Por qué es tan difícil construir el próximo Silicon Valley

Kansas City, la primera ciudad de EE.UU. en tener Google Fiber, quería
atraer empresarios, cultivar distritos de negocios emergentes y hacerse conocida como un importante centro para startups. Pero las cosas no salieron como esperaba.

Por: Redacción Gestion.pe

(Bloomberg).- Cuando Brandon Schatz supo en diciembre del 2012 que Kansas City, Kansas, se había convertido en la primera ciudad de Estados Unidos en tener Google Fiber, un servicio de Internet de alta velocidad, comenzó a hacer planes para trasladar ahí su incipiente negocio de fotografía deportiva.

El día después de Navidad, manejó los 265 km (165 millas) desde su hogar en Springfield, Misuri, para conocerlo. Para el 1 de febrero, ya se había instalado en su nuevo hogar. Para el 4 de febrero, ya estaba conectado a la red.

Eso es exactamente lo que las autoridades querían. Cuando el área (primero Kansas City, Kansas, y semanas después Kansas City, Misuri) ganó un desafío para ser la primera en obtener Google Fiber, los promotores locales celebraron, esperando dar inicio a un renacimiento económico: atraer empresarios, cultivar distritos de negocios emergentes y hacerse conocidos como un importante centro para startups.

Cuatro años después, la empresa de Schatz, Sportsphotos.com, que fotografía eventos deportivos amateur a nivel nacional, crece lentamente. Él está aprovechando la alta velocidad de Internet, subiendo en minutos cientos de fotos en alta resolución de carreras y otras competencias.

Pero el negocio no está donde hubiera querido y por ahora su principal fuente de ingresos es el desarrollo web y el arriendo de habitaciones en su hogar a través de Airbnb. “Pensé que ya seríamos enormes”, dijo.

La decepción de Schatz es una suerte de expectativas erróneas, tanto por parte de los emprendedores como de las autoridades de la ciudad. En 2011, los alcaldes de ambas ciudades llamaron al entonces futuro despliegue “una oportunidad única en la vida” y una forma de “generar desarrollo económico”.

Y para Google, que desde entonces ha limitado significativamente el soporte al proyecto, fue un caso de poner demasiada fe en la capacidad de su propia tecnología para cambiar vidas.

Fiber está ahora disponible en nueve localidades, incluyendo Atlanta y Orange County, California. Other Bets, la filial de Alphabet a la que pertenece Google Fiber, informó el año pasado pérdidas por US$ 3,580 millones e ingresos de US$ 809 millones. También contribuyó al gasto de capital de Other Bets en US$ 1,390 millones.

Hay una serie de factores tras el cambio estratégico de Fiber. Ex empleados dijeron que una razón importante era la discrepancia entre los deseos de los cofundadores de Google de expandir el servicio rápidamente y los altos costos de proveerlo.

Las grandes empresas de cable hicieron una movida agresiva al lanzar servicios similares de alta velocidad a bajo precio. Problemas políticos inesperados surgieron. Por ejemplo, en Louisville, Kentucky, AT&T y Charter Communications demandaron a Google Fiber por una controvertida regulación de servicios básicos.

“Google invirtió en Fiber en momentos en que estaba dispuesto a hacer grandes inversiones con retornos inciertos o a largo plazo, pero en los últimos años Google se ha convertido en otra”, dijo Jan Dawson, analista jefe de Jackdaw Research. “No necesariamente tiene sentido para Alphabet seguir invirtiendo de manera tan intensa en este punto”.