Los 11 países enemigos de Internet

FOTOGALERÍA. El portal de Reporteros sin Fronteras publico una lista donde los blogueros y usuarios de Internet no tienen la libertad para debatir sobre política o temas relacionados que ‘incomoden a las autoridades locales’.

Vietnam. Las autoridades vietnamitas no toleran ningún debate político en Internet y amordazan despiadadamente a los blogueros y ciberdisidentes que se atreven a cuestionar la legitimidad del gobierno o su política interna. Su control de la información digital no sólo se traduce en la censura de los blogs y las redes sociales, sino que se extiende a la vigilancia de los periodistas ciudadanos y al acoso judicial de éstos y de sus familias. Los sitios web y los blogs informativos independientes son bloqueados implacablemente por cortafuegos y, a menudo, sus autores son detenidos o corren el riesgo de enfrentarse a serios problemas si sus publicaciones difieren de la visión del Partido Comunista. La mayoría de las empresas de Internet y los proveedores de este servicio pertenecen al Estado. (Foto: Bloomberg)
Turkmenistán. El país se encuentra en el puesto 178, entre 180 países, en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2015 de Reporteros sin Fronteras. Para usar los ordenadores de los cibercafés es necesario presentar un documento de identificación. El acceso a Internet se ha vuelto difícil por el costo prohibitivo de la conexión y por el monopolio absoluto del operador del Estado, TurkmenTelekom. Un monopolio que garantiza a las autoridades un dominio total de Internet: la compañía controla el único punto de acceso a la red de Internet mundial y hace inaccesibles todos los sitios web que el gobierno le pide bloquear. Los motivos siguen siendo secretos, pero la multitud de sitios bloqueados permite imaginar que los criterios son muy estrictos: la mayoría de los sitios informativos independientes o extranjeros son censurados, al igual que las principales plataformas de blogs. Lo mismo sucede con los gigantes de Internet a escala mundial, como Facebook, Twitter o Gmail. (Foto: Bloomberg)
Rusia. La Red rusa, que antes era más bien libre, está muy controlada desde que Vladimir Putin regresó al Kremlin en 2012. Internet desempeñó un papel crucial en el gran movimiento de protesta que sacudió al país en los meses precedentes. La legislación aprobada en 2012 para la “protección de la infancia” preveía la creación de una lista negra de webs bloqueadas; una lista que no deja de crecer. Asimismo, en diciembre de 2013, se aprobó una normativa que permite al gobierno bloquear, sin que exista una orden judicial, sitios de Internet que “inciten a participar en manifestaciones no autorizadas”. Tres meses después de la aprobarse esta ley fueron bloqueadas las webs informativas Grani.ru, EJ.ru y Kasparov.ru. Desde el verano de 2014, los blogueros influyentes deben registrarse con su verdadero nombre y cumplir con obligaciones similares a las de los medios de comunicación. (Foto: Bloomberg)
Uzbekistán. Tras la sangrienta represión de la insurrección en Andiján, en 2005, el régimen autocrático de Islam Karimov ha hecho todo lo posible para imponer en Internet el control absoluto que ya ejerce sobre los medios de comunicación tradicionales. De forma progresiva ha ido adquiriendo estructuras institucionales, instrumentos legislativos y tecnología de vanguardia para asegurarse de que la Red no ponga en peligro su poder. No es posible acceder a la mayoría de los sitios informativos independientes, de oposición o de defensa de los derechos humanos, y éstos no aparecen en el motor de búsqueda nacional www.uz. Tampoco se puede acceder a herramientas de elusión de la censura. En diciembre de 2014, el sitio informativo de referencia Uznews.net se vio obligado a cerrar después de que la cuenta de correo electrónico de la redactora jefe fuera pirateada. (Foto: Wikipedia)
Kazajistán. Las autoridades del país demostraron sus grandes conocimientos durante la sangrienta represión de las protestas de Janaozen, en diciembre de 2011, cuando cortaron el acceso a Internet y a las telecomunicaciones en la región, mientras que Twitter y los principales sitios informativos independientes eran filtrados en todo país. Prácticas que en adelante serían completamente legales. Desde abril de 2014, el gobierno puede hacer que se bloquee durante algunas horas cualquier sitio de Internet sin que exista una orden judicial: basta con que se observe un “perjuicio a las personas, a la sociedad o al Estado”, o que se trate de información “que incite a participar en actividades extremistas, desórdenes masivos o manifestaciones no autorizadas”. (Foto: Wikipedia)
