Moda masculina: Seis maneras de combinar un terno con calzado deportivo
FOTOGALERÍA. Si no se considera un especialista en combinar colores, aquí tienes consejos de cómo combinar los colores de ternos con diferentes modelos y tonos de calzado deportivo.
¿Vio al señor que está en el andén con un traje gris y zapatos de correr New Balance que (al igual que Melanie Griffith en “Secretaria ejecutiva”) usa exclusivamente para hacer ese viaje? ¿O vio al destacado funcionario de su lugar de trabajo, el caballero que cree, en parte justificadamente, que se ha ganado el derecho a usar un traje oscuro de rayas finas con un par de Gemini SpeedForm de Under Armour especialmente juveniles? Muy bien, olvídese de ellos, porque no están haciendo las cosas bien.
En otras épocas, la combinación de traje y zapatos deportivos era adoptada fundamentalmente por pequeños subconjuntos de la población masculina, como los rebeldes que usaban las Converse Chuck Taylor para los bailes de exalumnos. También, las víctimas de dolor crónico de tobillo.
Ya no. “Las zapatillas con el traje son la gran tendencia en este momento”, dice Loris Spadaccini, vicepresidente a cargo de la división de hombres de M. Gemi, que vende zapatos italianos directamente a los consumidores. “Se acepta incluso en los entornos de negocios tradicionales”. Se atreve incluso a decir que la artesanía de los zapateros de alta gama –“nuestras capelladas no están pegadas sino cosidas a la suela”- contribuyó a facilitar su aceptación.
Ahora, en cambio, vea a ese joven moderno con la botamanga de los diminutos pantalones de su traje azul brillante revoloteando a ocho centímetros completos del refuerzo de talón verde de sus Adidas Stan Smith recién sacadas de la caja. Puede que usted objete la sastrería, pero el tipo algo ha pescado. Las chaquetas blandas del momento, con sus hombros desestructurados y su actitud relajada, están popularizando los valores del fanático de las zapatillas con resultados memorables.
Oigan el testimonio de Sébastien Kopp, que hace 12 años cofundó la compañía francesa de zapatillas Veja. “Cuando creamos la marca, nunca imaginamos que se podían usar zapatillas con un traje”, dice Kopp. “Pero lo hemos visto en toda clase de personas, desde los hombres de negocios a los artistas y las personalidades de la TV. Funciona mejor cuando el calzado se destaca y es muy visible. No debe ser algo sutil sino más bien hacerse notar”.
Los hombres bien vestidos lo intuyen, como descubrí el otro día mientras paseaba por la Calle West 55 en Nueva York y miraba a hombres de negocios de cierta edad salir del restaurante Michael’s en Manhattan. El llamativo calzado informal que llevaban esos ejecutivos y aspirantes confirmó que nos hemos zambullido de pie en una nueva era.
En general, respetaban algo que, si bien no es una ley férrea, sí es una pauta inteligente: usar el contraste para que un atuendo de traje con zapatillas llame la atención. Sus trajes tranquilos de tonos medios iban acompañados de zapatillas que partían la diferencia entre la opulencia de un bordó y la extravagancia de un naranja calabaza, luciendo lo que parecían unos primores de gamuza de Bottega Veneta con el motivo de intrecciato, unas zapatillas Pelle Tessuto marrón intenso de Zegna con un tejido similar y unas ultralivianas de napa de A. Testoni.
Spadaccini propone específicamente para las zapatillas blancas usar un traje azul: “Nos gusta la idea de un alto contraste para hacer que el calzado sea la pieza central del atuendo”, dice. Es una medida de bajo nivel de dificultad: oponer la ligereza propia de un centro vacacional de un zapato de cuero perforado a la solidez urbana de un traje liso.
Una decisión algo más arriesgada (y, por lo tanto, potencialmente más gratificante) es yuxtaponer los tonos tierra del caqui con el brillo plateado espacial de las zapatillas metálicas. Y, aunque las zapatillas de caña alta pueden ser difíciles de llevar en este campo, un par de ellas combina perfectamente con un traje oscuro pegado al cuerpo en determinados contextos, como los clubes nocturnos de precios excesivos y las entregas de premios televisadas de la industria musical.
En la mejor de estas combinaciones, las zapatillas en cuestión están orgullosas de serlo, me parece. Pueden ser de estilo elevado –por la calidad del cuero, las costuras, los cordones- y pueden ser minimalistas, con un leve toque de marcas multicolores y generosos logos. Pero no tienen miedo de ser, de manera fundamental, zapatillas.
Irónicamente, una zapatilla que se parezca demasiado a un zapato de vestir luce peor en la mayoría de los casos. Una zapatilla negra sin cordones, por ejemplo, a veces puede tener el aspecto triste de un mocasín ortopédico.
Una vez que uno acepta el dinamismo del conjunto, puede explorar la versatilidad del look. Hace años, el día de mi despedida de soltero, usé un traje de sirsaca, un polo celeste y un par de Adidas Rod Lavers desde The Belmont Stakes hasta Wolfgang’s Steakhouse.
Se puede ir a cualquier lado con ese atuendo… y llegar allí más rápido que con otro tipo de calzado. Sugiero probar un traje liviano con un par de zapatillas chillonas para una boda en la playa, donde apreciarán la tracción adicional, en especial si les entra miedo y salen corriendo del altar a último momento.
Por: Redacción Gestion.pe