¿Qué es lo que más le atrae del golf?
Me encantan los desafíos. El golf es un deporte sumamente difícil. Requiere de paciencia, disciplina y, sobre todo, concentración.

¿Es un juego de liderazgo?
No se compite contra un compañero, sino contra el “yo” de hace unos días. Es un reto permanente, porque llegas a un nivel y luego debes hacer algo más, superarlo. Aquí uno compite contra sus propias metas y los últimos logros que ha alcanzado.

¿Comparte su filosofía deportiva con los negocios?
Definitivamente. En el trabajo se debe tener disciplina, estancias de aprendizaje personal y en el deporte pasa lo mismo. Todos los días me levanto a las cinco de la mañana para ejercitarme. El trabajo es un desafío profesional para el que uno debe estar muy bien en lo físico, anímico e intelectual.

¿Cuál es su mayor desafío?
Dejarles a mis hijos la disciplina, la mejor formación y educación, pues, en realidad, las cosas materiales no aportan mucho.