Inversores menores de 30 toman control de fondos tecnológicos
Si bien los inversores jóvenes sostienen que la juventud les da una mejor comprensión de qué startups podrían atraer a su grupo etario, algunos fundadores, temen que se confíe demasiado en la intuición de los inversores millennials a expensas del conocimiento.
Por: Redacción Gestion.pe
Bloomberg.- A los 27 años, Andre de Haes recaudó 30 millones de euros (US$36 millones) para su fondo de capital riesgo de Londres, Backed VC.
Ahora con 30 años, él y su socio de 29, Alex Brunicki, son parte de un grupo de jóvenes inversores que están teniendo más poder de decisión en cómo se gastan los miles de millones de dólares que se han volcado a capital riesgo europeo en los últimos años.
Pero si bien los inversores jóvenes sostienen que la juventud les da una mejor comprensión de qué startups podrían atraer a su grupo etario, algunos fundadores, que relatan reuniones frustrantes con capitalistas de riesgo de poca experiencia, temen que se confíe demasiado en la intuición de los inversores millennials a expensas del conocimiento.
El año pasado la inversión de capital riesgo en Europa alcanzó el nivel más alto desde 2008, ubicándose en 4,300 millones de euros, según Invest Europe.
Karen McCormick, directora de inversiones de Beringea LLP, dice que la industria ha contratado personal de manera “bastante agresiva” en los últimos dos años conforme entraba dinero, y eso ha dado lugar al ingreso de trabajadores mucho más jóvenes en puestos bajos como los de analista y asociado.
Las firmas de capital riesgo probablemente asciendan a esas personas “en etapas y edades más tempranas”, señala.
Entre los que ya ocupan puestos más altos figuran Katie Leviten, de 29 años, socia de JamJar Investments; Uwe Horstmann, cofundador de Project A a los 25 años en 2012; James Wise, que el año pasado se convirtió en socio de Balderton Capital a los 29; Abbas Kazmi, de 25 años, cofundador y socio gerente de Collegiate Capital; y Jonathan Becker, que llegó a director en e.ventures el año pasado a los 28 años.
En los Estados Unidos, Adam Goldberg, de 23 años, es socio de Lightspeed Venture Partners, una de las primeras firmas que financiaron a Snap Inc.
Los capitalistas de riesgo jóvenes dicen que el fenómeno es una señal de que a su generación le interesan alternativas a la carrera que hicieron sus predecesores, como el derecho y la banca.
“Cuando empecé hace cinco o seis años, el capital riesgo nunca se veía como una carrera profesional”, dice Wise. “Uno lo hacía antes de lanzar su propia compañía o después de ganar unos millones”.
Ahora Balderton Capital, firma a la que ingresó en 2013, ofrece pasantías. “Hay más conocimiento de la tarea, es más una carrera profesional”, sostiene.
Frustrante
Sin embargo, a los inversores jóvenes puede resultarles difícil conquistar a los fundadores.
Avin Rabheru, de 34 años, fundador de la startup de servicios de limpieza Housekeep, dice que ha tenido reuniones difíciles con algunos “tipos jóvenes” de firmas de capital riesgo:
“Hay muy, muy, muy pocas cosas más frustrantes que alguien que no sabe de qué habla tratando de explicarte tu propio negocio”, asegura.
Dice que algunos inversores jóvenes han demostrado ser valiosos, pero le preocupa la idea de que se les pueda dar una función más importante sólo porque son jóvenes.
Desconfía de la postura de que “este tipo es un millennial, debe saber sobre los millennials” y prefiere encontrar inversores que entiendan a los consumidores jóvenes “porque entienden lo que dicen los datos sobre los millennials”, independientemente de qué edad tengan.