¿La estrategia de Samsung está fallando?

Se suponía que en el 2013 Samsung arrasaría con la competencia en el terreno de smartphones. No ocurrió. Ahora parece que 2014 será un año de introspección para el gigante coreano. Aquí un análisis de CNN Money.

(AP)

Por: Redacción Gestion.pe

Samsung Galaxy S4 ha sido una decepción en todos los aspectos. La compañía hizo gala del buque insignia, pero resultó ser solo una modesta mejora respecto al Galaxy S3. Eso es algo que lamentan los propios ejecutivos de la firma, y ahora tratan de fijar expectativas más modestas para el lanzamiento del Galaxy S5.

Las ventas del S4 fueron decentes. Aunque fue el teléfono Android más vendido el año pasado, sus ventas estuvieron muy por debajo de las expectativas de la compañía y de los analistas de Wall Street. Si bien Samsung sigue liderando mercado de los teléfonos inteligentes, no pudo aumentar su cuota en 2013, deteniendo su meteórico ascenso de los últimos años.

Eso ha perjudicado la rentabilidad de la firma. En el cuarto trimestre la empresa dijo que sus ganancias registraron una caída interanual por primera vez desde 2011.

Los otros fabricantes, mientras tanto, fueron capaces de producir un teléfono que igualara en velocidad, potencia y eficacia al mejor smartphone de Samsung, con un diseño de mayor calidad y mejor software de sistema. De repente, hubo muy poco que distinguiera a Samsung de la manada.

¿Alerta roja?
Por primera vez, las grietas están empezando a asomar en la estrategia móvil de la surcoreana, de acuerdo a Adrian Covert, editor de la sección de Tecnología de CNN Money.

La principal receta para el éxito móvil de la compañía en los últimos años ha sido la de liberar la mayor cantidad posible de productos que dejen un buen margen de beneficio. Samsung ha vendido los teléfonos marca Galaxy en todos los tamaños y formas imaginables.

Cuando la tecnológica comenzó su ascenso en la carrera del smartphone en 2010, tuvo éxito porque fue capaz de manufacturar componentes de una forma más sencilla y barata que la gran mayoría de sus competidores. Tenía chips más rápidos, mejores pantallas y cámaras más potentes que cualquier dispositivo excepto el iPhone de Apple.

El punto ‘flaco’
El software y los servicios de Samsung, por otra parte, siempre han sido el punto débil de la empresa, ofrecen una experiencia frustrante y poco atractiva que está cargada de características rebuscadas e inútiles. Sin embargo, la empresa no salió mal parada con ese pésimo software porque pocas compañías podían ofrecer la potencia pura que ofrecían los teléfonos Samsung.

El 2013, sin embargo, la guerra de las especificaciones de los teléfonos inteligentes llegó a su fin. Todos los smartphones son, básicamente, lo suficientemente buenos, y a menos personas les preocupan las pantallas más grandes o más megahertz.

Desafío pendiente
Ahora que la importancia de un hardware superior ocupa un segundo plano, la marca Galaxy está en busca de algo que la sostenga.

2014 no ha tenido un gran comienzo. En el Consumer Electronics Show de este año, Samsung dio a conocer el excesivamente grande Galaxy Tab Pro de 12 pulgadas y el más económico Galaxy Tab Lite, ninguno de los cuales tiene lo necesario para vigorizar la marca Galaxy.

Samsung necesita algo más que bombo publicitario. Los consumidores han caído en cuenta de que muchas de las características más llamativas de los productos de Samsung son solo eso. Sus productos ahora necesitan sustancia, algo que los rescate de ser otro teléfono Android de gama alta en un mar de móviles iguales.