Irán. A pesar de que aún trabaja en la implantación de su Internet Nacional (Internet halal), las autoridades siguen desarrollando la infraestructura de la Red en el país por razones económicas. Numerosas webs de noticias –la mayoría cercanas a los reformistas, pero también de medios de comunicación conservadores– están bloqueadas. Las razones mencionadas suelen ser las mismas: publicidad contra el régimen, publicación inmoral, atentados a la seguridad nacional o insulto a lo sagrado. Los objetivos son, ante todo, políticos: hay que recordar que en Irán es más fácil tener acceso a la pornografía que a sitios informativos independientes (Foto: Wikipedia)
Emiratos Árabes Unidos. Su Autoridad de Regulación de Telecomunicaciones (TRA) decide qué información puede ser publicada en la Red emiratí. La lista de los sitios web bloqueados es larga, como también lo es la de los criterios por los que se bloquean. Se censuran los contenidos “contrarios a la ética y la moral”, aquellos que constituyan un “riesgo directo o indirecto para los internautas”, “las expresiones de odio a las religiones”. Asimismo, cuando la justicia lo considera necesario, no duda en imponer sanciones severas. En noviembre de 2014, el internauta Oussama al-Najjar fue sentenciado a tres años de prisión y a pagar una elevada multa por haberse expresado en Twitter sobre la tortura infligida a los presos en los Emiratos Árabes Unidos. Detenido sin ningún motivo oficial, fue torturado durante cuatro días y, después, condenado por ofensa al Estado, incitación al odio y a la violencia, y difusión de información falsa. (Foto: Wikipedia)
Cuba. El acceso a Internet sigue siendo muy restringido debido al costo prohibitivo de la conexión, y la Red está muy controlada (http://12mars.rsf.org/2014-es/). Las autoridades antes aludían al embargo estadounidense para justificar la poca penetración de Internet en el país, pero la llegada a la isla del cable submarino de fibra óptica ALBA-1 demostró su voluntad política de controlar Internet. Muy pocos periodistas y blogueros cubanos independientes pueden ser leídos en su propio país. La conexión es muy lenta y a menudo sus cuentas son pirateadas, así que se ven obligados a acudir a las sedes diplomáticas para tener acceso a Internet. Hostigados constantemente por las autoridades, se encuentran bajo la vigilancia de agentes que recorren las calles y no dudan en borrar la información que llevan consigo, amenazándolos con detenerlos e, incluso, encarcelarlos. (Foto: Bloomberg)
China. Censura masiva de web extranjeras, espionaje de ciberdisidentes, uso de las redes sociales con fines de propaganda, destrucción del contenido de los sitios web uigures, etc. China sigue estando entre los Estados que han establecido los sistemas de censura y vigilancia de la Red más sofisticados del mundo. El conjunto de herramientas empleadas para filtrar y vigilar Internet en China es conocido como la “Gran Muralla electrónica china“ o el “Gran cortafuegos chino”. Este sistema, creado en 2003, permite filtrar el acceso a sitios extranjeros y bloquear palabras clave como “derechos humanos”, “Tiananmen” o “Liu Xiaobo”. (Foto: Bloomberg)
Bahréin. Su Autoridad de Asuntos de Información (AAI) tiene desde 2002 el poder de censurar sitios de Internet. La publicación de contenidos críticos con el Islam o el rey, así como la incitación a la violencia o al derrocamiento del régimen, pueden ser castigados con penas de hasta cinco años de prisión. El gobierno de Bahréin controla la Red con aún mayor facilidad, puesto que es accionista mayoritario del principal proveedor de Internet en el reino: Batelco, que vigila y filtra el tráfico. Aunque las autoridades mencionen que el motivo es la protección de los ciudadanos contra la pornografía, numerosas webs se han visto afectadas debido a su contenido político. (Foto: Wikipedia)
Arabia Saudita. Su ley contra los delitos informáticos de 2007 se utiliza de forma masiva para hacer callar a las voces disidentes. El artículo 6 estipula que “toda persona que colabore en la producción, preparación, emisión o al almacenamiento de elementos que vayan contra el orden público, los valores religiosos, la moral pública y la vida privada, a través de las redes de información o de los ordenadores (…) puede ser sentenciada a una pena de cárcel, a pagar una multa o a otra forma de castigo”. En virtud de esta ley, el bloguero Raif Badawi fue condenado en septiembre de 2014 a diez años de prisión incondicional y a recibir 1.000 latigazos por “insulto al islam”. febrero de 2014, una nueva decisión de las autoridades impuso a los blogueros la obligación de revelar su verdadera identidad. (Foto: Wikipedia)

Por: Redacción Gestion.pe