FOTOGALERÍA. Esta actividad, temida por muchos y aburrida para otros tantos, resulta ser un verdadero festín para los sentidos, en donde lo más importante es dejar llevarse por lo que estás viendo en escena sin importar el idioma en el que la ópera se encuentre escrita (ojo, eso no quiere decir que no haya subtítulos para entender lo que ocurre). Ese primer contacto con la ópera es vital y definitivo, pues de éste dependerá que te vuelvas aficionado y espectador recurrente o, en el peor de los casos, todo quede en un simple intento. Por ello, en GQ nos dimos a la tarea de recorrer los escenarios más sorprendentes, emblemáticos o particulares para disfrutar de una ópera. Si en tus próximas vacaciones visitas alguna de estas ciudades, bien podría ser un buen momento para “iniciarte” en este mundo…
Teatro Alla Scala, Milán, Italia. Lo que debes saber: sin lugar a dudas, uno de los escenarios de mayor tradición dentro del mundo operístico, además de ser uno de los públicos más complicados de convencer. Una leyenda urbana cuenta que en alguna ocasión un tenor terminó de interpretar su aria y el público estalló en aplausos, lo que desencadenó un bis (cantarla de nuevo). Al final, llovieron aplausos y volvió a interpretarla. Al terminar esta tercera vez, alguien del público gritó: "¡Y vamos a seguir hasta que la cantes bien!".
MET / Lincoln Center, Nueva York, Estados Unidos. Lo que debes saber: este complejo cultural no sólo alberga a la casa de ópera Metropolitana, sino también al Ballet y la Filarmónica de Nueva York. Por lo general, las óperas son filmadas para posteriormente ser transmitidas en varios lugares del mundo (como en el Auditorio Nacional de la Ciudad de México). La temporada va de finales de septiembre a principios de mayo. También ofrece visitas guiadas, en donde podrás ver parte de la escenografía y vestuarios tanto de puestas actuales como de antaño.
The Royal Opera House, Londres, Inglaterra. Lo que debes saber: las óperas de George Handel fueron las primeras en ser presentadas en este icónico lugar, cuya fachada y auditorio fueron construidos en 1856. Incluso se dice que algunos de los trabajos de Handel fueron escritos para ser presentados exclusivamente en este escenario, que tiene un aforo de 2268 espectadores.
Palais Garnier, París, Francia. Lo que debes saber: este emblemático sitio de la capital francesa es mejor conocido como la Ópera de París y fue inaugurado en 1875. El Palacio y sus subterráneos inspiraron la narración de Gastón Leroux conocida como El fantasma de la ópera, que más tarde se convertiría en el afamado musical de Andrew Lloyd Webber.
Teatro Colón, Buenos Aires, Argentina. Lo que debes saber: se comenzó a construir en 1889 y para 1908 se completó todo el trabajo. En su realización intervinieron varios arquitectos. Su tamaño y buena acústica lo han llevado a ser considerado uno de los cinco mejores escenarios del mundo.
The Bolshoi, Moscú, Rusia. Lo que debes saber: bolshoi (o balshoi, como debe pronunciarse correctamente) es una palabra de origen ruso que significa “grande”. Abrió sus puertas el 18 de enero de 1825 y ha sobrevivido a la Revolución Rusa y a dos Guerras Mundiales. Si acudes a ver alguna ópera, o el tradicional y emblemático ballet, no olvides darte una vuelta por el vestíbulo principal, pues a un costado de él se encuentra una especie de minimuseo con mobiliario y objetos originales.
Sydney Opera House, Sídney, Australia. Lo que debes saber: de un diseño y estructura sorprendente nacida de la mente de Jorn Utzon, este lugar atrae a miles de turistas al año tanto por su magnificencia, como por las postales que se tienen desde ahí y, claro está, por la calidad de las óperas que se montan en dicho escenario. Abrió sus puertas al público en 1973, con la ópera La Guerra y la paz de Prokofiev.
Festspielhaus de Bayreuth, Bayreuth, Alemania. Lo que debes saber: quizá este teatro no cuenta con la majestuosidad de los otros. Sin embargo sí tiene una particularidad: fue concebido y construido por el maestro Richard Wagner para presentar sus óperas. De hecho, aquí se estrenó Parsifal, el último trabajo de este compositor alemán. Su sencillez y poco decorado le ganó el sobrenombre de “El granero”.
Vienna Staatsoper, Viena, Austria. Lo que debes saber: fue inaugurado en 1869, bajo el auspicio del emperador Francisco José. Durante la Segunda Guerra Mundial cerró sus puertas y fue bombardeado. A pesar de ello, el vestíbulo principal, la escalera central, el salón de té y la terraza resultaron ilesos. Hoy en día pueden ser visitados por el público.
Teatro Massimo, Palermo, Italia. Lo que debes saber: ve la foto detenidamente. Si eres cinéfilo, entonces es casi un hecho que ubicas perfectamente este lugar. Así es, el Teatro Massimo fue escenario de una de las escenas finales de El Padrino. Parte III. Actualmente es el teatro de ópera más grande de Italia y el tercero en toda Europa.