Estos 12 robots podrían ser decisivos para el futuro de los océanos

FOTOGALERÍA. Nishan Degnarain, miembro del grupo de trabajo de Océanos del Gobierno de Mauritania, y Douglas McCauley, profesor de biología marina de la Universidad de California Santa Barbara, han preparado esta lista de 12 tecnologías que consideran que están cambiando la manera en que estamos recolectando alimentos, energía, minerales y datos de nuestros mares.

Buques autónomos. Compañías como Rolls Royce conciben la navegación autónoma como una manera de hacer que el futuro de la industria sea más eficiente, limpio y rentable. Los buques de carga sin capitán pueden incrementar la eficiencia y reducir las emisiones al eliminar la necesidad de alojar una tripulación; sin embargo, requerirá integrar la tecnología de sensores existente, con algoritmos mejorados para la toma de decisiones. (Foto: Rolls-Royce
Droids de Buceo. Los buzos que trabajan en profundidades extremas tienen menos de 15 minutos para trabajar y someten sus cuerpos a una presión 10 veces mayor a la normal. Para superar estos desafíos, un equipo de robótica de Stanford diseñó el Ocean One: un robot subacuático humanoide que emplea sensores de fuerza para replicar el sentido del tacto para su piloto. Es posible que pronto reemplacen a los buzos humanos.
Gafas subacuáticas de realidad aumentada. Ingenieros de la Armada de EE.UU. han diseñado pantallas de visión aumentada para sus buzos. Esta nueva tecnología permite a los buzos comerciales y a los equipos de búsqueda y rescate completar tareas complejas con visibilidad casi nula e integra la alimentación de datos desde sensores sonar e Intel de equipos de soporte en el superficie. (Foto: Armada de los EE.UU. – Richard Manley)
Revolución azul. El año 2014 fue el primero en el que el mundo comió más pescados de granjas que salvajes. La explosión en el crecimiento del cultivo submarino se ha visto facilitada por el desarrollo de la nueva tecnología de la acuacultura. Las jaulas sumergidas "Aquapod", por ejemplo, se han instalado en Hawái, México y Panamá. (Foto: InnovaSea)
Computación en la nube bajo el mar. Más del 95 % del tráfico de Internet se transmite por cables submarinos. Pronto, es probable que los datos no solo se envíen sino también se almacenen bajo el agua. Los elevados costos energéticos de los centros de datos (hasta el 3% del uso mundial de la energía) han estimulado su reubicación a lugares como Islandia, donde los climas fríos incrementan la eficiencia de la refrigeración. El año pasado, Microsoft probó con éxito un prototipo de centro de datos bajo el agua en las afueras de la costa de California. (Foto: Microsoft)
Una nueva ola de energía oceánica. El océano es un depósito enorme de energía. Se estima que solo la energía de las olas tiene un potencial técnico de 11,400 teravatios hora al año (con un resultado sostenible equivalente a más de 400 centrales pequeñas de energía nuclear). La innovación tecnológica abre nuevas posibilidades para conectarse a la energía de las olas y mareas. Un proyecto comercial en Australia, por ejemplo, produce electricidad y al mismo tiempo agua desalinizada sin generación de emisiones. Los siguientes desafíos son ampliar la recolección de energía del mar y hacer que sea más rentable. (Foto: Carnegie Wave Energy)
Energía térmica oceánica. La tecnología de conversión de energía térmica oceánica, que explota la diferencia de temperatura entre las aguas tropicales poco profundas y el mar profundo para generar energía, fue usada con éxito el año pasado en Hawái. Ahora se está diseñando una planta con una capacidad 100 veces superior. Para extraer agua fría en grandes volúmenes a profundidades de hasta más de un kilómetro, se requieren largas tuberías flexibles fabricadas con nuevos materiales compuestos y técnicas de fabricación. (Foto: KRISO)
Minería en el mar profundo. Recientemente, se han desarrollado máquinas de excavación sumergibles de 300 toneladas, que pueden viajar hasta las partes más profundas del mar y extraer oro, platino, cobalto y otros metales raros y preciosos que permanecen en el lecho marino. La explotación minera del lecho marino sin destruir los frágiles ecosistemas y las antiguas especies que a menudo conviven con estos recursos minerales en la profundidad del mar, sigue siendo un desafío no resuelto. (Foto: Nautilus Minerals)
Grandes bases de datos oceánicas. La mayoría de los grandes buques transatlánticos deben transportar sensores de seguridad que transmiten su ubicación a través de canales abiertos a satélites y otros buques. Firmas emergentes han desarrollado algoritmos sofisticados para crear con los mensajes satelitales que transmiten los buques grandes bases de datos y así detectar pesca ilegal, promover la seguridad marítima y ayudar a construir planes zonales inteligentes que sirvan para crear un mejor equilibrio entre las necesidades de los pescadores, el transporte marítimo y la preservación de los océanos. (Foto: Windward)
Medicinas de los mares. Los océanos albergan una vasta promesa de medicamentos innovadores para salvar vidas, por ejemplo para el tratamiento del cáncer y la creación de antibióticos. La Unión Europea ha fundado un consorcio llamado PharmaSea para recolectar y monitorear muestras biológicas usando equipos de muestreo en aguas profundas, el escaneo de genoma, la informática química y la extracción de datos. (Foto: PharmaSea)
Sensores en la costa. La proliferación de sensores conectados de bajo costo permite monitorear las costas como nunca había sido posible. Por ejemplo, sensores integrados a tablas de surf podrían distribuir datos abiertamente sobre temperatura, salinidad y pH de manera similar a la que se comparten datos del tráfico en los smartphones de los conductores. Para proteger la seguridad de quienes van a la playa, en Australia se están desarrollando sensores con imágenes de sonar para detectar tiburones cerca de la costa y emitir alertas en tiempo real a los dispositivos móviles. (Foto: Smartfin)
Robots biométrico. El atún robotizado navega por el océano en misiones de vigilancia; los robots marinos inspirados en la serpiente de mar inspeccionan las tuberías en las plataformas petroleras costas afuera; cangrejos robóticos de 630 gramos recolectan nuevos datos en el lecho marino y se están desarrollando medusas robóticas para monitorear el medio ambiente. (Foto: Boston Engineering)

Por: Redacción Gestion.pe