25 hechos desconocidos sobre la vida en el espacio

Corte de pelo. Como los astronautas pueden pasar varias semanas en el espacio, llega un momento en que deben cortarse el pelo. Entonces utilizan una rasuradora conectada a un tubo de aspirador, así evitan que el cabello que se cortó flote por toda la cabina. (Foto: ASC/NASA).

Mantenerse seco. Cierto, no es nada sexy, pero cuando los astronautas necesitan “ir al rinconcito” en el espacio, deben hacerlo en una especie de pañal ultra absorbente capaz de contener hasta dos litros de líquido (vestimenta MAG: Maximum Absorbency Garment). (Foto: Pixabay).

Pies que se descarapelan. En un medio de microgravedad los astronautas no tienen que caminar para desplazarse, lo que provoca que la piel de los pies se ablande y se caiga. Así que para evitar que las células muertas se dispersen en el aire deben ser muy cuidadosos al quitarse las calcetas. (Foto: Canadian Space Agency).

Los ronquidos. Un estudio realizado en el 2001 demostró que los astronautas que roncan en la Tierra son completamente silenciosos al dormir en el espacio. (Foto: Canadian Space Agency).

Un amanecer cada 90 minutos. Como la Estación espacial internacional órbita aproximadamente a 27,500 km de la Tierra, los astronautas pueden admirar un amanecer cada 90 minutos. Son 16 amaneceres en un solo día ¡impresionante! (Foto: Pixabay).

Horas de preparación para una salida. Los astronautas se ponen el traje horas antes de salir al espacio. Durante ese tiempo respiran oxígeno puro y se preparan para su actividad allá afuera. (Foto: Pixabay).

Música para cada astronauta. Al principio de cada día de trabajo en la nave espacial, el centro de misión de Houston emite música para despertar a los astronautas. Ésta se escoge en función de los gustos de cada uno de ellos. (Foto: Canadian Space Agency).

Difícil llorar. Aunque es posible llorar en el espacio ¡no es nada fácil! Los ojos pueden producir lágrimas pero éstas no pueden fluir, entonces se forman bolitas de líquido irritante para los ojos. (Foto: Canadian Space Agency).

No aguantar la respiración. Si un astronauta es expuesto al vacío del espacio sin su traje espacial, no debe aguantar la respiración. La descompresión repentina provocaría la ruptura de los pulmones. (Foto: Pixabay).

Mareo. Casi el 80% de los astronautas experimenta mareo una vez en el espacio, cuando la gravedad desaparece. Éste puede durar hasta tres días y acompañarse de varios síntomas como: transpiración, vértigo, náuseas y vómito. Cuando esto sucede se utilizan bolsas especiales para evitar desastres.(Foto: Canadian Space Agency).

Condimentos Especiales. Los astronautas pueden condimentar su comida, pero deben hacerlo con una forma líquida de sal y de pimienta ya que los granos normales ¡se pondrían a flotar por todas partes! (Foto: Nasa).

La importancia de una buena ventilación. Una buena ventilación es esencial durante las horas de sueño, pues el aire caliente no se disipa en el espacio y forma una burbuja de dióxido de carbono alrededor de los astronautas, privándolos del oxígeno “respirable”. (Foto: Nasa).

El corazón en pausa. En el espacio el corazón bombea sangre más fácilmente debido a la poca gravedad. Esto puede resultar peligroso, ya que progresivamente bombeará menos sangre y el cuerpo se debilitará. Entonces los astronautas deben hacer ejercicio durante varias horas al día para conservarlo en buena condición, además esto ayuda a prevenir la pérdida de masa muscular. (Foto: Canadian Space Agency).

Nacer por segunda vez. De regreso en la Tierra, muchos astronautas reportan que justo después de haber aterrizado experimentaron una gran dificultad para mover los brazos y las piernas. Este es un fenómeno científico conocido con el nombre de “Segundo nacimiento”. (Foto: Pixabay).

La vida en la tierra. Desde el espacio se pueden ver indicios de la actividad humana, como las luces de las ciudades, la contaminación o las explosiones por la extracción y la liberación de gas natural. (Foto: Pixabay).

Tortillas en el menú. En el espacio los astronautas comen tortillas en lugar de pan, pues así evitan que las migajas se dispersen en el aire. (Foto: Nasa).

Nada de bebidas gaseosas. Los astronautas no deben beber gaseosas en el espacio porque las burbujas pasarían por su sistema digestivo en lugar de ser desechadas como en la Tierra, lo que podría provocar indeseables efectos secundarios. (Foto: Pixabay).

Maravillosas tijeras. Las tijeras son muy apreciadas en el espacio, pues cada alimento viene empaquetado por separado y ¡a veces es muy difícil abrirlos! (Foto: Pixabay).

Ir al baño. Es una etapa inevitable y… ¡muy compleja! Como no hay gravedad para conservar los líquidos en su lugar, los astronautas deben evacuar los desechos sólidos en un inodoro sin agua. Así que se instalan en el asiento y se mantienen en su lugar gracias a una especie de cinturón con correas fijas. Para evitar desastres ¡este simple acto requiere horas de entrenamiento! (Foto: Nasa).

Cepillarse los dientes. Después de cepillarse los dientes la única manera de deshacerse del dentífrico es… ¡tragándolo! (Foto: Canadian Space Agency).

Los fines de semana. Como la mayoría de los empleados, los astronautas tienen derecho a un día de descanso durante los fines de semana, lo que les permite relajarse y dedicarse a actividades personales ¡como la fotografía espacial! (Foto: Nasa).

La ropa. Los astronautas no pueden lavar su ropa en el espacio, pues se necesitaría demasiada agua. Deben utilizarla el mayor tiempo posible antes de tirarla junto con el resto de los desechos que se quemarán en la atmósfera durante el regreso a la Tierra. (Foto: Nasa).

Dormir. Los astronautas no duermen bajo cobertores tradicionales, sino en un saco de dormir especial, atado a una pared. (Foto: Canadian Space Agency).

Más grande en el espacio. Una vez en el espacio la columna vertebral se endereza, pues la gravedad ya no hace presión. ¡Así los astronautas pueden ganar entre 5 y 7 centímetros de altura! (Foto: Pixabay).

Los astronautas dejan caer cosas. Muchos astronautas comentan que cuando están de regreso en la Tierra suelen dejar caer cosas sin querer, como tazas por ejemplo. Esto se produce porque en el espacio se acostumbraron a vivir sin gravedad. (Foto: Pixabay).